Bob Dylan habla con Bill Flanagan sobre su nuevo disco (Cuarta parte)

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Reproducimos la cuarta parte de la charla que el periodista Bill Flanagan ha mantenido con su amigo Bob Dylan a propósito de su próximo disco, Together through life, y que se ha ido publicado por entregas en la web oficial del músico.

 

Texto: BILL FLANAGAN.

 

Volviendo a la política, ¿qué opinabas de Jesse Ventura [ex gobernador de Minnesota], siendo de Minnesota?
Hizo algunas cosas buenas, o por lo menos lo intentó. Nunca lo conocí. Lo único que sé del gobernador es que fan de los Rolling Stones.

¿Tus viejos compinches?
De vez en cuando tengo noticias de Keith, pero eso es todo.

¿Qué opinas de los Stones?
¿Qué opino de ellos? Hace bastante que están acabados.

Hiceron una gigantesca gira el año pasado. ¿Los llamas acabados?
Oh, sí, te refieres a Steel wheels. No estoy diciendo que no sigan funcionando, pero necesitan a Bill [Wyman]. Sin él son una banda de funk. Serán los verdaderos Rolling Stones cuando consigan que regrese Bill.

Bob, estás anclado en los ochenta.
Lo sé. Estoy intentando liberarme.

¿Realmente piensas que los Rollings Stones están acabados?
Claro que no, están lejos de estar acabados. Los Rolling Stones son verdaderamente la mayor banda de rock and roll del mundo y siempre lo serán. También la última. Todo lo que vino después de ellos, metal, rap, punk, new wave, pop-rock, lo que quieras… puedes rastrearlo todo en los Rolling Stones. Han sido los primeros y los últimos, y nunca nadie lo ha hecho mejor.

“This dream of you” tiene ese maravilloso ambiente de “South of the border”, pero al mismo tiempo, detecto ecos de Sam Cooke, The Coasters, The Brill Building y Phil Spector. ¿Han sido importantes para ti esas grabaciones de los 50 y 60? ¿Has intentado capturar algo de ese sabor en “This dream of you”?
Esos discos de los cincuenta y sesenta fueron definitivamente importantes. Ésa puede que haya sido la última gran era de la música auténtica. Desde entonces, o quizá desde los setenta, todo ha sido gente jugando con los ordenadores. Sam Cooke, The Coasters, Phil Spector, toda esa música fue grande pero no se introdujo exactamente en mi conciencia. Entonces oía a Son House, Leadbelly, la Carter Family, Memphis Minnie y baladas amor y muerte. En cuanto a escribir canciones, quería escribir cacniones como Woody Guthrie y Robert Johnson. Intemporales y eternas. Sólo algunas de esas baladas todavía aguantan y en la mayoría de ellas intervino Doc Pomus. “Spanish Harlem”, “Save the Last Dance for Me”, “Little Sister”… y algunas otras. Eran canciones fantásticas. Doc era un gato lleno de sentimiento. Si dijeses que hay algo de él en “This Dream of You”, lo tomaría como un cumplido.

Aunque muchos de los cortes del álbum tratan sobre el amor, el disco está lleno de dolor, a veces en la misma canción. En “Beyond here lies nothing”, la canción está subrayada una sensación de presentimiento. Recorres los “bulevares en coches destrozados”. Vas a amar “mientras el amor dure”. ¿Es el dolor una parte necesaria del amor?
Oh, sí, en mis canciones lo es. Dolor, sexo, asesinato, familia, viene de hace mucho tiempo. Amabilidad. Honor. Caridad. Hay que relacionarlo todo. Se supone que son historias que se conocen.

Volviendo a “This dream of you”, el protagonista canta: “¿Cuánto tiempo puedo permanecer en este café de ninguna parte?”. ¿Dónde está ese café?
Parece como si estuviese al sur de la frontera o cerca de la frontera.

¿No lo dices?
Bueno, no, no es que no lo diga. Pero si tienes esa clase de pensamientos y sensaciones, sabrás dónde está el tipo. Está justo donde tú estás. Si no tienes esos pensamientos y sensaciones, entonces él no existe.

El protagonista de la canción me recuerda mucho al tipo que aparece en la canción “Across the borderline”.
Sé lo que quieres decir, pero no es un personaje como el de un libro o una película. No es un conductor de autobús. No conduce una carretilla elevadora. No es un asesino en serie. Soy yo cantando eso, simple y llanamente. No hay que confundir a cantantes e intérpretes con actores. Un actor diría: “Mi personaje esto, y mi personaje aquello”. Como golpear a un caballo muerto. ¿A quién le importa el personaje? Levántate y actúa. No tienes que explicármelo

Bueno, ¿no puede un cantante representar una canción?
Por supuesto, muchos lo hacen. Pero cuanto más se representa, más lejos de la verdad. Y muchos de esos cantantes, después de un tiempo, pierden lo que son. Cantas “soy un guardavía del condado” muchas veces y empiezas a subirte a los postes.

¿A qué actor verías cantando “This dream of you”?
Caramba, no lo sé, James Cagney, Mickey Rooney.

¿Y Humphrey Bogart?
Sí, por supuesto, a él también. Es curioso lo de los actores y eso de la identidad. Cada vez que me encuentro con Val Kilmer, no lo puedo evitar, digo, “Anda, Johnny Ringo, pareces alguien que acabase de recorrer su sepultura”. Val siempre dice, “Bob, no soy Johnny Ringo. Es un papel que interpreté en una película”. Podría tener razón o podría estar equivocado. Creo que se equivoca, pero lo dice de una manera tan sincera que tienes que pensar que él cree que tiene razón.

¿Crees que los actores han de ser sinceros?
En absoluto. Mae West no lo era. Ella era exactamente quien era en la pantalla. Como Jimmy Stewart y Burt Lancaster.

¿Y Johnny Weissmuller?
Sí, Lon Chaney también.

¿Eso podría significar que Alec Guinness es Hitler?

Seguro, una parte de él lo es. Pero por supuesto él no es Hitler. Nadie es otro. Hitler era Hitler.

¿Recuerdas imágenes de Hitler de cuando eras niño?
No, no de cuando era niño. Ya había muerto cuando yo tenía cuatro o cinco años. Nunca tuve verdadera conciencia de eso.

Nunca tuviste conciencia, ¿de qué?
De cómo se coge a un pintor de paisajes fracasado y se le convierte en un loco fanático que controla a millones de personas. Todo es un truco. Quiero decir que los poderes que lo crearon tienen que haber sido impresionantes.

Bien, las condiciones sociales y económicas de la República de Weimar eran muy diferentes a las de ahora.
Sí, seguro, volviendo la vista atrás, se puede ver que alguien tenía que hacerse con el control. Pero aun así, es tan desconcertante. ¿Por qué él? Se podía ver que el tío era un completo bobo. En absoluto tenía ninguna característica aria. No podrías adivinar su ascendencia. Pelo castaño, ojos marrones, tez pálida, una estatura corriente, bigote Hitler, gabardina, fusta, todo surte efecto. Sabía algo. Sabía que la gente no piensa. Echa un vistazo a los rostros de los millones que lo adoraban y verás que inspiraba amor. Es espeluznante y triste. El fuego de la palabra hablada. Estaban contentos de seguirlo dondequiera que fuese, hasta el tuétano. Entonces, por supuesto, llenó los cementerios con ellos.

Me viene a la mente Hitler hablando a la muchedumbre en El triumfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl.
Sí, está claro como el día.

 

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