El Club de las BSO: Michel Legrand, la veteranía que marca la diferencia

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“Prueba de la maestría de Legrand en su trabajo con la música, es la pieza a solo piano, imitando la música de las viejas películas mudas en ‘La cure’, o la inclusión de los tonos de jazz improvisado que identifica con uno de los protagonistas en ‘Guet-Apens’. Pero la magistral es ‘Un moment de Grace’”

 

 

La música de los estrenos de esta semana viene marcada por Nick Cave y Warren Ellis, Marco Beltrami y el veterano Michel Legrand, que se hace cargo de la banda sonora de “El precio de la fama”. Por Fernando Fernández.

 

 

Una sección de FERNANDO FERNÁNDEZ.

 

 

Empieza el otoño, aunque aún no se vean demasiadas hojas caídas en las aceras. Y sigue habiendo gran variedad de estilos y gustos entre los estrenos. El que no encuentre algo que sea de su gusto y de buena calidad, es que es una persona más que difícil de contentar. Esta semana analizamos una mezclad e estilos musicales que cubren casi todo lo esperable, y aunque estemos en época de renovación, es un viejo maestro quien nos trae lo más destacado. Ya sabéis, “quien tuvo… retuvo”.

 

 

“Hitman: Agente 47”, música de Marco Beltrami

 

Primero toca el título convencional de la semana. Entre adaptaciones de cómics y superhéroes, los personajes de videojuegos también encuentran su espacio en nuestras salas. La historia de este asesino de élite que desde su concepción fue manipulado genéticamente para ser una perfecta máquina de matar y al que sólo se conoce por los dos últimos dígitos del código de barras que lleva tatuado en la parte posterior de su cuello. Afortunadamente, la historia nos obvia los cuarenta y seis clones anteriores, algo que podría hacer un poco repetitiva a la película. Pero lo curioso es que sea un nuevo reintento de llevar la saga a la pantalla. En 2007 ya tuvimos “Hitman”, que fue un desastre de crítica y público. Ahora nos llega nuevo director, nuevo reparto y equipo técnico, en un nuevo intento de crear una saga de este personaje.

Con este nuevo equipo técnico llega uno de los compositores más destacados de la actualidad como es Marco Beltrami. En esta ocasión, aunque la estética y los movimientos del protagonista intentan acercarse más a los que estamos acostumbrados por el videojuego, la música entra en un terreno más genérico del que el compositor nos tiene acostumbrados. Es una banda sonora cuyo primer elemento es destacado, tras escucharla queda en evidencia que no tiene ese toque especial que Beltrami sabe dar a sus trabajos. Música intensa y cargada de acción, con un tono bastante duro y sombrío, pero sobre todo sobrecargada de electrónica. Muy afilada, muy evidente y cubriendo a la orquesta en momentos. Una de esas bandas sonoras que debe funcionar maravillosamente en la película, cargada de acción y tensión, pero que ofrece poco más de lo que escuchamos en bastantes otros títulos. Es más, casi podría decir que sorprende que la acción no sea el estilo principal. Destacan mucho más las piezas cargadas de atmósfera y suspense con la acción irrumpiendo para romperlas. Eso sí, siendo Beltrami, al menos algún momento se puede rescatar y se puede destacar. En ‘Katia’s theme’ se toma un respiro por primera vez, y genera un motivo que luego utiliza de manera muy dispersa en el resto de la banda sonora, llamando la atención especialmente porque luego ‘Point blank’ retoma la electrónica y la acción, pero aportando una línea melódica que parece insinuar un posible tema para nuestro protagonista. Pero desgraciadamente esos momentos son escasos, sobre todo cuando la banda sonora pierde fuerza en su segunda mitad, centrándose más en esos elementos de suspense que en los de acción. Probablemente una de las partituras menos destacables de entre las que nos ha regalado Beltrami este año.

 

 

“Lejos de los hombres”, música de Nick Cave & Warren Ellis

 

Un giro de 180 grados en todos los sentidos, y otra muestra de la variedad que nos llega. No ya por la película en sí, sino también musicalmente. Basándose en el relato corto “El extranjero” de Albert Camus, nos narra la historia de Daru. La protagoniza un profesor, hijo de españoles, que ayuda en su escuela a niños árabes a leer y escribir en francés en la Argelia de los años 50, en mitad de una guerra civil. Una mañana, le confían a Mohammed, un argelino acusado de asesinar a su primo y al que debe escoltar hasta Tinguit. Comenzando una especie de “road movie” que atraviesa las montañas del Atlas. Esquivando todos los obstáculos que se les presentan tejerán en el camino un estrecho vínculo de amistad.

