El Club de las BSO: Un mundo oscurecido por los superhéroes

Autor:

 

“El resultado final de la música de Los Vengadores: La era de Ultrón” es una absoluta gozada de acción y aventura. El sonido es grande, épico, orquestal y cargado de emoción, como debe ser una buena película de superhéroes”

 

Entre los taquillazos primaverales, llegan la última parte de la saga de Los Vengadores y la adaptación animada de Astérix en 3D, además de las “Lecciones de amor” de Clive Owen y Juliette Binoche. Fernando Fernández nos habla de sus músicas.

 

 

Una sección de FERNANDO FERNÁNDEZ.

 

 

Que nadie entienda mal el titular. No es que no me guste que haya héroes en el mundo, ojalá hubiese más en ocasiones. Y de los normales, de los que habitan el mundo real en el que vivimos. Pero en lo referente a los estrenos cinematográficos, nos vamos acercando poco a poco al verano, hace mejor tiempo y llegan los estrenos de las películas más esperadas para el público en general y los grandes taquillazos. Y claro, cuando eso ocurre, el resto de la oferta queda completamente oscurecida y casi oculta.

 

“Los Vengadores: La era de Ultrón”

Por fin llega a nuestras pantallas la segunda película de “Los Vengadores: La era de Ultrón”, de nuevo dirigida por Joss Whedon y con el equipo titular completo de nuestro grupo de superhéroes. De nuevo viene preparada para arrasar en taquilla, y con Marvel desarrollando su ambiciosa estrategia con respecto a su material. Uno de los cambios más destacados fue el responsable de la música. El veterano Alan Silvestri (“Regreso al futuro”, “Van Helsing”), fue uno de los responsables de proporcionar su tema y música al “Capitán América” y a “Los Vengadores”, pero uno de los nuevos nombres del cine de acción se ha convertido en el “sonido” de la casa Marvel: Bryan Tyler (“Furious 7”). La sorpresa y el interés de los aficionados creció cuando en los primeros elementos publicitarios apareció acreditado un nombre más como “responsable de música adicional”: Danny Elfman (“Batman”, “Men in black”).

Finalmente, ambos compositores comparten crédito al mismo nivel, y su trabajo individual aparece acreditado específicamente en la banda sonora. Aproximadamente el 60% le corresponde a Tyler y el otro 40% a Elfman. Pero desde luego los aficionados no deben preocuparse, porque el resultado final es una absoluta gozada de acción y aventura. El sonido es grande, épico, orquestal y cargado de emoción, como debe ser una buena película de superhéroes. El trabajo de ambos es ejemplar. La banda sonora no da en absoluto impresión de tener a dos personas diferentes trabajando de manera independiente, el sonido es muy homogéneo aparte de ser una estupenda partitura de acción. Se aprecian detalles característicos de los dos, pero el resultado es pura acción Marvel. Tyler parece haberse encargado de proporcionar la base de estilo y sonido, especialmente la acción que inunda la banda sonora. El papel de Elfman parece más específico. Uno de sus grandes aciertos es incorporar el tema de Los Vengadores compuesto por Silvestri para la primera película en la partitura, mientras que proporciona el elemento más emocional. Eso no quiere decir que se olvide de la acción, probablemente el tema más destacado sea suyo, pero es uno de esos casos donde la suma de dos de los mejores compositores actuales da como resultado un estupendo trabajo.

 

“Astérix: La residencia de los dioses”

Otro conocido héroe también llega a nuestras pantallas. La nueva encarnación de Astérix, en esta ocasión en animación 3D, vuelve a adaptar una de sus conocidas historias de los cómics. “Astérix: La residencia de los Dioses” enfrenta a nuestra conocida pareja contra una de las peores amenazas de Roma: su civilización. En esta ocasión nos olvidamos de los previos intentos de adaptación a imagen real de los personajes y disfrutamos de una puesta al día de las clásicas adaptaciones animadas de los cómics, pero realizadas para la nueva generación. Incluso su director se planteó utilizar al habitual compositor de las mismas, Gerard Calvi, para que se encargara de la banda sonora. Finalmente lo ha hecho uno de los más destacados compositores de nuestro país vecino, Philippe Rombi.

A pesar de ser Rombi el encargado, me queda la duda de si la idea se ha mantenido más cercana a las películas de animación que a las de imagen real, especialmente al escuchar la música. Su sonido y estilo está fuertemente ligado a la acción de los personajes en la película. Este estilo clásico, conocido como “mickey-mousing”, es el principal de la partitura, lo cual la hace muy entretenida y divertida, pero en ocasiones difícil de disfrutar completamente en su escucha aislada, alejada de las imágenes. La inclusión de un sonido bossa-nova / lounge tampoco ayuda demasiado. Musicalmente está muy alejado del resto de las piezas, y aunque probablemente el momento sea muy divertido en pantalla, no funciona igual sin ver las imágenes. Rombi consigue proporcionar a la música la clase y estilo habituales en él, una pena que no haya tenido más libertad aún para proporcionársela a la música.

 

“Lecciones de amor”

Muy alejados de estos héroes de cómic se encuentran los profesores encarnados por Clive Owen y Juliette Binoche en “Lecciones de amor” (“Words and pictures”). Unos de esos héroes reales de los que hablaba al principio, y que deciden enseñar a sus estudiantes mediante una batalla personal –que se transforma en historia de amor–, si son mejores las palabras o las imágenes a la hora de expresar los sentimientos y contar una historia, según indica el titulo original del nuevo drama romántico dirigido por Fred Schepisi (“La casa Rusia”).

El responsable de su banda sonora es el compositor australiano Paul Grabowsky, habitual colaborador del director, al que tenía muy perdida la pista desde la miniserie para televisión del “Arca de Noé” a finales de los 90. En esta ocasión se ha encargado de crear una pequeña y delicada composición cargada de emoción y sentimientos. La sensación de delicadeza y cuidado que destila la música es una absoluta delicia, una de esas partituras que no molesta escucharlas una y otra vez. Un precioso tema principal desarrollado en lo que parece un “glockenspiel” interpretado como si fuese un piano, junto a cuerdas y flauta, que proporciona una encantadora sensación de diversión y vida, que ilumina todo. A pesar de su sencillez, la música va haciéndose más y más delicada según el romance va creciendo. Una de esas músicas que simplemente quieren proporcionar magia a la vida normal. Una partitura que no quiere ser más de lo que es, y cuya sencillez y sinceridad son su principal valor.

Aquí os dejo, acompañados de buena música y de buenas historias. Llega la primavera, época de cambio y de disfrutar aun más de todo lo que nos rodea. No olvidéis hacerlo rodeados de esos héroes reales que todos conocemos y que se encuentran a nuestro lado.

 

 

Anterior entrega de El Club de las BSO: Joyas que se estrenaron tarde (I)

 

Artículos relacionados