El disco del día: Ángel Petisme

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«Las canciones permanecieron en cintas y rechazadas por las discográficas hasta este momento. Las cuatro primeras han sido regrabadas para la ocasión y echan raíces en ese poder de evocación de letras que describen un pasado o se enredan en espirales de imágenes alucinadas»

Ángel Petisme
«Under wood songs-El océano de las escrituras»
EL ÁNGEL CAÍDO


Texto: CÉSAR PRIETO.


Una constatación: Ángel Petisme vivió Madrid a finales de los 80 y fue poeta y músico. Allí editó un libro y grabó algunas maquetas que recupera en cuidada edición la editorial canaria El Ángel Caído. El libro –»El océano de las escrituras»– se revela hoy como un perfecto apunte de lo que después serán obras más elaboradas, poesía de enumeración, leve surrealismo y críptica grandilocuencia, a la manera de Aleixandre, del Lorca de Nueva York o de Baudelaire. ‘Mercenaria’ o ‘En el taller del diablo’ son claros ejemplos de esta condición.

En lo que respecta a las canciones permanecieron en cintas y rechazadas por las discográficas hasta este momento. Las cuatro primeras han sido regrabadas para la ocasión y echan raíces en ese poder de evocación de letras que describen un pasado o se enredan en espirales de imágenes alucinadas. En ‘Recuerdo de los ochenta’ conviven seductores riffs de guitarra con Mishima, The Cure o Romy Schneider y en ‘Calle del Pez’ la interpretación resulta llena de cercanía y de calidez, sería un himno si fuera más eléctrica y menos personal.

El capítulo de grabaciones de época sorprende por la asunción de los tics de esos años. ‘Vasos comunicantes’, por ejemplo, recuerda a Héroes del Silencio en las imágenes y algún –escaso– florilegio en la voz. Desarrollos cuidados, aires pseudotropicales, modulaciones radicalmente cambiadas o vientos lo acercan también a Radio Futura o a 21 Japonesas en ‘Viva el pop’ o ‘Un elefante en una casa oscura’. Incluso aparece un rapeado –fondo instrumental negro, collage entre arty y soul– en ‘Tell me heart’. Rock tribal y fibroso, más oscuro en las letras, eso era a finales de los ochenta Ángel Petisme en Madrid.

Casi se benefician de la sorpresa las canciones en las que es clásico y natural, ‘Un hombre, una chica, una guerra’, perfectamente planteada y construida. Y por ello resulta conmovedor constatar como Ángel Petisme llega a tener en las dos décadas siguientes y desde ese aparente mimetismo una voz honda, personal y emocionante.

Anterior entrega del disco del día: «Chico & Rita».

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