Soleá Morente y Los Evangelistas: Buscando estrellas

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«Partimos de la experimentación. Nos gusta probar cosas nuevas y avanzar. Enrique Morente siempre estará en Los Evangelistas»

 

Los Evangelistas se alían con Soleá Morente en “Encuentro”, un disco en el que unen fuerzas para perderse por caminos que a más de uno pueden sorprender. Eduardo Tébar conversa con ellos.

 

 

Texto: EDUARDO TÉBAR.

 

 

Verano de 2012. Ando por la casa de J y me pone las maquetas de las nuevas canciones de Los Evangelistas. Sorpresa y extrañeza. Soleá Morente lleva la voz cantante. Además, la banda rebaja el dramatismo de su debut y se expande en horizontal por vericuetos de música ambient, un pop casi chill. Tras la misa sónica de “Homenaje a Enrique Morente” (2012), el grupo investiga resortes sonoros. El teclista de los directos, J.J. Machuca, se incorpora a la formación. Igual que el batería Antonio Lomas –ex de Lori Meyers y Lapido–, que alterna labores con Eric Jiménez. “Encuentro” (El Volcán Música) ofrece cinco títulos que saben a primer paso firme de Soleá. Colabora su hermana, Estrella Morente. Y la portada vuelve a mostrar un óleo de su madre, Aurora Carbonell (La Pelota). El rojo sangre ha tornado azul.
Quedamos para desayunar y comentar el resultado junto a El Refugio Antiaéreo, en El Fargue granadino. J, Antonio Arias, Florent y Soleá forman una piña. Ella disfruta de su trabajo en el teatro. Atrás, la etapa de estudiante de Hispánicas, recibiendo clases de Andrés Soria, Luis García García Montero o Juan Carlos Rodríguez. Ahora, Soleá acude con sus amigos rockeros a conciertos de Thurston Moore o Lori Meyers. En esencia, es la misma niña inquieta que asomaba con palmas y coros en los recitales de “Omega”.

¿Hablamos del estreno de Soleá Morente?
Soleá: Estoy buscando mi sitio. Tengo la suerte de contar con muchas personas grandes, amigos de mi padre que me están ayudando. Con Los Evangelistas estoy encontrando el norte. Disfruto muchísimo. Me siento bien cantando con ellos. A mi padre le estamos homenajeando todo el rato. Gracias a él se ha producido este encuentro y ha surgido este trabajo.
Florent: Partimos de la experimentación. Nos gusta probar cosas nuevas y avanzar. Enrique siempre estará en Los Evangelistas.
Arias: Hay una búsqueda y un encuentro. Quizá, por eso se llama así el disco.
J: La búsqueda está tanto en la genética de Enrique Morente como en la nuestra. Experimentamos para llegar a un sitio nuevo.

Esta vez, J, Antonio y Soleá os implicáis en la composición.
Arias: Después de empezar con Los Evangelistas estudiando las composiciones de Enrique, llega el momento de la aventura de escribir nosotros. Aprendemos metiéndonos en la cabeza de Enrique: esos giros armónicos tan sorprendentes que daba él. Hemos planteado textos abiertos, no demasiado rígidos. Estrella podía llegar y meter un trozo popular.
Soleá: Ha habido un poco de todo. Me he puesto en sus manos. Me han llevado, me he dejado guiar y yo he aportado algunas opiniones.
J: Lo mejor es cuando has hecho lo que te ha dado la gana.
Arias: Las maquetas nos permitían añadir y quitar cosas. Las baterías podían entrar al final.
J: Los Planetas o Lagartija Nick grabamos mucho en directo. Llegamos y tocamos. Este disco se ha hecho como los del último Enrique. Con ordenador. Trabajando ahí la estructura, los arreglos y posproduciendo al final con las baterías. En ese sentido, es menos rock.

También incorporáis un teclista.
Arias: Aquí se consolida el trabajo con Machuca en los directos. Ahora se lo han llevado los Lori y habrá que compartirlo.

Y seguís confiando las mezclas y la posproducción en Youth [bajista fundador de Killing Joke y productor de The Verve, U2 y Depeche Mode], que lo hace todo en su estudio en Albuñuelas.
Arias: Llevamos un trabajo mucho más elaborado con los teclados pensando en Youth. Queríamos más ambient y él lo busca. En el anterior álbum le insistíamos: “We want the mystic mixes”.

