Doce canciones esenciales de Tina Turner que cimentaron su leyenda

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En homenaje a Tina Turner y su impresionante legado como reina del soul y el rock de la segunda mitad del siglo veinte, Xavier Valiño selecciona alguna de sus canciones más veneradas. Una carrera marcada por su inigualable talento vocal y su garra escénica. Así la recordaremos.

 

Selección y texto: XAVIER VALIÑO.

 

Tina Turner se subió a un escenario en 1956 para cantar el “You know me I love you” de B.B. King y ya no se bajó de él. Bueno, sí, en sus últimos años en Suiza, apartada del mundanal ruido. Pero antes, sobre todo durante los sesenta y setenta, fue una cantante explosiva en los discos que grabó, casi todos ellos con Ike Turner y, sobre todo, en sus apabullantes conciertos en directo. Luego se reinventó y llegó la etapa de grandes éxitos en solitario y de los grandes estadios a partir de 1983. Repasamos aquí una docena de las grandes interpretaciones que cimentaron su leyenda, con sus respectivas alternativas.

 

1.- “I’m jealous”, de The soul of Ike & Tina Turner (1961)

En su álbum de debut estaba la primera canción que Tina Turner grabó con Ike Turner, “A fool in love”, u otras gemas como “Chances are” o “I idolize you”. “I’m jelaous” lo abría, diciendo tanto de las virtudes de la Tina cantante, con una voz exuberante e incluso estridente, como de la vida que iba a llevar al lado del hombre con el que se casaría y grabaría unos veintitrés discos, ya que su letra recogía una historia de amor de una mujer por un hombre que no le conviene y que le provoca deseo, celos… y frustración.

Alternativa: “A fool in love”.

2.- “River deep, mountain high”, de River deep, mountain High (1966)

Con su séptimo álbum en seis años llegó su cumbre. Phil Spector llevó al paroxismo su muro de sonido y sabía que Tina Turner era la única capaz de cabalgar por encima de ese tsunami sónico. Le pagó veinte mil dólares a Ike Turner para que se mantuviera alejado del estudio y consiguió con ello su catedral musical teniendo a Tina al servicio. La ausencia del éxito que esperaba le llevó a dejar la producción durante bastante tiempo. A cambio, para Tina Turner se abrió su época más gloriosa, aunque la recompensa tuvo un precio: «Debí haberla cantado unas quinientas mil veces. Cada vez estaba más empapada de sudor. Tuve que acabar quitándome la camisa y quedarme de pie solo con el sujetador puesto para continuar».

Alternativa: “A love like yours (Don’t come knocking every day)”.

3.- “I’m a motherless child”, de Outta’ season (1968)

Puede que Tina Turner no destacase como compositora, tal vez porque Ike Turner no se lo permitía o, simplemente, porque no sentía la necesidad. No obstante, temas como este dejan claro que, cuando se ponía, era una excelente escritora de canciones. Fue el único tema compuesto por ella en su disco más blues (Outta’ season), y el primero que lleva su nombre en los créditos. Se trata de un tema religioso que parte del espiritual clásico “A city called heaven” (que cantó, por ejemplo, Mahalia Jackson, una de sus referentes), y en el que encontramos a una Tina más contenida y profunda. Sin duda, una de las joyas ocultas de su cancionero.

Alternativa: “Five long years”.

4.- “I’ve been loving you too long” (grabada en 1970 e incluida en la reedición del álbum Get yer ya-ya’s out!, de The Rolling Stones, 2009)

El disco citado anteriormente, Outta’ season, se abría precisamente con su versión de “I’ve been loving you too long” de Otis Redding, que este había compuesto junto a Jerry Butler. En directo era uno de sus momentos álgidos y, por eso, recuperamos aquí la interpretación que hicieron el 29 de noviembre de 1969 en el Madison Square Garden de Nueva York, documentado en la película Gimme shelter y recogida en la reedición 40º aniversario del disco de los Rolling Stones Get yer ya-ya’s out!. Tina solía simular sexo oral mientras la interpretaba, algo que llegó a hartarla, aunque sabía que a la audiencia le encantaba.

Alternativa: “Come together”.

5.- “Funkier than a Mosquita’s tweeter”, de Workin’ Together (1971)

Tina Turner también podía ser funky y esta canción lo demuestra. Escrita por su hermana Alline Bullock y emplazada como cara B de su adaptación de “Proud Mary”, contó también con una versión de Nina Simone. Sin embargo, parece más apropiada para Tina Turner y, probablemente, su hermana ya sabía algo de los abusos a los que la sometía Ike cuando escribió eso de «no eres más que un viejo sucio, sucio», sobre un hombre que le promete el cielo y la gloria a su pareja cuando lo que le da es todo lo contrario.

Alternativa: “Ooh Poo Pah Doo”.

6.- “Proud Mary”, de Workin’ together (1971)

Es uno de los casos más evidentes de cómo un artista se apropia de la canción de otro: desde que la incorporaron a sus directos en 1970, el tema de Creedence Clearwater Revival adquirió otra dimensión. Tina inicialmente la canta más despacio que la original y, luego, la sección de metal de la banda se pone en marcha a toda velocidad, mientras ella ataca la letra de nuevo a un nuevo ritmo frenético que remodela por completo el tema, mostrando sus habilidades vocales y una energía tan poderosa que se manifiesta incluso en la grabación de estudio. No obstante, aquí preferimos el directo, como esta actuación en el programa Midnight special de febrero de 1973. Su interpretación de la canción resultó tan definitiva que su compositor, John Fogerty, llegó a temer que el mundo olvidara que él había tenido algo que ver con la misma.

