El disco del día: The Feelies

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«No se observan más pretensiones que una gozosa celebración de sensibilidad y naturaleza, de minimalismo. Son The Feelies, han sido grandes y lo siguen siendo»


The Feelies
«Here before»
BAR NONE/GREEN UFOS

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

Aviso, esta reseña comenzará siendo un objeto de deseo. Han pasado más de treinta años desde el primer disco del grupo de New Jersey, veinte desde el último, así que cualquier reseña que no tenga en cuenta la importancia que han tenido para la música de los ochenta resultaría falsa. Y la importancia, para este cronista, estriba en la primera escucha que le dio a “Crazy rhythms”; impoluto vinilo blanco, bofetada brutal, generación del CBGB’s. Hacía aún poco que había explotado el punk y resultaba un perfecto epílogo: directo, estremecía al equipo, parecía temblar toda la habitación. Es indescriptible la sensación. Les felicito si aún no lo han escuchado porque a la primera que lo hagan estarán en otro mundo, en un mundo ajeno en que la música no puede ir más allá. Es simplemente pop, pero la leyenda cuenta que enchufaron las guitarras directamente a la mesa de mezclas. Ahí queda eso.

Tras él se serenaron. En “The good earth”, del 84, metieron mano los R.E.M. y su sonido resultó más cálido, casi campestre. También adictivo, pero empezaron a aparecer en listas de éxitos y recopilatorios. No es del todo malo, las canciones –‘The high road’, por ejemplo– eran también impactantes, pero más por su delicadeza que por su energía. Y de aquí salen los Feelies de 2011, tras montones de proyectos paralelos –The Golden Palominos o la carrera en solitario de Glenn Mercer– también muy interesantes.

Así que en «Here before» tenemos a los Feelies rurales y tranquilos, no tendría sentido un grupo de tendencia eléctrica y sí lo tiene uno de esencias delicadas. Aún con ello, ‘When you know’ tiene una actitud más desbarrada, aunque la melodía tiene esencia bucólica concluye en espirales de músculo, flautas que apoyan y una línea de bajo –a cargo de Brenda Sauter– impresionante. También ocurre en ‘Change your mind’ o ‘Time is right’, hipnóticas y a un punto de acercarse a la psicodelia.

Son direcciones no exploradas en el grupo. Tampoco lo son las baladas llenas de bruma –esas que hacía Led Zeppelin– y un aire de fantasía heroica en la canción que da título al disco. Pero en esencia, y desde el rasgueo en acústico inicial de ‘Nobody knows’ no se observan más pretensiones que una gozosa celebración de sensibilidad y naturaleza, de minimalismo como en ‘Later on’. Son The Feelies, han sido grandes y lo siguen siendo.

Anterior disco del día: Trombone Shorty.


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