“El club de la élite”, de Esteban Navarro

Autor:

LIBROS

“Resulta atrayente el aire general, cercano y costumbrista. Las calles, los coches, bares, wikipedias, las canciones de Robe Iniesta que siempre están presentes en sus acciones”

 

esteban-navarro-26-03-18

Esteban Navarro
“El club de la élite”
MENOSCUARTO

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Buena jugada la de Ediciones Menoscuarto: se inventan una colección policíaca en la que lo único estable es la detective Sonia Ruiz y van pasando por ella los autores de más renombre en las coordenadas del “noir” español, Lorenzo Silva —que la inicia— o Andreu Martín. Así, a la personalidad inicial se van sumando poco a poco rasgos particulares de cada autor hasta componer un fresco colectivo. En las primeras páginas del primer volumen vemos a una Sonia recién separada, sin posibles y que decide abrir una agencia de detectives clandestina, con el apoyo de Pau, un jovenzuelo al que había hecho de canguro y que ahora domina tanto la informática que en el segundo volumen ya lo vemos trabajando en el CNI.

En este tercero, Sonia ya tiene oficina en una calle con no muy buena fama en Madrid y se dedica a investigar el asesinato de Luismi, su amante y también detective amateur, parece ser que relacionado con un Club de Lectura que han establecido personalidades importantes —jueces, mandos del ejército, presidentes de diputación y alcaldes—. Se mezclan en ello escritores locales y relaciones amorosas escondidas.

La novela es de ritmo ágil y trama sencilla. Tampoco hay grandes sorpresas ni perfil de personajes. Si acaso sorprende la presencia de un ama de llaves, extraída del imaginario del género policíaco clásico: digna, severa y que parece esconder algún misterio. Ella es quien les escoge las lecturas.

Lo que sí que resulta atrayente es el aire general, cercano y costumbrista. Las calles, los coches, bares, wikipedias, las canciones de Robe Iniesta que siempre están presentes en sus acciones y las explican. Así, Sonia Ruiz se convierte en nuestra heroína pop, una especie de Modesty Blaise trasladada al Madrid de 2018, pero que aún conserva esa sensación rural que pintaba las novelas de Plinio, ese sagaz policía municipal de Tomelloso. Si el lector no espera más que esto, se trata de una lectura agradable y perfecta en la resolución de sus objetivos.

Anterior crítica de libros: “Camino Soria”, de Edi Clavo.

 

novedades-marzo-18

Artículos relacionados