El elemento más inesperado, es la presencia de los veteranos Nick Cave & Warren Ellis en este proyecto europeo. Aunque llevan varios años desarrollando trabajo y partituras para cine, no se prodigan demasiado y en este proyecto puede ser hasta curioso verles. Pero la verdad es que si analizamos las películas en las que han participado, tanto el estilo como la historia de ‘Loin des hommes’ les cuadra perfectamente. Probablemente esta sea una de las partituras más experimentales que hayan realizado hasta ahora. Desde luego una de las que “ambiental” es el único adjetivo adecuado para valorarla. Una banda sonora que en su conjunto puede generar, perfectamente, imágenes desérticas, abandonadas y duras. Incluso con esa voz másculina que aparece en su inicio, y ciertos tonos de violín, que favorecen la sensación étnica de la música. Pero dicha atmósfera es ideal para acompañar a la historia. En esta ocasión las intervenciones del violín de Ellis, y el piano de Cave consiguen además cargarla de un cierto tono melancólico y desesperado que ayuda tremendamente a que la atmósfera no sea simplemente eso: un ruido de fondo. Especialmente el tono casi elegíaco que destilan momentos como ‘Berzina’, ‘Farewell at tinguit’, ‘No class today’ y ‘Teacher’s farewell’ consiguen que la partitura alcance un punto destacado por encima muchas otras partituras electrónicas y ambientales. Puede no ser para todos los gustos y paladares. Y evidentemente, su tono sombrío y triste tampoco ayuda. Pero se siente como hay algo más detrás de la misma. Y consiguen transmitirlo y hacerlo parte de la historia

 

 

“El precio de la fama”, música de Michel Legrand

 

Y una película más que nos trae una historia más personal y compleja: la nueva de Xavier Beauvois tras “De dioses y hombres”, una especie de tragicomedia basada en un hecho real. A dos pobres hombres (dos emigrantes en Suiza) se les ocurre un loco plan viendo en la televisión el fallecimiento de Charles Chaplin: robar su cuerpo y pedir rescate a la familia para conseguir acabar con su sufrimiento. Una historia con toques cómicos, especialmente en lo referente a como se desarrolla el “secuestro”, pero que se vuelve amarga y difícil cuando se centra en las vidas de nuestros protagonistas.

El otro elemento de calidad es el veterano maestro Michel Legrand a los mandos musicales de esta nave (“Verano del ’42”, “Atlantic city” o “Los tres mosqueteros”). Para la misma Legrand utiliza su calidad y conocimiento musical de una manera magnifica desde la creación de un tema principal (‘La sortie de L’ombre (Ouverture)’) que remite a un Hollywood clásico, cargado de emoción y brillo que le proporciona a la historia un tono mucho más emocional y delicado de lo esperado. Legrand además aprovecha la “presencia” de la figura de Chaplin en la historia para incorporar la música de sus películas en la partitura. La más destacada, el reconocible tema de ‘Candilejas’, que incorpora a la banda sonora para dar ese toque emocionante y a la vez melancólico a la historia, con grandes momentos como “Chaplin”, pero no es la única que utiliza. Prueba de la maestría de Legrand en su trabajo con la música, es la pieza a solo piano, imitando la música de las viejas películas mudas en ‘La cure’, o la inclusión de los tonos de jazz improvisado que identifica con uno de los protagonistas en ‘Guet-Apens’. Pero la magistral (aunque pierde fuerza y sentido aislada de las imágenes de la película) es ‘Un moment de Grace’. Una de esas escenas sin diálogo, donde los rostros de los actores lo dicen todo, y la música nos desvela los sentimientos y sensaciones que pasan por su mente. ¡Incluso creando una cierta sensación de cacofonía!, pero con una razón y objetivos muy claros. Todo un gusto ver al maestro a sus 83 años que no pierde un solo toque de clase ni de calidad. Y por supuesto toda una gozada de banda sonora. Especialmente para los amantes del sonido clásico en las partituras cinematográficas.

Con esta banda sonora terminamos, aunque el Club sigue abierto para descubrir todo lo nuevo y que no nos pase desapercibido absolutamente nada que merezca la pena destacar.

 

 

Anterior entrega de El Club de las BSO: Solidez en la banda sonora de “El corredor del laberinto: Las pruebas”.

 

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