Fotopress: Joaquín Guzmán

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«Con siete años vi un concierto de Massiel. En mi descargo diré que la primera vez que voluntariamente pagué una entrada fue para ver a David Bowie, a principios de los 80»

Aunque comenzó su trayectoria profesional como rehabilitador de enfermos mentales, a Joaquín Guzmán se le conoce como hombre de radio y se le recuerda, especialmente, por «La gramola», un espacio mítico de nuestra radio musical. Pero antes pasó por diferentes programas (Discochenta», «Banda sonora», junto a Joaquín Luqui, «Raíces»…), también estuvo durante varios años al lado de Iñaki Gabilondo en «Hoy por hoy. En la actualidad está vinculado al portal musical Rockola.fm, del que fue fundador.


Foto: GABRIEL PECOT.


Fecha y lugar de nacimiento.
Madrid, 1963.

¿Qué música sonaba en tu casa cuando eras niño?
La que sonaba en la radio, claro está. Salvo cuando mi madre decidía poner sus cintas de casete de Frank Sinatra o María Dolores Pradera. Curiosa mezcla de estilos, pero así era.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Como en casa no entró un tocadiscos hasta que a los 17 conseguí reunir el dinero suficiente, la paga de los domingos solo me daba para cintas de casete. Con doce años compré en un estanco la cinta de “The Beatles at the Hollywood Bowl”, mi primera gran adquisición.

¿Y el último?
Acabo de comprar el de Virginia Labuat, “Dulce hogar”. Quería escuchar la transformación de esta artista. Un muy interesante descubrimiento. Y el último de Amos Lee, «Mission Bell».

Selecciona tres discos internacionales esenciales de tu colección.
“The Joshua Tree», de U2. “Made in Japan”, de Deep Purple. “The wall”, de Pink Floyd.

Selecciona tres discos nacionales esenciales de esa misma colección.
“Fiebre de vivir”, de Moris. “Rock and Rios”, de Miguel Ríos. “80-88”, de Nacha Pop.

Un disco doble al que no le sobra nada.
“Alchemy: Dire Straits Live”, Dire Straits.

Un grupo o cantante a quien rescatarías del olvido.
Hay varios: Tony Hadley, cantante de Spandau Ballet; Ricky Ross, de los Deacon Blue. El propio Moris. Y aunque ya falleció, Bruno Lomas creo que no tiene un lugar merecido en la historia. ¿Alguien recuerda su actitud rockera? Creo que era uno de los grandes.

¿Cuál fue el primer concierto al que asististe?
Iba de la mano de mis padres, así que podéis imaginar que no fue “voluntario”. Con siete años vi un concierto de Massiel. En mi descargo diré que la primera vez que voluntariamente pagué una entrada fue para ver a David Bowie, a principios de los 80.

¿Y el mejor concierto que has visto?
Stevie Wonder, en París, en 1994. Siempre me ha gustado el soul y en España no ha habido muchas ocasiones de disfrutar de artistas de este estilo en directo. Fue un concierto realmente espectacular.

Elige y razona tu elección:

Serrat/Aute.
Difícil elección. Tal vez sería mejor distinguir entre etapas profesionales de ambos. La juventud de Serrat y la madurez de Aute son sin duda sus mejores tiempos.

Sabina/Calamaro.
Sabina, por su capacidad para mantenerse fresco con el paso de los años y hacer de su trayectoria un continuo manual de estilo para generaciones posteriores. Calamaro es grande, pero no tiene el recorrido de Sabina.

Nacha Pop/Los Planetas.
Sin lugar a dudas, Nacha Pop. Creo que Los Planetas son a la música lo que Curro Romero al toreo. De cien corridas le sale una buena y nadie sabe en qué momento van a dar la “espantá”. Nacha Pop enganchó por sus canciones, mientras que Los Planetas transmiten actitud.

Nacho Vegas/Quique González.
Conecto más con Quique González por la coherencia de su carrera artística.

La Mala/La Bien Querida.
Son estilos totalmente diferentes. La mala es una artista consolidada y La Bien Querida acaba de empezar. Mientras veo cómo evoluciona La Bien Querida, de momento, La Mala.

