Carlos Galán: «Siempre edito a artistas con su propio repertorio, para mí es algo vital»

Autor:

A&R

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«Me gusta trabajar desde cero, verles crecer y madurar como artistas, no envejecer»

 

Javier de Torres nos presenta al fundador de Subterfuge Records, Carlos Galán, el hombre que está detrás de algunos de los éxitos de Australian Blonde, Dover, Marlango, Fangoria, Sexy Sadie y Anni B Sweet, entre otros muchos nombres.

 

Una sección de Javier de Torres.
Foto: José Carlos Nievas.

 

Carlos Galán, CEO y fundador de Subterfuge Records, editó el número cero del fanzine homónimo en junio de 1989. Más adelante, ya como compañía, publicó referencias que distribuía de manera artesanal por los bares de Malasaña, su origen. Gracias a él conocemos algunos éxitos de Australian Blonde, Dover, Marlango, Fangoria, Sexy Sadie, Los Fresones Rebeldes, Anni B Sweet, Neuman, Mcenroe y Viva Suecia. Casi treinta años después, con más de mil discos publicados, sigue siendo una de las principales compañías independiente de referencia y se ha adaptado a los nuevos tiempos, diseñando, de manera activa, las nuevas formulas de difusión, comunicación y marketing.

 

¿A qué artistas debutantes has ofrecido su primer contrato y qué te llamó la atención de ellos?
Bueno, pues ya a muchísimos. Quizás el primero más serio fue en 1993, a Australian Blonde. Antes había editado cosas, pero de manera muy amateur, y con ellos firmé el primer contrato. Me gustó todo, la implicación que mostraban, la actitud y ese temazo instantáneo que era “Chup chup”. El ultimo, hace unos días, a unos chavales de Madrid, Nebraska, tienen veinte años y creo que un potencial brutal. Imagen, canciones, ganas de comerse el mundo….

 

En los casos que citas, ¿necesitaste verlos actuar en directo o te bastó con escuchar sus maquetas?
El primer contacto siempre suele ser una grabación o demos, no ha cambiado en todos estos años. Eso sí, para mí es imprescindible el tema del directo, donde de alguna manera certificas todas las sensaciones que has recibido.

 

Al margen de los debutantes, ¿a qué otros artistas has fichado?
Casi el noventa por ciento de las cosas que he editado eran y son discos de debut. Bueno, curiosamente, mi gran éxito, Dover y Devil came to me, era su segundo disco. Lo he intentado con algún artista veterano, con discos anteriores, y la verdad es que no han salido bien, sinceramente creo que no han tenido paciencia. Me gusta trabajar desde cero, verles crecer y madurar como artistas, no envejecer. Pero vamos, no me cierro a nada, y siempre tengo la mente, el corazón y los oídos abiertos de par en par a nuevas propuestas.

 

¿Escuchas todo el material que recibes o solo aquel que viene recomendado por algún productor o artista de tu confianza?
Hago labor de rastreo, e intento escuchar lo máximo posible, aunque el filtro de productores, artistas o amigos de confianza siempre es muy útil. Afortunadamente tengo a gente con criterio a mi alrededor y me gusta escuchar sus sugerencias.

 

¿Prefieres preparar audiciones con el artista o escuchar las canciones en soledad?
Siempre en soledad, y cuando digo soledad, es con nadie en la oficina. Me gusta muchísimo madrugar y hacer esas audiciones yo solo. Alguna vez lo he hecho con el artista delante, y por mucha confianza que tenga, siempre es un mal trago, estás pensando casi más en qué vas a decirle, que en lo que realmente piensas.

 

¿Tienes influencia en el repertorio y la línea a seguir por los artistas?
Más que influencia, hago sugerencias, pero no siempre se me escucha, y en algunos casos lo asumo. No me considero infalible para nada, pero los grandes fracasos que he tenido, y no me refiero a las cosas que no han salido bien por una cuestión artística o de mercado, creo que se han producido por que no me hicieron caso.

 

¿Das opiniones contundentes sobre lo que el artista presenta, sea debutante o consagrado?
Siempre con una medida, no soy intransigente, y he tragado con alguna canción o productor que no me gustaba nada, pero siempre intento ser crítico antes de la entrega del master final, haciendo las sugerencias pertinentes. Evidentemente, es una labor que funciona más de cara a un artista debutante que a uno consagrado, entre otras cosas por que confío en su criterio.

 

Cuando el artista no escribe sus propias canciones, ¿cómo actúas para seleccionar un repertorio: acudes a las editoriales, te diriges a compositores que puedan escribir canciones idóneas para el intérprete…?
Siempre son artistas con su propio repertorio, para mí es algo vital, a nivel funcional y artístico. Nunca he editado a intérpretes, para mí los proyectos son una suma de composición y traslación al estudio y el directo. El repertorio se decide siempre en base a los recursos que tiene y ofrece el propio artista.

