Discos: “Sierra y Canadá”, de Sidonie

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«Hay que celebrar que hayan sido tan valientes de abrazar el cambio y de que a la vez hayan conseguido seguir firmando las canciones que esperamos de ellos»

sidonie-31-03-14

Sidonie
“Sierra y Canadá”
SONY

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

Sidonie es una banda que desde que se pasó del inglés al castellano no ha dejado de crecer y de ganar enteros, convenciendo con su música, buenas maneras y actitud. Sus últimos cuatro discos son esenciales para saber a qué puede sonar el rock español cuando se abraza tanto la tradición como al futuro. Creo que pocas veces se apunta a esa vertiente popular que hace de sus melodías algo muy curioso dentro del panorama español, cuando precisamente ese es su gran punto fuerte, el que les permite ir probando sonoridades sin dejar que estas tomen el control de sus canciones y filosofía.

Por ello ahora pueden grabar un disco como el que nos ocupa, saltando a la electrónica para impedir que el aburrimiento haga mella en su producción. Para un músico, comenzar a componer con un instrumento que no domina es una nueva fuente de energía creativa puesto que abandona ideas preconcebidas pero partiendo de la experiencia. Muchas veces, la creatividad se ve perjudicada por moldes irrompibles que no dejan a nuevas canciones correr. Sidonie no habían dado muestras de fatiga o agotamiento –su último trabajo, “El fluido García” era un espléndido ejemplo de rock pop con tintes psicodélicos–, por lo que cabe celebrar aún más su gozoso atrevimiento. Realmente, se echa mucho de menos que los músicos den este tipo de giros tan estimulantes para ellos y para su audiencia.

¿Realmente han cambiado tanto Sidonie con este disco? Instrumentalmente es un punto y aparte, desde luego. Rompen con los mimbres que solían emplear. Pero por otro lado, las canciones siguen siendo cien por cien Sidonie, desde su ácido sentido del humor a su surrealismo pasando por sus confesiones a pecho descubierto y su esencia melódica. Por ello, nadie debería llevarse las manos a la cabeza ante la innovación sonora que supone “Sierra y Canadá”, hay que celebrar que hayan sido tan valientes de abrazar el cambio y de que a la vez hayan conseguido seguir firmando las canciones que esperamos de ellos.  

No solo les ha dado por hacer saltos mortales con una carrera consolidada a sus espaldas, sino que lo hacen en momentos de crisis en el negocio cuando pocos se atreven a jugarse la cabeza. Bueno, pues aquí hay tres tipos colocándose en una guillotina musical de la que salen bien parados y reforzados. Incluso podemos decir que, en lo que se refiere a producción, “Sierra y Canadá” es su trabajo más redondo.

Anterior crítica de discos: “El Cariño”, de Modelo de Respuesta Polar.

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