“The tribe”, de Myroslav Slaboshpytskyi

Autor:

CINE

 

 

 “Un original, cruel e impresionante retrato de una sociedad en crisis que no dejará indiferente a nadie”

 

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“The tribe”
Myroslav Slaboshpytskyi, 2014

 

Texto: ELISA HERNÁNDEZ.

 

“The tribe” es la ópera prima del ucraniano Myroslav Slaboshpytskyi y narra la llegada de un joven a un internado para sordos y su integración en la mafia de adolescentes que controla dicha institución a través de diversas actividades delictivas como el robo y la prostitución. Utilizando esta escuela como metonimia, se nos cuenta cómo el entorno de degradación y deterioro obliga a la juventud de una Ucrania en crisis a renunciar a la esperanza y dejarse llevar por la violencia, la corrupción y la agresividad como única posibilidad de subsistencia individual, de intentar alcanzar algo parecido a la dignidad.

Y sin embargo, a pesar de la propia fuerza narrativa y emocional de la historia por sí misma, la película hace una poderosa y atrevida elección estética. La supresión total del diálogo hablado. En parte un recurso de verosimilitud y sobre todo un mecanismo de exacerbación del dramatismo, el filme recurre en exclusiva al uso de la lengua de signos ucraniana y a la actuación gestual. Sin música, subtítulos o explicaciones de ningún tipo, las acciones de los personajes valen más que cualquier palabra que pudieran pronunciar. Al no tener que centrar la atención en el lenguaje verbal, los sentidos del espectador se ven exacerbados al límite y nos obliga a prestar una mayor y muy diferente atención a todo lo demás, a los sonidos, a las imágenes, a los roces y a los golpes.

El gran poder de la película está, de todas formas, en haber sido capaz de ir más allá del simple tropo o truco, en no haberse dejado llevar por él sino utilizarlo a su favor. “The tribe” es mucho más que un filme sin diálogos o una revisión de lo que es hacer hoy cine mudo (aunque lo es mucho más que otros experimentos terriblemente frívolos como “The Artist”, de Michel Hazanavicius): es una horrorosa y brutal representación de su contexto de origen. Una preciosa y delicada fotografía, que contrasta con la crueldad de lo que nos enseña al tiempo que la amplifica, se acompaña de un inteligente uso de largos planos y de la cámara al hombro para conseguir un impacto todavía mayor de lo mostrado.

“The tribe” es un original, cruel e impresionante retrato de una sociedad en crisis que no dejará indiferente a nadie (su exitoso paso por festivales y las salas de otros países es prueba de ello) y que nos permite estar en un cine de un modo en el que no habíamos estado antes.

 

 

Anterior crítica de cine: “La venganza de Jane”, de Gavin O’Connor

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