«Arcade Fire entonaban desde “Neighborhood #1” aquello de “y si la nieve entierra mi barrio, si mis padres están llorando (si mis vecinos lloran), entonces cavaré un túnel”. Y es justo decir que también hemos demostrado saber arrimar el hombro cuando toca»
La nueva sección de los lunes en Efe Eme, “El ritmo de la semana”, es una columna de curiosidades y referencias culturales con trasfondo musical. Esta entrega viene protagonizada por las reflexiones de Hume aplicadas a la actualidad y los nuevos discos de Arcade Fire y Thom Yorke, con guiño a Beethoven.
Una sección de SARA MORALES.
Fotos: ALLAN RAMSAY (Wikipedia – Retrato de Hume), JOSEPH KARL STIELER (Wikipedia – Retrato de Beethoven) y carátulas oficiales.
«La naturaleza es siempre demasiado fuerte para la teoría», dejó dicho Hume en torno a 1750. El filósofo escocés, defensor a ultranza de la empírica y cuyas hipótesis se asientan en la experiencia y en el naturalismo, jamás hubiera creído que sus estudios darían tanto de sí hoy. En estos tiempos que corren, escenario de pandemias, Filomenas, Danas y apagones, asumido está que la naturaleza se impone con su fuerza cuando cree conveniente, cuando entiende que es momento de frenarnos en seco para hacernos reflexionar y, a veces, con suerte, hasta recular.
Cada vez cuesta menos discernir cuánto hay de factor humano en todos estos fenómenos que ocurren, los daños que ocasiona nuestra arrogancia y prepotencia han comenzado ya a explotarnos en la cara demostrándonos que, en el fondo, somos los mismos vulnerables y dependientes de siempre. Que hasta nuestros inventos —las comunicaciones, en este último caso— también se nos rebelan y nos conducen a un abismo masivo que padecemos con creces, y del que, en el fondo, nosotros mismos somos responsables.
Hume, que precisamente nació el 7 de mayo de una semana como esta que arranca, pero de 1711, también dejó dicho que «todo el mundo se queja de su mala memoria, pero nadie de su poco entendimiento». Y ahí es donde deberíamos situarnos de nuevo. Olvidamos pronto, demasiado rápido; algo positivo para nuestra supervivencia, sí, pero no debería dejar de calar lo aprendido, si es que en algún momento lo hemos hecho.
Arcade Fire, que regresan este viernes con su nuevo álbum, Pink elephant, entonaban desde su incunable “Neighborhood #1” aquello de «y si la nieve entierra mi barrio, y si mis padres están llorando (si mis vecinos lloran), entonces cavaré un túnel». Y es justo decir que, pese a los egoísmos primarios e innatos, también hemos demostrado saber arrimar el hombro cuando toca. Precisamente en esto profundizaba la banda canadiense con su anterior disco, We (2022); ese nosotros que redunda en nuestras torpezas, pero también en nuestra camaradería.
Un viernes, este 9 de mayo, en el que también va a ver la luz Tall tales, el primer álbum colaborativo de Thom Yorke (Radiohead) y el productor británico Mark Pritchard. Un disco que llega acompañado de un cortometraje que promete ser toda una experiencia sensorial a base de elementos electrónicos y experimentales, y que se estrenará en Barcelona ese mismo día.
Aunque para experiencia sensorial la que nos regaló Beethoven con su “Novena sinfonía”, que fue estrenada ante el público el 7 de mayo de 1824. Toda una reliquia sonora y épica, convertida en obsesión desde las páginas de La naranja mecánica (1962), de Anthony Burgess, y llevada al cine magistralmente por Stanley Kubrick en 1975. Una oda salvaje y extrema, elevada a la categoría de arte.
«La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla», dijo también Hume.