Diez versiones de Édith Piaf



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Protagonista del número 7 de “Cuadernos Efe Eme”, el influjo de Édith Piaf se refleja en las innumerables versiones que se han hecho de su repertorio, desde Iggy Pop a Louis Armstrong o la mismísima Ana Curra. Por Sara Morales.

 

Selección y texto: SARA MORALES.

 

Muchos han sido los músicos y cantantes que han sucumbido a la pasión desgarrada de Édith Piaf, la musa de la chanson française. Ese híbrido mágico de realismo y tragedia con el que conmocionó al mundo, dotando de luz las catacumbas de la condición humana y de contradicciones a las relaciones que la conforman. Del puño y letra de Édith no nacieron demasiadas canciones, aunque sí la más emblemática: ‘La vie en rose’. Sin embargo, fueron su voz y su dramatismo interpretativo los que llevaron de la mano al éxito a muchas de las composiciones que diversos autores de la época escribieron para la cantante y que esta terminó convirtiendo en propias. Como la mujer transgresora que fue, no sorprende que su legado se haya hecho un sitio en la memoria de escenas tan dispares como el pop, el punk o el rock. En los artistas de tal talla, su obra respira más allá de etiquetas y cronologías para asentarse perenne en el repertorio mundial.

 

1. Iggy Pop: ‘La vie en rose’.

Ni siquiera él se ha resistido a revisar la obra de la cantante parisina. Para su álbum de versiones sobre clásicos franceses y estadounidenses que publicó en mayo de 2012, «Après», escogió la mítica canción de Édith Piaf y la hizo suya a través de un registro impropio de él: la balada. Nunca habíamos oído así al punki padre, cantándole al amor y al deseo de un modo tan templado a través de este tema sobre el que se refirió en su momento como: «una letra que tiene mucho de verdad».

2. Cher: ‘Milord’.

Otras de las canciones más populares de la “môme”, compuesta en 1959 por Georges Moustaki con música de Marguerite Monnot. En ella se relata la historia entre una prostituta y uno de sus clientes que, a pesar de poseer una vida cómoda y una inmensa fortuna, carece de lo más importante, el amor. La cantante estadounidense incorporó su particular versión de la misma en su segundo álbum de estudio, “The Sonny side of Chér”, lanzado en 1966.

3. Rammstein: ‘Non, je ne regrette rien’.

Aunque reescribieron la canción con sus propias ideas y palabras a través de su alemán natal y eligieron el título de ‘Frühling in paris’ para bautizarla, la banda de metal industrial decidió mantener el famoso estribillo en un riguroso francés. Más que una versión, se trata de un curioso guiño con el que homenajear a la cantante cuya voz pone sonido inevitable a las calles de París desde hace casi un siglo. Algo así debieron sentir ellos cuando dieron vida a este tema que habla de la pérdida de la inocencia e incluyeron en su disco de 2009, “Liebe ist für alle da”.

4. Cyndi Lauper: ‘La vie en rose’.

Otra forma de encarar el himno francés por excelencia. Esta vez desde la personalísima voz de la neoyorquina, con el que quiso recordar a «una de las grandes mujeres del siglo XX», como ella misma explicó sobre la influencia de la artista francesa. En el disco que Cyndi lanzó al mercado en el año 2003 a base de versiones clásicas, llamado “At last”, se incluyen dos temas de Édith: este y el inolvidable ‘Hymne à l’amour’.

5. Ana Curra: ‘Non, je ne regrette rien’.

La propia Ana Curra me confesó estas palabras acerca de la cover que hizo sobre esta canción con la que Édith Piaf se despidió de los escenarios: “Le hice mi particular homenaje con mi versión ‘Rien de Rien’ cambiando la letra y acelerando sus compases para llevarla al punk, a lo que aquí estaba ocurriendo, a mi tiempo. Mucha gente pensó que era una versión aberrante, fea, que no estaba a la altura de ella… Yo, en cambio, estoy segura de que ella me habría entendido”.

6. Louis Armstrong: ‘La vie en rose’.

Una de las versiones más conocidas de ‘La vie en rose’ es esta llevada a cabo por el maestro Louis Armstrong hacia su tesitura jazzera. A finales de la década de los 50 este pionero del género consiguió inmortalizar con su carismática voz la letra de esta canción de amor. Y, a través de su trompeta reprodujo fielmente la música que en su día Louis Gugliemi, conocido como “Louiguy”, creó para el himno insignia de la artista francesa.

 

7. Celine Dion: ‘Hymne à l’amour’.

La cantante canadiense interpretó este tema en la gala de los American Music Awards del año pasado, para rendir homenaje a las víctimas de los atentados terroristas en París. Una canción que su intérprete hizo famosa en 1950 y que, particularmente, le dedicó en su día al amor de su vida, el boxeador Marcel Cerdan. “Dios reúne a los que se aman” dice la letra, frase que ella misma pidió tallar en su tumba y que hoy puede leerse en el cementerio de Père-Lachaise.

8. Ute Lemper:  ‘Mon Légionnaire’.

La cara más insólita de esta legendaria composición fue la que nos regaló la excéntrica jamaicana en 1977. Parte del tracklist de su álbum debut, “Portfolio”, fue lanzada como uno de los singles, llevándola a situarse en los primeros puestos de las listas de éxitos en Alemania, Dinamarca y Holanda. La versión más disco, con cierta inclinación hacia la bossa nova, que se recuerda de ‘La vie en rose’

10. Martha Wainwright: ‘Non la vie n’est pas triste’.

Esta no fue más que una de las múltiples adaptaciones de la cantante francesa que la hermana pequeña de Rufus Wainwright grabó de para su álbum “Sans fusils, ni souliers, à Paris: Martha Wainwright’s Piaf Record”. Publicado en el año 2009 a través del sello V2 Records, se llevó al código folk buena parte del repertorio de Édith, con una delicadeza y una elegancia que merece la pena revisar, aunque sean versiones que hayan pasado algo más inadvertidas.

 

Édith Piaf es una de las protagonistas del Cuadernos 7 de Efe Eme, a través de un reportaje de Sara Morales en una visita exclusiva al museo parisino de la Môme. Puedes adquirir este número en nuestra tienda.

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