Discos: «Viravolta», de Apenino

Autor:

«Vuelca en palabras y armonías algo tan difícil como la emoción, la actitud ética y la defensa de lo sólida que es la evanescencia»

apenino-05-01-15

Apenino
«Viravolta»
JABALINA

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Dar Ful Ful dejó al principio del nuevo milenio una obra escasísima, pero llena de especial sensibilidad y un grupo de admiradores que conservan como una luz especial aquella aleación de electrónica e íntima y suave desazón. De las cenizas del dúo ha seguido Xavi Font con sus canciones en Piano y, sobre todo, Marco Maril que con Apenino consigue su proyecto más longevo. En este 10”, “Viravolta”, se percibe un cierto giro expresivo en su pop de caudal cálido hasta llegar a conseguir seguramente su trabajo más consistente, de más perfilada belleza, de solvente valentía.

En principio, las letras son en gallego, una lengua que fluye en las canciones de forma natural y que le separa de los recuerdos de Carlos Berlanga y Family –que por otra parte se conservan para vestir ‘Todo aquilo’ con ideas de protesta social– para acercarlo, por ejemplo y pásmense, a Andrés do Barro. Un Andrés do Barro del que apunta, aun lejanamente, su parte más lírica en ‘Conversa ultramarina’.

Un espíritu más juvenil se desarrolla en ciertos aires, el de ‘Mirada atlántica’, para hacer frente a una estremecedora historia de amor, y un tono infantil y circense se despliega para envolver el compromiso político de ‘La estafa social’. Pero donde resulta más delicado, más atento a construir parajes de  calado ensoñador es en los momentos en los que lo acompaña una voz femenina. De ahí surgen la magnética miniatura que es ‘Opresión’ y sobre todo en la versión de ‘La leyenda del tiempo’, por supuesto, no hay en ella la voz desgarrada de Camarón ni el sabor terroso, pero la voz de Mónica Vacas, la que fuera cantante de Mus, le proporciona una natural elegancia, una serenidad plácida.

Seguramente no llegará a mucha más gente este disco de la que ya explora territorios independientes, de la que está atenta a la sutilidad en el pop: algo tremendamente injusto ante un mundo personal y confortable, mucho más amplio que en sus anteriores discos, que vuelca en palabras y armonías algo tan difícil como la emoción, la actitud ética y la defensa de lo sólida que es la evanescencia.

Anterior crítica de discos: “Nobocop”, de Javier de Torres.

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