El disco del día: Anthony Joseph & The Spasm Band

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«Lo situaba con mucha fantasía entre lunáticos como Sun Ra o Lee Perry, por citar dos ejemplos de una luminosidad no sometida a dictámenes ‘terrenales’. Y aquí el guía cósmico se ha mezclado con los humanos y suda como ellos»

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Anthony Joseph & The Spasm Band
«Live in Bremen»
Heavenly Sweetness/Naïve

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

Este profesor, músico, novelista y rapero de Trinidad & Tobago causó una excelente sensación a finales de 2008 con un primer trabajo llamado “Bird head son”, en el que mezclaba wah-wahs de guitarra, funk abrasivo, free jazz y spoken word con muy personales toques de “voodoo” caribeño. Cuatro años después se presenta en la norteña ciudad de Bremen (Alemania) para grabar este directo en el que mantiene intacta toda esa energía, aumentada exponencialmente para satisfacer las demandas de un público germano al que previamente se le ha prohibido sentarse “para evitar que el ritmo quede atrapado en el cuerpo de cada uno”. Así que tanto si es por las necesidades del guion o por propia evolución artística han quedado aquí aparcadas aquellas sutilezas caribeñas de su debut –más su parte psicodélica y atmosférica inherente–, para ganar en fuerza, cuerpo y mucho, mucho músculo (como aquella historia tan racial de principios de los noventa que vinieron a llamar Black Rock Coalition).

Entre medias de ambos discos quedaba “Rubber orchestras”, que no conozco y al que no puedo responsabilizar por tanto de una posible señalización hacia la actual dirección tomada. Por eso la propia versión en vivo de ‘Bird head son’, con sus casi catorce minutos de duración, sigue despertando ovaciones, con sus sinuosas líneas eléctricas que se transforman en desbocados caballos alados; esos saxos dislocados y un brutal “spoken” a lo Jimi Hendrix que tira de espaldas.

“Live in Bremen” es estupendo, sí, pero a uno le queda cierto sabor agridulce tras ver cómo han quedado desvelados muchos de los enigmas que le hacían fascinante y que silueteaban una personalidad que yo mismo situaba con mucha fantasía entre lunáticos como Sun Ra o Lee Perry, por citar dos ejemplos de una luminosidad no sometida a dictámenes “terrenales”. Y aquí el guía cósmico se ha mezclado con los humanos y suda como ellos.

Anterior disco del día: Bill Janovitz.

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