Diez canciones esenciales de La Búsqueda

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Un paseo por el cancionero de la banda mallorquina en este decálogo fundamental. Una selección que pone banda sonora a la entrevista de Carlos Pérez de Ziriza a Xisco Albéniz, líder del grupo, en el número 42 de Cuadernos Efe Eme.

 

Selección y texto: Carlos Pérez de Ziriza

 

Los mallorquines La Búsqueda: una de las mayores delicatessen de la música popular española de las últimas décadas. Singulares e inimitables. Nunca se les reivindica lo suficiente. Cinco álbumes jalonan su trayectoria, entre 1988 y 2024, y aquí seleccionamos diez de sus mejores canciones como complemento al amplio recorrido por su obra que hemos trazado junto a su líder, Xisco Albéniz, en el número 42 de Cuadernos Efe Eme.

 

1.- “Los ángeles del barranco” (1988)

Pura fórmula de quienes huyen de las fórmulas. El ADN de La Búsqueda ya está aquí. La sombra de Lorca, la negación del rock anglosajón en el que se habían amamantado, el anhelo por las raíces. Esta canción es una de las piedras fundacionales de su sonido. Y si quieres saber cómo nació, Xisco Albéniz te lo explica, pero solo si lees el #41 de Cuadernos Efe Eme.

 

2.- “Ay ay ay ay” (1988)

“Héroes de los ochenta”, reza el título de la colección de discos en la que se inserta el debut de La Búsqueda si lo tecleas en Spotify. Más que una exageración, parece una ironía. La heroicidad era, en realidad, sonar como los Tindersticks (incluso un poco como Calexico) ya en 1988, como en esta fabulosa “Ay ay ay ay”.

 

3.- “Toda mi alma” (1991)

Elegancia, distinción, agudeza. La voz imperial de Xisco Albéniz sintonizando de lejos con la herencia de Los Coyotes de Víctor Abundancia o con Los Especialistas. No había entonces muchos otros músicos que aspirasen a seducir grandes audiencias desde un mestizaje que se distanciaba tanto de lugares comunes.

 

4.- “Yo seré el viento” (1995)

Su líder considera Psicolatin (1995) como el único error en la carrera de La Búsqueda, el único intento de conectar con el público por la vía rápida, quizá desestimando el compromiso con lo más hondo de su esencia. Algo que no significa que aquel tercer álbum no albergara muy buenas canciones, como esta “Yo seré el viento”.

 

5.- “El altar del olvido” (2004)

Cuando parecía que se los había tragado la tierra, La Búsqueda reemergieron como supervivientes a los ecos de los ochenta y al indie de los noventa. Nada tenían que ven con ellos. Podría decirse que, con el magistral Los penitentes (2004), que se abría con esta “El altar del olvido”, ya eran unos clásicos. Con todas las letras.

 

6.- “Pimientos rojos” (2004)

Mediterraneidad luminosa, poética sin ínfulas de pretenciosidad, pureza de espíritu y afán fronterizo se funden en esta canción, uno de los mejores argumentos de su cuarto trabajo largo.

 

7.- “Paisajes olvidados” (2004)

Qué bien le sienta la voz de Arantxa Andreu a esta melodía arrastrada y sedante, de propiedades tan cauterizadoras como el agua del mar que baña la costa balear. Otra de las gemas de Los penitentes (2004).

 

8.- “Los mineros” (2024)

Si habían pasado nueve años entre el tercero y el cuarto, fueron veinte los que transcurrieron entre el cuarto y el quinto. El adjetivo “guadianesco” empieza a ser aplicable a la banda mallorquina, que abría su gran retorno del año pasado —uno de los mejores trabajos paridos en España durante todo el ejercicio— con esta canción.

 

9.- “El desierto de tu soledad” (2024)

El cariz mexicano que impregna gran parte de su quinto álbum se advierte también en este corte, un paréntesis de serenidad – como todo el disco – en medio del atropellado presente que vivimos y que tanto nos acogota.

 

10.- “Mi querida amiga” (2024)

Como no queremos pecar de nostálgicos, y vale la pena reivindicar la última versión de La Búsqueda como prueba del estupendo estado de salud de un proyecto que no ha perdido propiedades en estos casi cuarenta años, incluimos hasta cuatro canciones del relativamente reciente Luz, arena y llanto (2024) en este listado. Y qué mejor forma de terminar que con este canto a la vida (y a la muerte, su indisociable reverso), con aderezos de mariachi.

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