Alternativa: “Workin’ together”.

7.- “Nutbush city limits”, de Nutbush city limits (1973)

Compuesta por Tina, “Nutbush city limitshabla de sus experiencias al crecer en el pequeño pueblo de Nutbush, Tennessee, en un entorno religioso, y su deseo de escapar a la ciudad. Con un riff de clavicordio eléctrico, un sintetizador Moog chillón y una guitarra rítmica muy glam —que se rumorea la tocó Marc Bolan de T. Rex—, fue el último éxito de Ike y Tina Turner, tres años antes de separarse definitivamente.

Alternativa: “Up in heah”.

8.- “Sweet Rhode Island red”, de Sweet Rhode Island red (1974)

En la línea del anterior single, “Sweet Rhode Island red” se mueve también en los parámetros del rock funk, revestido también por el sintetizador Moog, con espacio para que Tina Turner se luzca en plenas facultades, mientras que Ike y la banda le proporcionan un colchón rítmico a punto de estallar. Compuesta por Tina Turner, como la mayoría de las canciones del álbum, fue el single que le dio título.

Alternativa: “Baby, get it on”.

9.- “Sexy Ida (Part 1 & Part 2), de un single de 1974.

Aunque fue grabada durante las sesiones del álbum Sweet Rhode Island red, no apareció en el disco y acabó siendo editado en single con dos partes repartidas entre ambas caras del vinilo. Escrita por Tina, la primera parte suena más funk y la segunda más glam; de hecho, esta cuenta con Marc Bolan en la guitarra. Curiosamente, y a pesar de no ser suya, Ike Turner la grabaría en solitario, en 1996, con la voz principal de Patrick Gammon y Anita Davis para su álbum My bluescountry. Lo que prueba este funk húmedo es que, por horrible que fuese su vida privada, en el estudio Ike y Tina se entendían perfectamente sin necesidad ni de hablarse.

Alternativa: “Shame, shame, shame”.

10.- “Acid queen”, de Acid queen (1975)

En su álbum Tommy de 1969, The Who incluían esta canción compuesta por Pete Townshend. Seis años después, esa toma quedó como demasiado constreñida cuando Tina Turner incluyó su versión en la banda sonora de la película del mismo título, dirigida por Ken Russell, haciendo honor a ese nombre (“La reina ácida”), con una grabación mucho más amenazante y salvaje, transformándola en algo hasta entonces impensable. Ese mismo año Tina Turner lanzaba su segundo disco en solitario —todavía con Ike en la producción— y le daba el título de esa canción, incluyendo una versión todavía más cruda y efectiva.

Alternativa: “I can see for miles”.

11.- “The bitch is back”, de Rough (1978)

Otra toma explosiva de una canción ajena y que, además, le venía al pelo. Compuesta por Elton John, Tina la grabó en 1978 para su tercer álbum en solitario y, lo que es más relevante, el primero tras su divorcio de Ike Turner; así que nada más adecuado que un título como “La perra ha vuelto”. En 1991 la grabó de nuevo para el álbum tributo a Elton John, Two rooms. Celebrating the songs of Elton John & Bernie Taupin, aunque la que realmente cuenta es la primera adaptación.

Alternativa: “Delilah’s power”.

12.- “Let’s stay together, de Private dancer (1984)

En 1983, Tina Turner, ya divorciada de Ike, no terminaba de reconducir su errática carrera como solista. El momento crucial en ese regreso llegó al conocer a los miembros del grupo de pop electrónico británico Heaven 17. Martyn Ware and Glenn Gregory buscaban una voz para la última canción de un álbum de versiones que tenían planeado y Tina estaba sin contrato discográfico, así que las conversaciones fructificaron. Cuando Tina entró en los estudios Abbey Road, no había ni un músico allí. «¿Y dónde está el resto de la banda?», les preguntó ella, que esperaba encontrar una orquesta al estilo de las de Phil Spector. Primero grabaron “Ball of confusion”, de The Temptations y, después, “Let’s stay together”, de Al Green, que se convertiría en su primer éxito en una década. Luego llegaría el álbum Private dancer, en el que se incluyó, y lo que vino después fue un éxito aún mayor que lo que había vivido anteriormente, algo por todos conocido.

Alternativa: “Private dancer”.

BONUS TRACK

“Goldeneye”, de Wildest dreams (1996)

De las tres siguientes décadas de grabaciones exitosas y giras multitudinarias de Tina Turner, rescatamos esta canción para la mejor película de Bond protagonizada por Pierce Brosnan. Después de que la banda sueca Ace of Base declinara componer la canción principal de la banda sonora, The Edge y Bono, de U2, se pusieron a ello. Sin embargo, parece que lo que le pasaron a Tina Turner fue poco más que una maqueta sin mucho a lo que agarrarse. «No era una maqueta muy completa, faltaba que alguien acabara de armar la música. Me pregunté cómo podía darle forma a aquello, que no me mostraba cuál era la melodía. Tuve que trabajar muy duro. Fue entonces cuando supe que podía cantar cualquier cosa que se me pusiera por delante». Sus estrofas son una clase magistral de moderación, después de tantos años haciendo alarde de su voz, aunque Tina Turner se permite dejar para el final una de esas notas agudas y roncas que resumen toda su carrera.

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