Diez versiones esenciales de Leonard Cohen (I)

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Tras escuchar una selección de las mejores adaptaciones al castellano de Leonard Cohen, Xavier Valiño recoge diez versiones recomendables del repertorio del músico canadiense.

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Más de 3.000 versiones son las que hay contabilizadas oficialmente de las canciones que dejó escritas Leonard Cohen. Las últimas dos semanas hicimos un repaso por las mejores adaptaciones en castellano de sus temas. Toca ahora el turno para aquellas versiones hechas en inglés de sus 20 mejores canciones. Hoy, las primeras 10.

 

1. ‘Ain’t no cure for love’, por Aaron Neville (“Tower of Song. The Songs of Leonard Cohen”, 1995).

La banda de la que formaba parte con sus hermanos, The Neville Brothers, grabó una versión superior de ‘Bird on a wire’. Años después, la exquisita voz de Aaron Neville revistió, como ninguna otra y con cierto sabor country, esta oda al amor para el que “no existe cura”, como dice su título sin doble sentido. Un año antes de que Leonard Cohen la incluyese en su disco “I’m your man” de 1988, Jeniffer Warnes la había grabado y editado en su álbum “Famous blue raincoat” con parte de la letra modificada respecto a la que luego cantaría Cohen.

Alternativa: Jennifer Warnes.

2. ‘Avalanche’, por Nick Cave & The Bad Seeds (“From her to eternity”, 1984).

El artista de quien Nick Cave ha hecho más versiones es, sin duda, Leonard Cohen. Ahí están ‘I’m your man’, ‘Tower of song’, ‘Diamonds in the mine’, ‘Don’t go home with your hard-on’, ‘Dress rehearsal drag’, ‘Memories’, ‘Just like a king’, ‘There is a war’, ‘Suzanne’… Por si quedaba alguna duda de su interés por Cohen, su adaptación de ‘Avalanche’ abría su álbum de debut en 1984, en su etapa más visceral y tormentosa. La letra era un poema de Cohen interpretado tocando la guitarra con un estilo sincopado para su disco Songs of Love and Hate (1971).

Alternativa: Marissa Nadler.

3. ‘Bird on the wire’, por Johnny Cash (“American recordings”, 1994).

Grabada para “Songs from a room” (1969), la canción encontró su inspiración a partir de un pájaro posado en uno de los cables de teléfono que acababan de instalar en la casa que Cohen tenía en la isla griega de Hydra. Además de versiones conocidas de k.d. Lang, Fairport Covention, Willie Nelson, Judy Collins o la ya citada de The Neville Brothers, hay dos adaptaciones que destacan por encima de las otras: la del renacido y profundo Johnny Cash de sus “American recordings”, hecha con el productor Rick Rubin en el esplendoroso ocaso de su carrera, y la de Joe Cocker.

Alternativa: Joe Cocker.

4. ‘Chelsea Hotel #2’, por Lana del Rey (single, 2013).

“La única indiscreción de mi carrera” aseguraba Cohen arrepentido a mitad de los años 90, por haber desvelado que la protagonista de su encuentro sexual bien detallado (“te recuerdo bien en el Hotel Chelsea, haciéndome una felación en la cama sin hacer) era Janis Joplin. Incluida en “New skin for the old ceremony” (1974), Lana del Rey la grabó en 2013 y su interpretación acústica y frágil logra hacer parecer que fue compuesta expresamente para ella.

Alternativa: Lloyd Cole: ‘Chelsea Hotel #2’.

5. ‘Dance me to the end of love’, por Madeleine Peyroux (“Careless love”, 2004).

Madeleine Peyroux grabó una versión de aires jazz en 2004, cercana al espíritu de Billie Holiday. El original, que partía de un ritmo griego, la incluyó Leonard Cohen en su álbum de 1984 “Various positions”. La letra, más que con el amor, tiene que ver con el Holocausto, según reconoció su autor al afirmar que parte de “saber que en los campos de concentración, al lado de los crematorios, un cuarteto de cuerdas era obligado a tocar música clásica mientras sus compañeros de prisión estaban siendo asesinados y quemados”.