¿Por qué tanto vaivén de baterías?
Arias: David Fernández también ha estado en las maquetas. Cada uno cumple su misión.

‘Si tú fueras mi novio’ representa una vertiente muy pop.
Arias: Resulta mucho más ecléctica para Soleá. La imagen de ella es que puede hacer cualquier cosa. Nada le asusta. Es más, lo conoce.
Florent: También es un acto de valentía. No es una canción representativa porque el resto del disco no va por ahí. Aquí hay un enriquecimiento de voces gracias a Soleá y Estrella. Le dan personalidad.
J: La presencia de Soleá ya es una herencia de Enrique.

Puede que lo más morentino sea ‘Dormidos’, que tiene ese aire de “Omega” e invoca aquella seguiriya de “Despegando”.
Soleá: Forma parte de mi manera de cantar y de sentir la música. Sí, es un puente con “Omega”. Cantar por seguiriyas suponía un reto para mí.

¿La propuso Antonio?
Arias: Soleá estaba maquetando mucho material. Primero, con su padre. Luego lo elaboramos entre todos. Me dijo: “Tráeme algo, Antoñico”. Es una inspiración de ‘Estrella de fuego’, la petenera con Niño Ricardo. Si nos metemos en ese océano, podemos nadar. La experiencia de Soleá siempre ha sido muy de directos. Esos gestos forman parte de nuestro pasado musical.

Y el reciclaje, tan común en los flamencos.
J: Claro. Lo de coger versos antiguos y volver a cantarlos a tu modo es una constante del flamenco. Enrique lo hacía mogollón. Es como lo que comenta Antonio de ‘Estrella de fuego’, que tiene un rollo que aparece más adelante en ‘La estrella’.
Arias: Enrique fue de los primeros artistas a los que vi inspirarse en las cosas que ya había dicho antes. Les da otra vuelta.
J: Enrique podía cantar una melodía por tangos y luego hacerla por bulerías para, más tarde, abordarla con otro palo.
Arias: Esa visión es la que te da libertad. Hemos visto lo que se puede hacer con una letra. No es que hayamos nacido sabiéndolo. El hecho de acercarte al genio de Enrique es como traspasar un fuego. Lo adviertes cuando lo has pasado, pero, mientras, piensas que te vas a quemar.

Soleá, ¿de qué manera te han marcado las actuaciones con Los Evangelistas y Carmen Linares?
Soleá: Fue una prolongación de la oportunidad que me dieron de estar en ese disco tan maravilloso. Me gusta mucho cantar con ellos. Subirme al escenario es lo mejor que me ha podido pasar hasta ahora. Son buenos artistas y les pedí que hiciéramos algo más. Me han tratado muy bien y me han hecho unas canciones muy bonitas.
J: Con una buena cantante ganamos un montón.
Arias: No hay nada como un buen cuadro flamenco con una buena figura.
Soleá: Poco a poco, me enganché. Son músicos muy distintos entre sí y eso me llama mucho la atención.
Florent: Al público de Los Planetas y Lagartija Nick le impacta ver a una cantante que no viene del rock alternativo.
J: El rock es más fácil de hacer. Puedes meter ruido con una banda. El flamenco infunde más respeto. A Soleá le cuesta menos aproximarse por ese camino.

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«Me gusta mucho el flamenco, pero no me voy a poner a cantar a pelo por seguiriyas, por fandangos o yo sola con una guitarra. Soy una aficionada

 

¿Aspiras a ser cantaora?
Soleá: No, no. Yo me considero una aficionada al flamenco, y muchas flores me estoy echando. A las cantaoras las he vivido. Lo llevo en la sangre. Pero yo no lo soy.
J: Pues a mí me gustaría verte cantar con un guitarrista de verdad.
Soleá: Me gusta mucho, pero no me voy a poner a cantar a pelo por seguiriyas, por fandangos o yo sola con una guitarra. Soy una aficionada. Por eso estoy aquí.

Hace poco entrevisté a Estrella. Repetía lo del hallazgo de Soleá.
Soleá: Es la fan número uno. Sin duda, ha enriquecido el trabajo. Es verdad que muchas veces entro en su estudio y tiene el disco puesto. Le inspira y le tranquiliza. Es curioso que le guste tanto. Me alegra un montón porque el criterio de Estrella es muy importante.
Florent: La combinación de las voces de Soleá y Estrella le otorga un aire muy psicodélico y flamenco al disco.

