Corriente alterna: En defensa del “Rattle and hum” de U2

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Tal vez algún día se reivindique Rattle and hum’ más allá de mi equipo de música. Porque un himno como ‘Pride (In the name of love)’ nunca sonó mejor, porque tuvieron el valor de aprender la música estadounidense delante de todo el mundo”

 

Entre la crítica y el aplauso, así han estado siempre los irlandeses U2. Juanjo Ordás aprovecha su columna para alabar su sexto trabajo de estudio, a su juicio uno de los clásicos imbatibles, pese a que fue su siguiente disco el que más hondo caló en el público.

 

 

Una sección de JUANJO ORDÁS.

 

 

Con los años, uno va hablando con la gente, leyendo más y más, y se sorprende que cosas que son inamovibles, para otros sean prescindibles. Un ejemplo de ello es el álbum “Rattle and hum” de U2, banda sonora de la película del mismo nombre, un documental que seguía al cuarteto irlandés a lo largo y ancho de Estados Unidos, permitiendo al espectador ser testigo de excepción del aprendizaje del grupo. ¿La película? Interesantísima. ¿El disco? Aún mejor. No es experimental pero su espíritu tradicional hace de él algo radical para tratarse de U2, es el paso previo al soberbio e inalcanzable “Achtung baby”, no tiene nada que ver con él salvo la necesidad de encontrar nuevos caminos que recorrer sin volver a repetir el exitoso “The Joshua tree” (el disco de “With or without you”, ya sabéis). Había temas nuevos y viejos en vivo, versiones y algún experimento, todo en un cajón desastre que tenía sentido, la dirección artística era excepcional. No todo era perfecto, con el tiempo entendí que su versión espontánea de ‘All along the watchtower’ a lo mejor se tenía que haber quedado como cara B, pero esa imperfección es parte de su gracia.

Años después de ratificar tu fe absoluta te encuentras con otros puntos de vista. ¿Cómo que “Rattle and hum” no es tan bueno? No todo el mundo lo tiene en tanta estima como tú, incluso hay a quien le parece pretencioso o que piensa que carece de personalidad. Opiniones, nada más, pero está bien escucharlas, confrontarlas. Tal vez algún día se reivindique “Rattle and hum” más allá de mi equipo de música. Porque un himno como ‘Pride (In the name of love)’ nunca sonó mejor, porque tuvieron el valor de aprender la música estadounidense delante de todo el mundo y ahí están esos intentos de darle forma tan majestuosos como ‘Angel of Harlem’. Ahí es nada. ¿Y las caras B de los sencillos? Las versiones de ‘Unchained melody’, ‘Dancing barefoot’ y ‘Everlasting love’ no eran poca cosa. ¿Una mala época? En absoluto, perdieron un poco el control, en los shows presentación del disco se americanizaron en exceso, pero qué hermoso disco.

 

 

Anterior entrega de Corriente alterna: Mil y una forma de mirar a Elvis.

 

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