Discos: “Enclosure”, de John Frusciante

Autor:

«No tantea espacios, te lleva a otra dimensión situada en algún lugar de la rica mente de su autor»

john-frusciante-enclosure-20-05-14

John Frusciante
“Enclosure”
CAROLINE INTERNATIONAL P&D

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

El nuevo disco de John Frusciante es una hermosa locura pero locura al fin y al cabo. Sí, es un disco, tiene sus canciones separadas y obviamente son canciones distintas, pero el nexo sonoro entre todas es tan fuerte que la sensación es la de estar escuchando un mural musical de corrido. No es nada malo, de hecho “Enclosure” es un muy buen trabajo, pero es exigente, duro y complicado. Frusciante ya ha dejado de ser guitarrista para ser músico en toda su extensión, esta vez enamorado de la electrónica y texturas, insertando parajes emocionales dentro de la máquina y las programaciones. Y sabe hacerlo. La percusión detona ritmos efervescentes para que arreglos de guitarras filtradas y teclados burbujeantes jueguen creando, junto la voz del músico, canciones bien estructuradas que, no obstante, resulta imposible imaginarse en otro contexto. Eso no limita la escucha, las canciones se amoldan a su armazón sintético, pero es fácil imaginárselas saliendo de esta armadura futurista para ser interpretadas de cualquier otra manera. Las hay quizá más fundidas con la instrumentación, más esclavas de la forma, pero desde luego otras, como ‘Sleep’, ‘Zone’ o la preciosa ‘Fanfare’, vuelan solas a donde les dé la gana.

“Enclosure” es un álbum de emociones y sentimientos, una visión de la belleza y el dolor del mundo mediante una estética artificial y caliente, es el corazón de la máquina. De hecho las partes más experimentales, irónicamente, son aquellas en las que las baterías orgánicas empiezan a remover el caldo para que ver qué ocurre ahí, en la parte final del álbum. Una oída a ‘Cinch’ puede explicaros esta paradoja que sin duda es interesantísima. La genialidad de Frusciante ya está fuera de cualquier cerco, de nombres de bandas grandes e instrumentos. Preparaos para “Enclosure”, es un viaje muy excitante, que no tantea espacios, te lleva a otra dimensión situada en algún lugar de la rica mente de su autor.

Anterior crítica de discos: “Canciones para nadie”, de La Cena.

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