Alternativa: Thalia Zedek.

6. ‘Everybody knows’, por Rufus Wainwright (“Leonard Cohen: I’m your man”, BSO).

La relación de Rufus Wainwright con la familia Cohen es muy estrecha: además de tratar habitualmente a Leonard, Rufus es amigo desde la infancia de su hija Lorca y padre biológico de la hija de esta última. Además, ha hecho versiones de, entre otras, ‘Chelsea Hotel #2’, ‘Hallelujah’ o ‘Everybody Knows’, canción que Cohen había incluido en el disco I’m Your Man (1988). Descrita como una «sombría profecía sobre el fin del mundo tal y como lo conocemos», su letra incluye menciones al SIDA y distintas problemas sociales en medio de, cómo no, diversas referencias religiosas.

Alternativa: Concrete Blonde.

7. ‘Famous blue raincoat’, por Tori Amos (“Tower of song. The songs of Leonard Cohen”, 1995).

Compuesta en el formato de carta y publicada en “Songs of love and hate” (1971), relata un triángulo amoroso entre el narrador, una mujer llamada Jane y un destinatario masculino que es identificado como “mi hermano, mi asesino”. El famoso impermeable azul al que se refiere su título era del propio Cohen: comprado en Londres en 1959, fue robado en el desván de su amante noruega Marianne Ihlen a comienzos de los 70. La versión más recordada la grabó Tori Amos, aunque cuenta con otras de Joan Baez, The Handsome Family, Lloyd Cole, Marissa Nadler, Judy Collins o Perla Batalla.

Alternativa: Nina Persson.

8. ‘First we take Manhattan’, por R.E.M. (“I’m your fan, the songs of Leonard Cohen”, 1991).

¿Visionario Cohen hablando de gente que quiere tomar Manhattan? En su día explicó que esta canción “es una respuesta al terrorismo. Hay algo de esta práctica que siempre he admirado, como el hecho de que no haya coartadas ni compromisos. Esa posición siempre me ha resultado atractiva. No me gusta cuando esto se manifiesta en el plano físico ni me agradan las actividades terroristas, pero compramos el terrorismo psíquico”. En 2001, un mes después de los atentados del 11 de septiembre, un fan cuestionó a Cohen, a lo que este le contestó sutilmente: “Podría ser entendida como el examen de la mente de un extremista. En cierto sentido, es mejor canción ahora de lo que fue antes”. Incluida en su disco “I’m your man” de 1988, había sido grabada un año antes por Jennifer Warnes con la guitarra rabiosa de Steve Ray Vaughan. R.E.M. hizo una interpretación recia y más eléctrica, una de las adaptaciones más viradas al rock que se hayan hecho de sus canciones.

Alternativa: Jennifer Warnes.

9. ‘Hallelujah’, por Jeff Buckley (“Grace”, 1994).

Es, sin duda, el tema de Cohen que más versiones ha tenido, por cientos de artistas y en todos los idiomas. Lo cierto es que este poema basado en historias bíblicas y relatos antiguos, en el que muestra sus inquietudes existenciales y expresa la gloria y la desdicha que trae consigo el amor, había quedado un tanto olvidado en su repertorio tras aparecer en “Various positions” (1984). Fue la intensa –y superior– versión de Jeff Buckley, siguiendo la que John Cale había hecho tres años antes, la que le dio mayor proyección, hasta convertirse en el mayor clásico del cancionero de Cohen.

Alternativa: John Cale.

10. ‘Hey, that’s no way to say goodbye’, por Roberta Flack (“First take”, 1969).

Compuesta en el Hotel Penn Terminal de Nueva York, en una habitación en la que no se cerraban las ventanas y el radiador no dejaba de silbar, y en medio de una disputa con una rubia –“la mujer equivocada, como era habitual”, tal y como él la definió–, esta canción iba dirigida a su amante Marianne. De título explícito, ‘Eh, esa no es manera de decir adiós’, apareció en su debut “Songs of Leonard Cohen” (1967).

Alternativa: Judy Collins.

 

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