Rockola, Libros. 18 de diciembre de 2009

Autor:

Juliá-18-12-09«Feed-Back. The Velvet Undergroung: legend, truth»
Ignacio Julià

AUTOEDICIÓN/MUNSTER RECORDS

A todos aquellos que hace algo más de veinte años ya disfrutaron con el primer acercamiento que Ignacio Julià hiciera de forma monográfica a la carrera de The Velvet Underground, se les abre una nueva oportunidad de profundizar, aún más si cabe, en la singularísima idiosincrasia y en los entresijos que envolvieron la corta aunque muy intensa trayectoria de la mítica banda que apadrinara Andy Warhol en el contexto de su Factory a mediados de los 60. Y es que el tiempo transcurrido desde que el ya entonces director de la revista «Ruta 66», editara su seminal «Feed-Back. La leyenda de los Velvet Underground» (Barcelona, 1986), ha servido no sólo para que el conocido periodista musical barcelonés haya mantenido voraz su apetito por saber más y más a sobre las andanzas en comandita de Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Moe Tucker, la alemana Nico y Doug Yule en los años álgidos de vida de la banda, pero también de saber lo que ha acontecido a cada uno cuando los Velvet se bifurcaron y cuáles de ellos y de qué manera han alcanzado hasta la actualidad.

Es probable que el mismo Julià ya tuviese claro, incluso de forma inmediata tras publicar aquel primer libro, que en todo caso se trataba de un primer aldabonazo sobre el tema; es decir, una buena y seria piedra de toque pero nunca la obra angular soberbia en todos los aspectos que, ya debía intuir, sería capaz de construir con el tiempo y que la temática se merecía sin duda. Aunque en cuanto a contenido aquel «Feed-Back» de debut ya demostraba excelentes maneras tanto desde el punto de vista de eficaz investigador periodístico como desde el puramente literario en cuanto a oficio de escritor, en lo formal y por su acabado, el producto editorial despachado, sin dejar de ser digno –el abundante material gráfico incluido estaba reproducido de forma bastante deficiente y, pese a su alto valor documental, no estaba, por desgracia, a la altura del interesante texto al que acompañaba, a menos que se persiguiera un aspecto tan de fanzine underground como la naturaleza de la propia banda a la que estaba hurgándole las tripas– distaba bastante de las características de ciertas entregas bibliográficas estupendamente presentadas en gran formato, tapa dura, buenos textos y a color, sobre cualquiera de los grandes solistas y grupos referenciales de la historia reciente del pop-rock mundial, que ya no se nos hacía extraño ver expuestas en las estanterías de algunas de nuestras librerías y tiendas de discos favoritas y pese a que su adquisición, por lógica de costos, resultase prohibitiva para la mayoría de aficionados. Pese a que en años posteriores Julià se dedicaría a desarrollar múltiples contenidos temáticos más para surtir de contenido tanto al día a día de «Ruta 66», a diversos programas radiofónicos y a múltiples documentales televisivos, también centraría el resto de su tiempo en nuevas entregas bibliográficas sobre personalidades artísticas trascendentales como John Lennon, Neil Young, Bruce Springsteen o la banda Sonic Youth y sobre estilos globales como el grunge o el noise rock, aunque nunca renunció a seguir investigando y aprendiendo sobre la obra y la vida del grupo que, seguramente, más le han influido en lo musical.

Así, poco después de editar su primer tanteo a The Velvet Underground, ya estaba entrevistando de nuevo a Maureen, a John, a Lou y a Sterling en interviús que iniciarían un nuevo y progresivo acercamiento a los distintos miembros de la banda y que durante los años 90 del siglo pasado y lo que llevamos de primera década de este nuevo milenio, daría como resultado varias entrevistas de nuevo con Tucker, Cale y Reed; la última con Morrison poco antes de morir éste en 1995; y la única aunque enormemente reveladora con Yule en 2006 que aportó, al margen del valioso testimonio del músico, impagable material fotográfico de sus tiempos en la banda, tomado por él mismo. Contactos más recientes y clasificables de más maduros por su proximidad e intimidad y mayor complicidad; de mayor poder evocador pero también de peso informativo más específico; y que, gracias a la perspectiva de los años transcurridos, han dado como fruto un aún mayor conocimiento a todos los niveles para el autor que ha tenido a bien compartirlo ahora con todos nosotros, sobre el legendario combo de Nueva York y todos y cada uno de sus miembros.

