Ser o no ser… un Kink. La historia del fallido disco en solitario de Dave Davies

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«Era tal el magnetismo de Dave, su presencia escénica y su atractivo sexual, que el manager del grupo y la discográfica Pye le impulsaron a grabar algunos singles en solitario»

 

 

La edición, por fin, de “Hidden treasures”, el que en su día iba a ser el primer disco en solitario de Dave Davies, vuelve a poner bajo los focos al hermano menor de Ray Davies, el segundo en discordia en los Kinks. Àlex Oró reconstruye su historia.

Texto: ÀLEX ORÓ.

Era el más guapo y glamuroso de The Kinks. Su nombre, Dave Davies, el menor de los hermanos que lideraba el cuarteto que durante la década de los sesenta se situó en un honroso tercer lugar tras The Beatles y The Rolling Stones en la lista de las formaciones británicas más populares (con permiso de The Hollies). Era tal el magnetismo de Dave, su presencia escénica y su atractivo sexual, que el manager del grupo y la discográfica Pye le impulsaron a grabar algunos singles en solitario y un repertorio de canciones que debían formar parte de un proyecto discográfico al margen de The Kinks que nunca se llegó a concretar y que ahora se recupera junto a otras grabaciones dispersas (pero no completamente inéditas) en el disco “Hidden treasures” (Universal).

A pesar de sus éxitos como grupo, la carrera de The Kinks está plagada de decisiones empresariales y actitudes personales erróneas, que lastraron su evolución como banda y les impidió mantener su estatus más allá de la década de los setenta, aunque tuvieron periodos de extrema lucidez artística y notable éxito comercial hasta bien entrados los ochenta.

Uno de esos momentos en que The Kinks no supieron estar en el sitio y en el momento adecuado fue el periodo 1967-1969. Fue en ese momento, cuando desde el mismo entorno del grupo se planteó el “spin off” de Dave Davies. Pero no adelantemos acontecimientos. Para entender por qué fracasó la presunta carrera de Dave Davies en solitario debemos volver a la infancia de los dos hermanos Davies.

 

 

 

EL PRÍNCIPE DESTRONADO
La relación entre Dave y su hermano Ray siempre fue (ha sido) complicada. Durante algunos años Ray fue el hermano menor de cinco chicas: Rosie, Rene, Dolly, Joyce y Peggy. La primera de ellas vino al mundo en 1924 y la última en 1932. Ray nació en 1944. Así que imagínense la situación. El pequeño Ray se convirtió en el “juguete” preferido de sus hermanas, que lo cuidaron con mimo hasta que… nació Dave en el 47.

Cada uno de los hermanos explica este acontecimiento a su manera. En la autobiografía “no autorizada” de Ray “X-Ray” (Edición EE.UU.: Overlook Press, 1996), el mayor de los Davies habla sin complejos de que se convirtió en un príncipe destronado. Ray insistía en ello durante la gira para “The storyteller”, en la que leía fragmentos de su libro al tiempo que cantaba sus hits de toda la vida en versión acústica. Es el típico caso de celos que acostumbran a diagnosticar los pediatras cuando en una familia de hijo único llega “el hermanito”. En este caso dada la edad de las hermanas mayores, el pobre Ray tuvo que compartir sus “seis” madres con el recién llegado. Terrible para el niño desplazado y terrible para el recién llegado que sufre los celos de su hermano mayor.

En cambio Dave explica en “Kink. Una autobiografía” (Lenoir, 2005) que su nacimiento se produjo cuando nadie lo esperaba. Es más, su madre no le dijo a nadie que estaba embarazada porque sentía vergüenza de tener otro hijo a los 42 años. Los Davies eran pues una numerosísima familia proletaria británica por lo que Ray y Dave se vieron obligados a compartir cama y todo tipo de recursos durante muchos años. Esta situación de precariedad y celos mutuos cimentó la mala relación que tendrían los dos hermanos años después y que se ha mantenido hasta día de hoy.

