Discos: «Sintónicos», de Sintónicos

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«Parece que inventan otra vez que con unas guitarras y unas voces puedes llegar a tocar las fibras de la emoción y la energía»

sintonicos-25-02-14

Sintónicos
«Sintónicos»
ROCK INDIANA

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

El oyente del nuevo disco de los madrileños Sintónicos no puede dejar de observar que son nuevos y viejos, que no revela su música nada que no se haya descubierto anteriormente y que a la vez la hacen con una claridad y una ilusión que lo convierte todo en recién estrenado. Parece que inventan otra vez que con unas guitarras y unas voces puedes llegar a tocar las fibras de la emoción y la energía sin salir de una misma nota, de un mismo tono.

Acotemos espacios. Sintónicos es un grupo en el que milita Pablo Carrero, gerente del sello Rock Indiana, así que las once canciones del disco han de ajustarse a los patrones que propone en las producciones de su discográfica; más que nada porque es el diseño estético que ha escogido; en sermo vulgaris, lo que le gusta. Así pues, marca con su sello once rodajas de pasiones y aficiones que le han acompañado desde siempre.

Y lo primero es Mamá, el grupo de José María Granados que parece definir la quintaesencia del disco de Sintónicos. Así es, muchas canciones suenan a ellos. Ahí está, desde el principio, ‘Asuntos Internos’, pop de guitarras, historias sentimentales, melodías que se hinchan llenas de oxígeno. No solo recuerdan al grupo madrileño, sino que a veces hay momentos que son puro Teenage Fan Club y otros que reposan y rebosan como esos registros de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán que aparecen en ‘Recovecos’, con esa ternura de electricidad melancólica y chulesca.

Y a partir de aquí se suceden y se solapan registros, algunos más acelerados, otros con más ligereza, de golpe algún toque más sorprendente, como esa mezcla de la dejadez folk de Neil Young y la elegancia de Roy Orbison en ‘Mientras el humo cae’. Y de golpe, las canciones redondas, siempre las hay, y aquí emerge introducida por una delicada acústica que abre la puerta a una melodía evocativa, precisa en su sencillez y limpieza. Parece seguir el camino de ese experimento olvidado que allí por la nueva ola atendían por Tótem, otros de los malogrados. La canción se llama ‘Medio instante’.

Lo cierto es que se manejan mejor en los medios tiempos, cuando templan la canción y pueden discurrir serenos, es lo que sucede en ‘Noches de luna y media’ o en la casi balada final ‘Bajo el aguacero’, y aún así se agradecen los momentos de mayor energía como ‘Retroactividad’.

Seguramente Sintónicos no salen de unos esquemas ya trabajados desde los sesenta, pero saben hacer un perfecto cóctel para ponerlos todos brillantes, con un tono especial de color y un regusto entre burbujeante y suave.

Anterior crítica de discos: “Off the ground”, de Paul McCartney.

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