Discos: “Defenders of the faith”, de Judas Priest

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Lo más interesante de esta reedición de “Defenders of the faith” es su precioso empaque y el doble álbum inédito en vivo que incluye prácticamente un “best of” de Judas Priest hasta el momento, es decir, un recorrido bastante completo por algunas de sus mejores piezas”

 

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Judas Priest
“Defenders of the faith”
SONY (Original 1984 – Reedición 2015)

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

Judas Priest tienen una ventaja fundamental en el heavy metal como género, y es que son los pioneros, los primeros en definirlo como tal. Por favor, dejemos a Black Sabbath a un lado, que su grandeza es otra y precursores fueron, pero los que crean el heavy metal son Judas Priest. Por ello su música será distinta a la de los demás, especial, natural y con un componente netamente rockero básico. Sus últimos ventitantos años han sido escabrosos, ciertamente: pérdida de su cantante original, regreso de este para nunca volver alcanzar la gloria pasada y discos recientes llenos de los tópicos más manidos han hecho poco por recordarnos que Judas Priest son una banda a tener en cuenta. Afortunadamente, lo que nos ocupa hoy es una reedición sobresaliente y esencial.

En 1984 “Defenders of the faith” sucedía al exitoso álbum “Screaming for vengeance” con el que habían reventado EEUU, el mercado a conquistar para toda banda británica. Un vasto territorio, un idioma común, una gran oportunidad. Puede que el éxito de “Screaming for vengeance” impidiera que “Defenders of the faith” brillara más, aunque este fuera un disco tan notable como aquel, incluso superior. Judas Priest ya tenían su sonido metálico rediseñado con aristas gruesas bien pulidas y con su nueva obra siguieron la misma dirección que les había llevado al triunfo, aunque como compositores habían mejorado aún más. La alineación formada por el cantante Rob Halford y los guitarristas K.K Downing y Glenn Tipton era un equipo de escritura ganador y, por otro lado, el productor Tom Allom ya les había cogido el molde. Y en “Defenders of the faith” había poca fantasía y cuando la había era en forma de relato crudo, como en la distópica ‘The sentinel’. El grueso se repartía entre declaraciones de independencia e individualismo personal que había que saber leer correctamente (‘Freewheel burning’, ‘Rock hard, ride free’) más un par de toques seductores (‘Love bites’) y sentimentales (‘Night comes down’) que acababan de dar forma a lo que no era más que la vida de unos tipos en la carretera, en un oficio que demandaba dejarse el alma en el rito que es la creación y en la ceremonia que son los conciertos, pagando una factura que incluye aislamiento y pérdida de raíces, quedando sólo la autoafirmación como base existencial.

Al margen de un sonido remasterizado, lo más interesante de esta reedición de “Defenders of the faith” es su precioso empaque y el doble álbum inédito en vivo que incluye prácticamente un “best of” de Judas Priest hasta el momento, es decir, un recorrido bastante completo por algunas de sus mejores piezas. Grabado en California en 1984, a lo largo del show suena el disco a presentar casi entero, aderezado por viejos clásicos como ‘Sinner’ y ‘Victim of changes’ más otras relativamente recientes que ya eran himnos como ‘Electric eye’ o ‘Metal gods’.

Anterior crítica de discos: “Rebel Heart”, de Madonna.

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