Stereotipos: Adiós a los prejuicios

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«Los textos están mucho más cuidados y como banda nos hemos quitado algunos prejuicios a la hora de grabar los temas, si la canción pedía una instrumentación más austera pues así se quedaba y viceversa»

El grupo de La Coruña regresa con “200 Buitres”, un trabajo maduro y medido. Manu Rodríguez, cantante y compositor, nos relata los pormenores de su grabación y hacia donde se mueve la banda.


Texto: JUANJO ORDÁS.


«200 Buitres» tiene, a mi entender, una duración perfecta. Lo ideal de esos treinta y dos minutos es que apetece repetir. Esclavizarse a los amplios límites del CD es un error.
Nos encanta que digas eso porque es justo lo que pretendíamos a la hora de grabarlo y elegir qué temas irían finalmente en el disco, queríamos hacer un disco que apeteciese escucharlo de principio a fin o incluso que te apeteciese volver a escucharlo. Grabamos trece o catorce temas pero quisimos quedarnos sólo con los que creíamos que eran los mejores y no meter algún otro que pudiese desmerecer al resto; creo que hay muchos discos de dieciséis o diecisiete temas que no son más redondos precisamente por haber sido capaces de dejar alguna canción fuera.

En vuestra hoja de promoción se habla de Quique González y Piratas, aunque ni tanto ni tan poco. Creo que tenéis una influencia bastante más pop, ¿qué nombres citaríais?

Esa definición está sacada de una crítica del «EP3» sobre nuestro primer disco. Cuando todavía no te conoce mucha gente, como es nuestro caso, es normal que te pongan etiquetas para orientar un poco a la gente de por dónde van los tiros, supongo que el que en nuestro primer disco uno de los temas fuese escrito por Quique y que en ese momento nos encontrábamos de gira con Iván Ferreiro hizo que nos colgasen esa etiqueta. De todas formas, como dices, ni tanto ni tan poco; somos una banda y como tal tenemos muchas influencias y muy variadas, igual que a mí me puede gustar mucho lo que hace gente como el propio Quique o cosas “nuevas” como Fabián, Álex Ferreira, Bon Iver… A Pablo, nuestro batería, le encantan Sigur Ros o Police, Julio es muy fan de Aimee Mann y de Rory Gallagher y a Charlie es fácil pillarlo escuchando a Depeche Mode. Son ejemplos de grupos que nos encantan pero que evidentemente no siempre se ven reflejados en lo que hacemos. Se trata de ser capaces de hacer buenas canciones y ser nosotros mismos, y de darles a cada canción única y exclusivamente lo que creemos que necesitan, dejando de lado las modas o el querer apuntarse al «hype» del momento; en realidad las modas pasan y las buenas canciones permanecen.

¿Por qué escogisteis a Juan de Dios Martín como productor?
Conocemos a Juande desde hace mucho tiempo, ya en nuestro primer disco se encargó de grabar algunos teclados y cuando empezamos a pensar en un productor con el que nos apeteciese hacer “200 buitres” nos pareció la mejor opción por varios motivos; conocíamos y nos gustaban mucho sus trabajos con Deluxe, LePunk… y mostró mucho interés desde el momento en que se lo propusimos. Además Juande es coruñés, como nosotros, y eso hizo posible que se trasladase a nuestra ciudad durante un mes y medio y se metiese con nosotros en el local desde el primer momento, algo que agradeces mucho a la hora de empezar a grabar. Todo esto por no hablar de su capacidad para tocar cualquier instrumento que cae en sus manos.

El título tiene miga. ¿Quiénes son esos “200 buitres”?
“200 buitres” son diez canciones escritas durante los dos o tres últimos años, creo sinceramente que cuando escribes canciones a veces estás dando demasiada información o contando demasiadas cosas, pero la verdad es que no conozco otra forma de hacerlo y en este disco casi todas giran en torno a una misma situación; una de esas historias que sabes que no van a ningún sitio pero que engancha e intentas estirar hasta el final sin saber muy bien porqué. Después de escuchar el disco, además de ser el título de una de las canciones y resultar en cierta forma llamativo, la imagen de unos buitres merodeando nos pareció que resumía muy bien la idea de algo que se acaba, algo que está muy presente en el resto de temas.

En el momento en que iniciáis la grabación, ¿cuál era el objetivo propuesto, qué queríais mejorar respecto a vuestro anterior disco?
La diferencia principal con el disco es que a pesar de haber pasado tres años desde que editamos el primero, en algunos casos hay hasta seis años de diferencia entre la composición de las canciones de “200 buitres” y las de nuestro primer disco, y evidentemente no escribes lo mismo cuando tienes 20 años que cuando tienes 27. Además de eso, hemos hecho más de cien conciertos entre los dos discos y eso se tiene que notar; creo que los textos están mucho más cuidados y que como banda nos hemos quitado algunos prejuicios a la hora de grabar los temas, si la canción pedía una instrumentación más austera pues así se quedaba y viceversa; para esto también nos ayudó mucho el trabajar con Juande. Hemos querido hacer un disco que pudiésemos defender en directo.

A veces la voz sube muchos tonos, ¿es adrede?
No, para nada; en el tema que da título al disco sí que es cierto que en el estribillo hay una progresión que puede parecer que sube bastante, pero no es ni mucho menos algo hecho adrede.

En una de vuestras canciones hablaís de “fuego cruzado en el salón”, ¿es la vida diaria una batalla campal?

A veces puede llegar a serlo, pero como dice esa misma canción, si llegas a ese punto lo mejor es “un cambio de luz tras una explosión”, el tiempo lo pone todo en su sitio.

En el DVD documental que acompaña al disco mostráis al grupo desde dentro. ¿Por qué habéis decidido compartir esos momentos?

Tuvimos la oportunidad de llevar a dos cámaras durante la gira que hicimos como teloneros de Iván Ferreiro en 2008 gracias al portal novaxove.com, para el que hacíamos una especie de programa online en cada salida de esa gira; al final de la misma nos dimos cuenta de que había un montón de horas grabadas y Piño Prego (el director) nos propuso la idea de hacer un documental en el que contásemos, un año después, cómo recordábamos la gira. Cuando nos lo enseñaron nos pareció que estaría bien incluirlo con el disco ya que se nos ve de una forma muy natural. Es algo que queríamos ofrecer a aquellos que se hiciesen con el disco.

Ahí citáis a Keith Richards, ¡nadie diría que sois seguidores suyos!
Es verdad que no somos el típico grupo que haga temás de clara influencia stoniana, pero junto a Marc Ford, Keith Richards es uno de los héroes de Julio, nuestro guitarrista. Es muy fan de esa manera de tocar que tiene Keith Richards, tosca pero con mucha clase y encanto.

Todavía no vivís de la música, ¿es duro compaginar Stereotipos con trabajos de entre semana?
Es duro desde el momento en que tienes que cuadrar y sacrificar días de vacaciones y fines de semana, que es cuando se supone que tienes algo de tiempo libre para poder subirte a la furgo e ir a tocar, y cuando hablamos de tocar puede ser tanto el tocar en Galicia como bajar a Granada para hacerlo delante de quince personas, pero no lo haríamos así si no tuviésemos claro que esto es lo que más nos gusta hacer y con lo que más disfrutamos.


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