¿Qué dicen en casa?
Soleá: Les gusta mucho a todos. Están muy contentos y muy orgullosos. Se quedan un poco descolocados porque, hasta hace poco, me dedicaba a estudiar Hispánicas. Ahora empiezo a viajar con Los Evangelistas y a hacer teatro. Me estoy metiendo en líos, pero en casa lo respetan [risas].

Intervienes en ‘Yerma’, dirigida por Miguel Narros.
Soleá: En mi papel canto, bailo e interpreto. Una mezcla de cosas que me vienen muy bien.

La conexión lorquiana, siempre.
Soleá: Cada palabra de Lorca es una joya. No tiene desperdicio. Lo estoy disfrutando muchísimo. Actuamos casi todos los días y no me canso del texto de Lorca. Desde el principio hasta el final. La música es de mi padre. Me maravilla.

¿Qué haréis con las cintas inéditas de Enrique Morente?
Soleá: Hace poco tiempo de su muerte. Estamos saliendo del shock. Por supuesto que queremos cuidar y proteger la obra de mi padre. Hay muchísimas cosas. Hay material muy bueno. Pero meter las manos ahí es muy complicado. Se le va a seguir escuchando siempre.

Y tienes un disco pendiente de blues y jazz.
Soleá: Era un disco que empecé con mi padre. Él eligió las canciones para mí. No lo terminé, pero lo acabaré. Me interesa todo. Estoy en pleno proceso de aprendizaje. Ellos me aportan cada día nuevos grupos y sonidos que me sorprenden. Ayer me desperté escuchando a Stereolab.

La conversación se bifurca por unos minutos. Disertamos sobre aventuras y desventuras de Laetitia Sadier. Soleá pregunta y hurga en disquisiciones varias. J reivindica a Tim Gane y termina ensalzando la memoria de McCarthy. Soleá apunta en el iPhone.

¿Cómo enfocáis estos conciertos?
J: Combinamos los dos discos de Los Evangelistas.
Soleá: Yo aparezco más. Estoy más pesada.
Arias: No solo es lo editado. Hay un proceso creativo y pueden aflorar ideas en los conciertos.

Parece increíble que, tras aquel tributo en el Sacromonte en 2011, el álbum no se haya tocado en Granada. Y elegisteis el Generalife.
J: No nos han dejado. Lo del Sacromonte fue más un ensayo.
Arias: No nos dejaron en el Generalife ni en otros sitios. Que nos dejen es que no nos cueste 27.000 euros hacerlo. A eso me refiero.
J: Ocurre en general. En este país hay una persecución a la cultura. No interesa que nos dediquemos a la cultura. Se quiere erradicar.

Madrid, Cartagena, Sevilla, Barcelona… ¿Cuál fue el más emotivo?
Soleá: Todos me han gustado mucho. En La Mar de Músicas, en Cartagena, agarre una foto gigante de mi padre que tenía un chico en la primera fila. Fue especial.
Florent: Todos han sido mágicos. Siempre me he quedado con ganas de más.

Existe una iconografía impactante con las dos portadas de Aurora.
Florent: Para mí la portada es crucial. Le da sentido al disco.
Soleá: Transmite más calma. Puede resultar chocante, pero no hay una premeditación. Es otro encuentro. Ha sucedido tal cual. Mi madre no pensó en un color concreto.
Arias: Aurora es otro miembro del elenco.

¿Veremos a tu madre exponer?
Soleá: Sí, sí. Lo tiene pensado. Está haciendo cosas muy modernas, muy interesantes. También en escultura. Es una artista escondida.

Y tu hermano Kiki, que se prodiga más.
Soleá: Mi hermano Kiki es la bomba, un pedazo de cantaor. Va a gustar mucho porque lo tiene todo.
Arias: Tiene muchísimo carisma. Se le nota. Va por su camino, que es muy buen camino.

PRÓXIMOS CONCIERTOS DE SOLEÁ MORENTE Y LOS EVANGELISTAS:

– 28 de junio. Sala El Tren. Granada.

– 5 de julio. Circo Price. Madrid.

– Sonorama Ribera. Aranda de Duero.

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