The Charlatans, bajo el cielo de Madchester

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“Fue el concierto una danza de estilos, en que la neopsicodelia noventera de su último trabajo lució con talante en ‘So oh’ y ‘Come home baby’; en el que hubo momentos para la melancolía con la fraternal ‘Trouble understanding’ y también para el trance jazzero entre focos de colores con ‘In the tall grass’, ambas de también de su nuevo disco”

 

 

Los británicos recalaron en Madrid para ofrecer en directo la única presentación española de su último disco, “Modern nature”. En el concierto estuvo Sara Morales.

 

 

The Charlatans
La Riviera, Madrid
9 de Octubre de 2015

 

 

Texto y fotos: SARA MORALES.

 

 

Éramos menos de los que debíamos, pero juntos conseguimos algo sublime. Porque la cercanía que mana de Tim Burgess, carismático líder de The Charlatans, cala hasta lo más profundo. Se dirige a ti directamente, te busca con la mirada, te implica en su misión, la comparte contigo desde dentro, la convierte en tuya. Un ejercicio de empatía multidireccional con el que se alcanzó tal grado de hermanamiento, que poco importó que solo fuéramos unas quinientas personas las que habíamos ido a darles la bienvenida. Juntos hicimos de la noche calor, y del concierto afecto. ­

 

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Los de Manchester venían a presentar su duodécimo disco, «Modern nature», publicado a principios de 2015. Un álbum complicado psicológicamente, al ser el primero sin su batería original, Jon Brookes, fallecido en 2013 a consecuencia de un cáncer. Quizás por este motivo, también desde abajo nos volcamos más que nunca en salvar la brecha física que separa del escenario, entregados por completo en cada uno de los diecisiete temas que The Charlatans habían preparado para su única cita en España. Un repertorio que, aunque centrado en su nuevo trabajo, supieron encarrilar más que acertados hacia el repaso de toda su trayectoria que se remonta ya a hace 25 años. Por eso, ‘Talking in tones’ de este «Modern Nature», que guarda una intro dominada por la sugestión eléctrica y experimental, fue la encargada de arrancar el encuentro entre humo y luces rojas. Por eso, ‘Sproston green’, de su álbum debut en 1990 «Some Friendly», y uno de sus himnos más coreados, fue la mejor forma de despedirnos con un hasta pronto.

Mientras tanto, un despliegue britpop de hora y veinte de recuerdos, viejas glorias y nuevas creaciones, que continuaron con ‘Weirdo’ –de su segundo álbum «Beetween 10th and 11th» (1992)– en manos de un Tim Burgess de aspecto y actitud teenager que bailó y destiló confianza durante toda la noche. ‘North country boy’, de su quinto disco «Tellin’ stories», publicado en 1997, sirvió para dar pistas de que el cuarteto llevaba escondidos unos cuantos ases en la manga, pues a este álbum pertenece uno de sus temas más emblemáticos. Y así fue, hubo que esperar hasta el undécimo lugar, pero sí, claro que hicieron sonar ‘One to another’ con el particular deje grunge que siempre la ha definido. Como también desplegaron las alas de nuevo hacia su debut con la inmortal ‘The only one I know’, con la que un día se ganaron el respeto del mundo y que en su noche madrileña sacaron a relucir casi al final del concierto. O como rescataron también de su álbum «Simpatico» de 2006, su primer single ‘Blackened blue eyes’. Las tres protagonizaron los momentos más álgidos de la cita con estos padres de la escena Madchester, que también hicieron hueco a su cuarto álbum homónimo de 1995 con ‘Just when you’re thinkin’ things over’, envuelta en ese aire americano y guitarrero al que a veces les hemos visto acogerse y con el que consiguieron colocarse en los charts británicos aquel año.

 

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‘Oh Vanity’ y ‘This is the end’ fueron las representaciones de «You cross my path» (2008); con la primera comenzaron los bailes de la noche, con la segunda – junto a ‘You are so pretty’ del «Wonderland» de 2001– comenzaba la despedida.

Fue el concierto una danza de estilos, en que la neopsicodelia noventera de su último trabajo lució con talante en ‘So oh’ y ‘Come home baby’; en el que hubo momentos para la melancolía con la fraternal ‘Trouble understanding’ y también para el trance jazzero entre focos de colores con ‘In the tall grass’, ambas de también de su nuevo disco. Pero si este se ganó irremediablemente el respeto del público, en su presentación en directo, fue con la fascinante interpretación de ‘Let the good times be never ending’ y ‘Emilie’, las dos estrellas polares de este cielo que es «Modern Nature» y bajo el que todos los presentes brillamos esa noche.

 

 

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