Discos: “Once more ‘round the sun”, de Mastodon

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«Un disco duro, con matices, capaz de enganchar a los que no han tenido por qué escuchar a los tótems del género en su vida»

mastodon-14-07-14

Mastodon
“Once more ‘round the sun”
WARNER

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

Mastodon solo empezaron a ser una buena banda cuando se dejaron de tonterías, cuando decidieron que la variedad vocal hacía de sus canciones algo más atractivo, cuando escogieron dejar de demostrarse (tan) brutales, cuando se dieron cuenta que la melodía ni les debilitaba ni hacía que se les corriese la tinta de los tatuajes. Ahí fue cuando Mastodon comenzaron a sonar clásicos y perfilarse como una de las poquísimas formaciones de metal actual capaces de recoger el testigo de las leyendas del género.

Lo cierto es que tardaron poco en reaccionar, con su segundo disco se centraron y con su cuarto, “Crack the skye”, dieron el salto definitivo hacia un sonido que aglutinaba a Black Sabbath y Pink Floyd en una masa dura con estribillos que se podían cantar. Lo curioso es que, sin pretenderlo, en ellos se da el efecto beatle y cada miembro de la banda es una personalidad marcada y distinta, casi todos cantan y tienen una imagen y actitud diferenciadora, algo que no se veía en el metal desde… ¿Metallica, tal vez?

El single ‘High road’ avanzó este “Once more ‘round the sun” y subió las expectativas con ganas. Era una de las mejores canciones jamás grabadas por unos Mastodon que llevaban ya tiempo pariendo discos perfectos de cabo a rabo o al menos más asimilables. Es de suponer que su base más dura de fans les preferirían guturales como animalucos, pero la verdad es que sus últimos tres álbumes –este nuevo incluido– han hecho de ellos algo relativamente más asimilable, más emocionante y mucho más interesante.

“Once more ‘round the sun” vuelve a ser exactamente lo que el mundo de la música popular necesitaba, un disco duro, con matices, capaz de enganchar a los que no han tenido por qué escuchar a los tótems del género en su vida. Eso es grandeza, eso es algo que no está al alcance de todos. Un buen ejemplo es ‘The motherload’, aunque luego sigan siendo capaces de componer piezas hipnóticas como ‘Asleep in the deep’, con un estribillo a varias voces en el que distintas melodías se enganchan unas con otras mientras la cabeza del oyente se va a dios sabe dónde. Espectacular.

Y los tíos lo hacen bien, porque simplemente han relajado su propuesta sin abandonarla en absoluto. Siguen sonando a Mastodon, siguen haciendo honor a su nombre, lo que ocurre es que ahora saben entender las canciones de una manera que antes no podían y lo más interesante es que hayan conseguido derivar su propuesta inicial hasta lo que son hoy en día.

Anterior crítica de discos: «Childhood home», de Ben & Ellen Harper.

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