The Waterboys: Poesía eres tú

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«Los tiempos han cambiado, y eso quiere decir que algunas cosas son más sencillas y otras más complicadas. Siempre hay beneficios y problemas»

La formación liderada por Mike Scott, imprescindible en la banda sonora emocional de la España de los ochenta, presenta desde hoy en directo “An appointment with Mr. Yeats”, un álbum en el que adapta catorce composiciones del escritor irlandés. Eduardo Guillot ha entrevistado a Scott.

 

 

Texto: EDUARDO GUILLOT.
Foto: CHARLIE BIBBY.

 

 

Es uno de los grupos que más éxitos cosechó en la España de los  años ochenta, y lo ha ratificado cada vez que ha regresado a nuestro país. Esta vez, la banda liderada por Mike Scott vuelve para presentar “An appointment with Mr. Yeats”, un álbum en el que adapta catorce poemas del célebre autor irlandés.

En 2010 ya diste cinco conciertos titulados “An appointment with Mr. Yeats”. ¿Fueron el origen del disco?
Sí. Fue la primera interpretación de las canciones en público. De hecho, el repertorio fue concebido antes como show en directo que como disco. Quería hacerlo así.

¿En ese momento ya habías tomado la decisión de grabar el disco?
Sí, de hecho era una idea que llevaba barajando mucho tiempo.

En el pasado ya adaptaste ‘Love and death’ (en “Dream Harder”) y ‘The stolen child’ (en “Fisherman’s blues”). ¿Qué importancia tiene Yeats en tu vida?
Es mi poeta favorito. He aprendido mucho leyendo su obra. Ha contribuido a expandir mi conciencia, tanto espiritual como intelectualmente.

¿Es difícil adaptar sus poemas?
No me lo ha parecido. Muchos de ellos riman y me sugerían la música. Fue algo muy natural.

PJ Harvey también le menciona siempre como una importante influencia en su escritura. ¿Crees que es especialmente musical?
Sí. El modo como estructura el lenguaje y la manera en que lo hace sonar es muy rítmico, siempre fluye con naturalidad.

Y sus textos mantienen la vigencia.
Ocurre con algunos de ellos, sí. Yeats no estaba limitado por su tiempo, es un autor atemporal, y creo que eso es una señal de su grandeza. Los dramas de Shakespeare podrían tener lugar en cualquier época, y Yeats es similar en cierto sentido. ‘Politics’ habla de un hombre mayor que desearía ser joven de nuevo para acercarse a una hermosa mujer a la que ve en un restaurante, y siempre habrá hombres que se sientan así. Es universal.

El álbum está coproducido por Marc Arciero. ¿Por qué lo escogiste?
Es el bajista de The Waterboys, y también toca en el disco. Inicialmente, íbamos a grabar en directo, pero me dijo que la música era tan buena que era mejor meterse en el estudio y dedicarle el tiempo que merecía. Me sugirió un estudio ajustado de presupuesto, acepté y le dije que coprodujera el disco.

Como siempre, basta escuchar una canción para darse cuenta de que se trata de The Waterboys. ¿Cómo lo consigues?
Es un misterio para mí. No hay nada que pueda hacer para explicarlo. La música empieza dentro de mí, se filtra a través de los instrumentos y se le aplican valores de producción, pero no sé de dónde procede, surge de manera inconsciente.

Has grabado muchos de los instrumentos del disco. ¿No tuviste la tentación de volver a firmar con tu nombre, como hiciste con “Bring ‘em all in” (1995) y “Still Burning” (1997)?
No, nunca. En el disco han participado muchos músicos, soy un jugador de equipo. He doblado mis guitaras y las voces, así que he tocado más que nadie, pero en ningún caso es un disco solista. Y queda descartado publicar otro disco a mi nombre.