Jacques Brel/Serge Gainsbourg.
Aunque Jacques Brel ha supuesto una gran influencia para muchos artistas españoles, es demasiado lineal para mí. Así que me quedo con Serge Gainsbourg, por su registro de voz y sus temas.

Frank Sinatra/Elvis Presley.
Imposible elegir. Los dos son los mejores en su género.

Marvin Gaye/Bruce Springsteen.
Soy más rockero, así que Bruce. Pero cada uno en su momento es grande, o fue, en el caso de Marvin.

Tom Waits/Lou Reed.
Tom Waits. Su evolución artística es impredecible, sorprendente y siempre ascendente. Lou Reed tuvo su gran momento irrepetible, pero hace tiempo que es circular.

Michael Jackson/Prince.
Dos monstruos de la música capaces de sobreponerse a sus propios éxitos. El Prince transgresor me hace alabar su capacidad musical pero, ¿dónde está? ¿En qué proyecto trabaja? Y, sobre todo, ¿cómo puñetas se llama ahora? Así que acabo quedándome con Michael Jackson.

The Rolling Stones/The Velvet Underground.
Los Rolling, por lo que han aportado y aportan a la historia de la música.

Bob Dylan/John Lennon.
John Lennon. No ha habido nunca mejor letrista en el mundo de la música anglosajona que Bob Dylan, sin embargo nunca conseguí conectar con él. John era más rico en sus creaciones. Si la música fuera para leerse, Bob Dylan. Pero como está hecha para escucharse, John Lennon.

Neil Young/Elvis Costello
Elvis Costello me mantiene espectante sobre lo que va a hacer en su próximo disco. Aunque la música de Neil Young es buena, prefiero dejarme sorprender por cada reinvención que de su música hace Costello.

Youssou N’Dour/Fela Kuti.
Youssou N’Dour por saber occidentalizar sus raíces africanas y hacer llegar al gran público parte de su esencia world.

¿Por qué decidiste dedicarte a la crítica musical?
En primer lugar, nunca me gustó hacer crítica musical. Me cuesta mucho sacar el lado negativo de un disco. Más que a la crítica, me dedico al periodismo musical, por mi amor a la radio y la necesidad de transmitir todo lo que la música puede aportar a la gente. El autobús de mi colegio me dejaba al lado de los antiguos estudios Hispavox, y siempre me preguntaba qué se estaría cociendo allí dentro.

¿Quién fue tu maestro periodístico?
Con Jorge de Antón aprendí que ponerse delante de un micrófono era mucho más que tener voz. Me enseñó que conectar con los oyentes requería de la creación de un entorno idóneo en el que la imaginación nos trasladara a un lugar común: la música. Otro grande, Joaquín Luqui, me enseñó que la pasión por el trabajo y la música siempre van de la mano. Aunque ya no estén, siguen ahí. También escuché mucho a Antonio Fernández y su «Área Reservada».

Un equipo de fútbol.
No me gusta el fútbol.

Un político.
No me gusta la política. Si tuviera que elegir forzosamente a alguien, Tierno Galván.

Una ciudad para vivir.
Granada, Santander. Algún lugar donde evadirse del ruido y los coches no estén a más de diez minutos de distancia.

El disco que detestas y que despierta alabanzas entre tus compañeros.
No soy muy de detestar nada. Los extremos nunca son buenos, ni siquiera en el mundo de la música. Si acaso no comparto la pasión por la “fast food” musical.

¿Vinilo, CD o mp3?
El vinilo por arte y el mp3 por comodidad. Nunca me gustó el CD como formato.

La película que nunca te cansas de volver a ver.
«Forrest gump». Una historia emocionante con una banda sonora espectacular. Y «El Padrino», siempre se descubre algo nuevo; crece y mejora con los años.

El libro que nunca te cansas de releer.
No soy de releer libros.

Una serie de televisión.
«Cuéntame».

Si estuviera en tus manos elegir la música que suena en los supermercados, ¿qué discos seleccionarías?
New age, (Lito Vitale… ) y smooth jazz.

Anterior entrega de Fotopress: Juan Puchades.

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