 

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¿Supervisas de cerca el proceso de grabación, o lo dejas en manos del productor  artístico encargado?
Depende del caso. Evidentemente, si sabes que está en buenas manos y con alguien de confianza, te relajas más. Pero vamos, siempre tienes un runrún constante: ¿cómo lo estarán haciendo?, ¿cómo quedará esa canción?, ¿me harán caso sobre la sugerencia de entrada del estribillo?, y cuestiones así. Hasta que no tienes el master final, y el ok para ir a fabrica, siempre estás de alguna manera intranquilo.

 

¿Qué opinas de los campamentos de composición, tan en boga últimamente?
Me dan igual, la verdad. Hay muchos artistas y pocos medios y compañías, por lo que es una vía más de desarrollo para algunas propuestas, que a pesar de que es algo que estigmatiza de por vida, puede ser un escaparate que no conseguirías exclusivamente por tus propios medios. Casi le pongo más pega a la posterior comercialización de los productos, los A&R pasan a ser las audiencias de televisión, el público objetivo no es real ni fiel….

 

Últimamente, muchas canciones de éxito tienen una nómina extensa de autores. ¿Crees que ha perdido fuerza la figura del autor que escribe en solitario una melodía y una letra?
Los tiempos han cambiado, naturalmente. Creo que ahora sería complicado que existiese una figura como la de Manuel Alejandro, el más grande. No por la maestría y la genialidad, sino porque que el artista es más global y en su proyecto entran todos los planos de composición, interpretación, grabación… Son seña de identidad de los nuevos tiempos.

 

¿Quién elige habitualmente los singles?
Intentamos que haya quórum, pero no soy nada dictador para esto, y muchas veces el feedback que tiene el artista es más valioso que otra cosa. De hecho, me suelo fiar, a no ser que vea algo estrepitosamente abocado al fracaso.

 

¿Puedes contarnos algún acierto o error importante en la elección de los singles que haya incidido en la carrera de los artistas con los que has trabajado?
De los históricos, creo que haber trabajado como primeros singles “Chup chup” de Australian Blonde, “Loly Jackson” de Dover, “Train” de Undrop, “Enjoy the ride” de Marlango o “Electricistas” de Fangoria fueron aciertos plenos. Luego me siento especialmente orgulloso del trabajo que se hizo con el cover de “Take on me” de Anni B Sweet, que reactivó su primer disco y que la catapultó internacionalmente. Del presente, sin duda el trabajo de selección de singles, planteamientos, planificación, etcétera que se ha hecho con Viva Suecia, con los que es un inmenso placer trabajar cada día.

 

¿Consideras importante que el artista grabe un álbum completo, o crees que el long play es un formato definitivamente en crisis?
Creo que hay artistas de singles y artistas que piden a gritos un álbum. Algunos álbumes son obras en sí, y otros son un compilados de singles. Es la pescadilla que se muerde la cola: el público quiere canciones, pero los medios quieren un álbum completo para darle difusión. A nivel Subterfuge no nos lo planteamos de antemano, cada proyecto es un mundo y aplicamos la forma de trabajarlo de la mejor manera posible. Por ejemplo, el disco de Mow, Woman, que acabamos de editar, es una de las mejores cosas que hemos hecho en nuestra carrera. Un trabajo de dos años casi, pasito a pasito, canción a canción, para finalizar en un discazo brutal. Sin embargo, acabamos de editar el álbum de debut de El Verbo Odiado directamente, sin apenas lanzamientos previos, por que considero que tienen ya un repertorio solido.

 

¿Algún artista que te haya dolido perder porque firmó por la competencia? O porque se fue a la autoedición.
Al final, cuando ha pasado, es como cuando en las relaciones personales piensas: ¿por qué coño me ha dejado, si nadie le va a querer como yo? Al final, con la perspectiva del tiempo, ves que era lo mejor para las dos partes. No soy ni mucho menos una persona rencorosa.

 

De todos los discos en los que has intervenido, ¿cuáles son los discos que te gustaría recordar?
Prácticamente todos. Borraría, porque me arrepiento totalmente, tres o cuatro como mucho, de estos casi treinta años publicando discos. Del resto, todos tienen al final un buen recuerdo, un momento ilusionante, un aprendizaje… Algún día escribiré un libro y hablaré disco a disco. Sería un bonito ejercicio, ¿no?

Anterior entrega de A&R: Santi Ricart: «Los discos conceptuales están en crisis, salvo muy contadas excepciones».

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