 

 

 

DEL ÉXITO AL FRACASO
The Kinks vivieron su máximo momento de esplendor entre 1964, año en el que se edita ‘You really got me’, que incluye uno de los riffs más recordados de la historia del rock, obra de Dave, y 1966, año en el que se edita el LP “Face to face”, con temas básicos del repertorio del grupo como ‘Sunny afternoon’, la mayoría de ellos compuestos por Ray.

Entrados en el 67 el grupo se prepara para grabar un nuevo disco. La banda ya tenía parte del material para el álbum que incluiría temas como ‘David Watts’ o ‘Waterloo sunset’. En ese momento y pese al éxito, Dave no era un tipo feliz. En su autobiografía insiste en un hecho que le marcó para siempre. Durante su adolescencia dejó embarazada a su novia. Sus padres le “obligaron” a “olvidar” a la chica. Dave afirma que el recuerdo le torturaba y por eso vivía en una espiral de excesos de todo tipo. Curiosamente, recuerda más sus “hazañas” alcohólicas y sexuales que cómo gestó algunas de sus composiciones.

En esta tesitura explica cómo compuso ‘Death of a clown’: “sentía lástima de mí mismo. Quería más de la vida de lo que había estado recibiendo. (…) Estaba desconsolado, me sentía como un payaso sin sonrisa, con la cara pintada, dispuesto para su actuación pero triste por dentro”. Ray remató la canción aportando su ingenio. Para conseguir más emotividad en la melodía de inicio, utilizó una púa de guitarra para tocar las cuerdas de un piano. Robert Wace, mánager del grupo, apostó por editarla como single en solitario de Dave. ‘Death of a clown’ fue un éxito mundial y debía ser uno de los pilares del nuevo LP de la banda que, en un alarde de imaginación, se tituló “Something else by The Kinks”. Un título tan anodino condenó al nuevo disco de la banda al fracaso, un fracaso que no fue ajeno también al golpe de efecto que supuso la edición de “Sgt. Peppers” de los Beatles. El LP incluyó también dos canciones más de Dave: ‘Love me till the sun shines’ y “Funny face”, que fueron acreditadas a The Kinks y utilizadas como caras B de los singles de Dave. De hecho, en ‘Death of a clown’ y en el resto de composiciones grabadas por Dave para su “disco en solitario” hasta 1969, también tocan el resto de The Kinks (Peter Quaife y John Dalton al bajo y Mick Avory a la batería) y fueron producidas por Ray. La decisión de editar ‘Death of a clown’ como single en solitario del menor de los Davies fue estrictamente comercial y con el objetivo de potenciar su imagen de “sex symbol” del Swinging London y dedicado seguidor de la moda.

En “Kink”, el menor de los Davies explica que se sentía muy inseguro por tener que defenderse en solitario en los platós de televisión y que Ray “siempre le animaba” a dejarlo correr y centrarse en The Kinks. Y una anécdota más: Dave Davies asegura en su autobiografía que la canción ‘La, la, la’ con la que Massiel ganó el festival de Eurovisión en 1968 era un “robo directo el estribillo de ‘Death of a clown’. El kink se declara sorprendido porque nadie más se diera cuenta de ello.

La gran repercusión comercial de ‘Death of a clown’ y el fracaso de “Something else by The Kinks”, pese a ser uno de los mejores larga duración de la discografía de la banda, animaron al entorno del grupo a anunciar la inminente grabación del primer LP en solitario de Dave, que según el libreto que acompaña a ‘Hidden treasures’ debía combinar adaptaciones de bluesmen como Big Bill Broonzy o Leadbelly con versiones de Jacques Dutronc y, por supuesto, material original de Dave.

Se reservaron sesiones de estudio para Dave, que fueron canceladas por expreso deseo del músico. Afirma en su autobiografía que el estudio no reunía las condiciones necesarias, que sentía que se aprovechaban de él… pero de esos mismos textos se puede concluir que hubo más falta de motivación y de arrestos para enfrentarse a su hermano que una falta de medios.
En noviembre del 67, Dave compone otra canción influenciada por los fraseos de Leadbelly e inspirada de nuevo el en recuerdo de su novia de la adolescencia. ‘Susanah still alive’ se publicó como su segundo single en solitario, que no alcanzó el éxito de su predecesor. El efecto ‘Death of a clown’ se desinflaba.