Tengo entendido que los shows de esta gira están divididos en dos partes.
En Gran Bretaña y el Norte de Europa voy con seis o siete músicos, y hacemos dos partes. La primera con las adaptaciones de Yeats y la segunda con repertorio del grupo. Pero en España la banda es de cinco músicos, porque el presupuesto es más reducido, y lo que hacemos es un show un poco más largo, sin descanso, con temas de ambos repertorios combinados. Pero el concepto es el mismo.

The Waterboys comenzaron en 1983. ¿Preparas alguna celebración para el año que viene?
No. Los aniversarios son terriblemente aburridos. Solo celebramos el de los veinticinco años de la publicación de “Fisherman’s blues”, porque había material extra para hacer una reedición.

En ese tiempo, la industria ha cambiado mucho. ¿Echas de menos los viejos tiempos?
No. Una frase inglesa dice que siempre que ganas también pierdes algo. Los tiempos han cambiado, y eso quiere decir que algunas cosas son más sencillas y otras más complicadas. Siempre hay beneficios y problemas. En el caso de la música, hay cosas que han permitido que los procesos sean mucho más fáciles. La tecnología es fantástica. Puedo tener un estudio de grabación en el ordenador. Paso más tiempo que nunca grabando, porque antes tenía que ir a un estudio, y allí siempre grabas mirando el reloj. Ahora puedo mandar mp3 a los músicos y enviarle indicaciones por mail a gente que vive en Nueva York, así que me encanta la tecnología, que también aumenta la facilidad para descargarse discos instantáneamente desde iTunes, aunque sigo comprando cedés y vinilo. Y aprecio el acceso a la música que permite internet. Yo no oigo la radio, porque se ha convertido en algo muy blando, así que escucho música en internet, que ha sustituido el poder de la radio en la carrera de los músicos, porque el vídeo también está en retroceso. En los ochenta fue un paso atrás, algo verdaderamente destructivo, y ahora es mucho menos relevante. Pero también hay cosas peores. Por ejemplo, ganamos mucho menos dinero por las ventas de discos, y eso hace las cosas difíciles. La cuestión ética del copyright y la gente que se descarga música gratis evolucionará de algún modo, aunque no sé en qué sentido. Así que hay pros y contras.

Robyn Hitchcock decía que otra gran diferencia es que antes las compañías podían apostar por artistas de largo recorrido, desarrollos de carreras, apoyo económico en giras, y eso se ha terminado.
Es muy cierto. Pero también tiene su lado bueno, porque los artistas deben ser realistas y cuidadosos con el dinero que necesitan y gastan en sus grabaciones. Puede ser útil tener ese límite, que no necesariamente se extiende a lo creativo. Nosotros éramos muy conscientes del coste cuando estábamos grabando “An appointment with Mr. Yeats”, que costó treinta mil libras. En los viejos tiempos, cuando los sellos pagaban los gastos, podías disponer de medio millón para hacer un disco. Y aún gastar más. La disciplina de control del gasto es saludable.

Medio millón de libras parece una locura.
Bueno, nosotros llegamos a gastarnos más de un millón en la confección de “Fisherman’s blues”.

Hoy sería imposible grabar un disco así.
Todavía es posible, si eres una estrella global y dispones de esas cantidades. Algunos grupos siguen gastándolas. El último disco de U2 debió costar eso, porque grabaron en un estudio, pero no estaban convencidos y se fueron a otro a empezar de nuevo. Todavía hay gente que gasta mucho dinero. La que lo tiene.

¿Habrá pronto otro disco de The Waterboys?
Tengo material, y ya estoy pensando en grabar. Terminaré esta gira y a final de año me centraré en el nuevo álbum.

Fechas de la gia de The Waterboys:

12-IV Alicante. Teatro Principal.
13-IV Valencia. Palacio de Congresos.
14-IV Albacete. Auditorio del Palacio de Congresos.
15-IV Barcelona. Teatro Coliseum.
17-IV Madrid. Teatro Kapital.
18-IV Gijón. Teatro La Laboral
19-IV Bilbao. Santana 27
20-IV Santander. Espacio Santander.
21-IV Pontevedra. Pazo de Cultura.

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