Corriente alterna: “El País de las Tentaciones”

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“Lo leía mientras desayunaba y hacía cálculos sobre qué me podía permitir de todo lo que ofertaba. ¿Un par de discos?, ¿cine y disco?, ¿libro y cine? Evidentemente, ahí no cabía todo lo que había, pero las cosas como son, la dirección de la revista se me antojaba estupenda”

 

Tras el regreso del cultural que acompaña a “El País”, Juanjo Ordás recuerda esta semana lo importante que fue este suplemento en su primera etapa, un escaparate al que acudía semanalmente como guía.

 

 

Una sección de JUANJO ORDÁS.

 

 

El otro día me acordaba de “El País de las Tentaciones”, ni EP3, ni nada parecido, me refiero a “El País de las Tentaciones”, uno de los mejores suplementos culturales de la historia de la prensa española. A mí me encantaba. Y no hablo de corrientes ideológicas, ni de izquierda y derecha, ni de nada parecido, hablo de ese puñado hojas que se publicaban los viernes y que me servía en gran medida de guía para ese fin de semana. Yo era adolescente y me venían de maravilla. El viernes lo compraba con el diario “El País”, me lo leía por encima, pero cuando me metía en él era al sábado siguiente. Por la mañana, lo leía mientras desayunaba y hacía cálculos sobre qué me podía permitir de todo lo que ofertaba. ¿Un par de discos?, ¿cine y disco?, ¿libro y cine? Evidentemente, ahí no cabía todo lo que había, pero las cosas como son, la dirección de la revista se me antojaba estupenda.

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Y esas portadas: Bunbury, Brad Pitt, Frank Black, Extremoduro, Patti Smith, Spice Girls… ah, los noventa. Lo interesante de todo era que, al pertenecer a un diario, se daba por hecho que El País de las Tentaciones también tenía esa necesidad de actualidad, y lo cierto es que así era, te colocaba ahí donde estaban sucediendo las cosas de peso cultural. ¡Y qué bien escribía todo el mundo!

Lo echo de menos, de verdad. ¿Cómo? ¿Qué acaban de estrenar esta fantástica película sobre la que acabo de leer? Allá voy en un par de horas. ¿Y ese disco que ha cosechado cinco estrellas y del que aún no he escuchado hablar? A por él vamos. Qué tiempos.

Anterior entrega de Corriente alterna: ABBA & Roll

 

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