Mientras The Kinks se pegaban otro tastarrazo comercial con «Village Green preservation society” (otro disco que ha ganado enteros con el paso de los años), Dave Davies editó un par de singles más. ‘Lincoln county’, una canción influenciada por Eddie Cochran y Leadbelly y creada a partir de un riff de piano de Ray. Para algunos, la letra estaba dedicada a Jesse James, el forajido del Salvaje Oeste pero Dave asegura en su autobiografía que también está basada en el imborrable recuerdo de la novia adolescente a la que dejó embarazada. La cara B fue para la preciosa ‘There is no life without love’, dedicada, cómo no, a sus experiencias amorosas. A nivel de ventas, este tercer single de Dave Davies pasó desapercibido.

En diciembre de 1968, Dave Davies graba unas maquetas en solitario que decidió descartar. Su discográfica no lo vio así y lanzó el cuarto y último single del menor de los Davies con ‘Hold my hand’ y ‘Creepin’ Jane’, la historia de una yonqui y en la que Dave toca con una guitarra hawaiana que él mismo había fabricado a los trece años. El disco tuvo un cierto éxito comercial en Alemania y Dave fue requerido para promocionarlo. Una vez más, los miedos y las inseguridades pudieron más que su capacidad como músico y apareció completamente ebrio en la televisión germana. En esas sesiones se grabaron también temas como ‘Crying’ y ‘Do you wish to be a man’, de fuertes querencias dylanianas; ‘Mr. Shoemaker’s daughter’, ‘Are you ready?’ y ‘This man he weeps tonight’. En los meses siguientes se grabó ‘Mindless child of motherhood’. Todas estas composiciones debían formar parte del álbum en solitario de Dave Davies, un proyecto que, finalmente, se desestimó cuando The Kinks iniciaron lasgrabaciones de “Arthur”, un elepé con el que recuperaron parte de la popularidad perdida y que les permitió volver a tocar en los Estados Unidos (hacía cuatro años que les denegaban los visados, pero esa es otra historia). La mayoría de este material fue reutilizado en discos de The Kinks o recuperado en recopilaciones o ediciones deluxe.

A Dave Davies le faltó ambición, ganas y un entorno empresarial y familiar más favorable para que su carrera en solitario fuera algo más que un proyecto. “Me sorprendió que nuestros managers y la discográfica me pidieran un álbum en solitario. Entregué algunas canciones que me gustaban como ‘Susanah’s still alive’ o ‘Lincoln county’. (…) Pero me di cuenta que estaba escribiendo material muy deprimente”, explica en el libreto de “Hidden treasures». Dave se agobió y llegó a la conclusión de que “era más feliz trabajando dentro de la estructura de The Kinks. Además la compañía me presionó mucho pero nunca puso mucho dinero en la mesa para que el disco fuera una realidad”.

Pasaron los años y su hermano Ray continuó mofándose de él en público. Lo presentaba en los conciertos como “mi hermano, el gran capullo –entonces Dave hacía ver que le iba a agredir con la guitarra–. Era broma. Tenéis que perdonarle, esta noche está un poco cabreado- ¡Un fuerte aplauso para Dave ‘Death of a Clown’ Davies!”. Así era Ray y esa peculiar manera de entender el amor fraternal acabó distanciando a los dos hermanos Davies, que llevan años sin hablarse pese a los rumores que circulan cada cierto tiempo sobre su reconciliación y la vuelta a la carretera de The Kinks, un hecho que difícilmente se producirá por la mala salud de Dave.

El menor de los Davies no editó su primer LP al margen de The Kinks hasta 1980. Ya era demasiado tarde para un Dave que no supo cómo gestionar su creatividad y carrera artística en un momento crucial de su vida.

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