Clamor, de Maria Arnal i Marcel Bagés

Autor:

DISCOS

«Programaciones, samples y sintetizadores contrastan con el cantar de Maria, inmensa y fieramente humano»

 

Maria Arnal i Marcel Bagés
Clamor
FINA ESTAMPA PRODUCCIONS, 2021

 

Texto: JAVIER ESCORZO.

 

Fue en 2017 cuando Maria Arnal y Marcel Bagés vinieron a rondarnos con su deslumbrante 45 cerebros y 1 corazón. En estos cuatro años, el dúo ha realizado una extensa gira y ha podido meditar bien cómo afrontar su siguiente movimiento, que lleva por título Clamor. El nuevo álbum, dicen, tiene una idea fundamental: la de la capacidad del ser humano para el cambio constante. Ellos mismos han querido practicar su propia mutación, como anuncian en el primer verso de la primera canción del disco: «Volver a empezar de nuevo, aunque el viento sople de cara».

¿Y qué han hecho para empezar de nuevo? Pues, básicamente, reescribir por completo su discurso sonoro. Donde antes mandaban las guitarras (experimentales, sí, pero guitarras al fin y al cabo), ahora lo hace la experimentación digital: programaciones, samples y sintetizadores contrastan con el cantar de Maria, inmensa y fieramente humano. Ofrecen así un brusco contraste entre la frialdad de las máquinas y lo natural de la voz y otros elementos como sonidos de ballenas (en “Hiperutopía”), jilgueros, loros, grillos… Quizás el mejor ejemplo de esta curiosa mezcolanza sea “Cant de la Sibil·la”, canto de origen medieval y melodía gregoriana que ellos han adaptado a su estilo y que registraron en mitad del campo, junto a un rebaño de cabras, al lado de un arroyo; todos esos sonidos quedaron premeditadamente recogidos en la grabación, encarnando el simbolismo de un conjunto de animales reales y mitológicos que aúllan a un mundo herido y en crisis.

Una de las cosas que más llamaron la atención de su álbum de debut fue la raíz tradicional de su música (aunque el resultado final no era en absoluto tradicionalista). En Clamor esa raíz sigue presente (por ejemplo, en la ya comentada “Cant de la Sibil·la”), especialmente en la entonación de los cantos de Maria, aunque quizás ya no resulte tan visible. En ese aspecto, la balanza se ha inclinado más hacia lo moderno y vanguardista, con instrumentos que a veces resultan difíciles de identificar y patrones rítmicos muy elaborados. También han evolucionado las letras, de nuevo en catalán y en español, que mantienen un claro tamiz político, aunque en absoluto panfletario. No hay proclamas explícitas, sino unas ideas generales que sobrevuelan el disco: la inagotable capacidad del ser humano para mutar y sobreponerse a las crisis (climática, sanitaria, económica…), la vulnerabilidad, el feminismo o la mirada colectiva. Con todo, el tono general no es pesimista, pues vislumbran en la crisis la oportunidad de crear algo nuevo y esperanzador («Ponte en jaque / por el desmembramiento. / Ponte en jaque / por el florecimiento / del mundo»).

Se trata, por tanto, de un disco con muchas texturas, muchas atmósferas y muchas referencias (en las entrevistas, ellos mencionan a Björk, a Maria del Mar Bonet, a Ted Chiang, a Donna Haraway…). Un trabajo que puede ser disfrutado desde una primera escucha más superficial, pero que, por otro lado, tiene el contenido suficiente como para permitir al oyente profundizar en él, ir atravesando capas y descubriendo nuevos detalles que habían pasado inadvertidos en anteriores escuchas.


Anterior crítica de discos:
Home, de Rhye.

Artículos relacionados