Este ejercicio paciente y progresivo de revisión y actualización temáticas de la cuestión, han dado como resultado un nuevo volumen titulado ahora «Feed-Back. The Velvet Underground: legend, truth»; es decir, variando de forma leve pero significativa el primer título dado por Julià a su empresa, mediante la adicción al viejo término de “leyenda”, que podía comportar interpretaciones varias y claroscuros, el más preciso y definitivo de “verdad”, para dejar claro que las conclusiones sacadas ahora mismo tienen viso o de ser definitivas o, como máximo, con poco u nulo margen a futuras novedades. Nada baladí si tenemos en cuenta que estamos hablando de una de las formaciones que, dada la personalidad inmensa y llena de aristas de todos sus agentes protagonistas, más leyendas urbanas ha levantado por todo lo que la envolvió y los regueros de tinta que ha estado propiciando.

Además del título varias novedades más convierten a este volumen perfecto en uno de los referentes bibliográficos sobre literatura musical de las últimas temporadas. A saber, y para empezar, su apuesta firme por la universalidad y por su apuesta de máxima difusión mediante la elección del inglés como vehículo expresivo, a diferencia del original de hace dos décadas que fue escrito en español y cuya distribución, pese a ser un tema anglosajón recurrente y de máximo interés, se limitaría por dicha causa idiomática a nuestro propio mercado y sólo algunas copias –pocas se nos antoja– que pudieron llegar a Latinoamérica.

En segundo término, por las características técnicas escogidas del todo adecuadas para que, amén de los contenidos, el objeto resultante sea manifiestamente bello como simple objeto: atractivo formato (20 x 20 cm., tamaño single); impecable presentación (tapa dura, plastificada); y papel de impresión agradabilísimo al tacto (estucado brillante en gramaje apreciable). Junto a todo ello, destaca sobremanera un diseño gráfico excelente apoyado por una maquetación excepcionalmente elegante –gentileza de Javier Julià– que ha sacado máximo rendimiento visual tanto a la disposición del texto como a la explotación de un valioso material gráfico tan abundante como óptimo en cuanto a calidad de reproducción. Hablamos de fotografías –la mayoría inéditas o poco conocidas entre nosotros, que sustituyen casi en su totalidad a las viejas fotografías utilizadas, mucho más precarias– y de numerosos documentos que van desde carteles o tickets relacionados con actuaciones de época a revistas y otras publicaciones nacionales e internacionales, pasando por material privado de los protagonistas, impresos promocionales varios, discos oficiales y bootlegs, en todos los formatos posibles y un largo etcétera más de curiosidades; todo ello –repito– ofrecido en cuanto a su plasmación gráfica con sumo esmero y a años luz de la calidad débil y casi de multicopista de hace veinte años –justificable en su día por los medios de entonces y que, si que es verdad, destacaba por una aire agradable y casi naïf , ¡además de incluir un flexi de regalo!– pero que comparada con lo que se nos ofrece ahora, ha perdido mucha o casi toda su gracia de antaño.

En cuanto a los contenidos de texto, puros y duros, Julià ha metido también el bisturí a fondo a su viejo original de 1986, comenzando con un índice explicativo para avisar a navegantes grosso modo sobre las novedades “reales” con las que cada cual, neófito o no en el tema, se va a topar y una especie de declaración de intenciones a modo de prefacio para justificar el porqué de un nuevo libro sobre la Velvet. Como suele ocurrir con la mayoría de autores, que casi ninguno suele quedarse conforme del todo con sus obras una vez publicadas y querría poder corregir al instante y si ello fuese posible un montón de cosas, Julià, en este caso, ha respetado buena parte de los contenidos y títulos de los capítulos de su «Feed-Back» pretérito, unidos en una práctica Primera Parte a la que ha bautizado, lógicamente, con el mismo título de aquel primer libro. Así, aquellos apartados titulados ‘Un secreto a voces’; ‘La prehistoria’; ‘Siete minutos de ruido’; ‘Inevitable explosión plástica’; ‘¿Qué os gustaría hacer?’; ‘La noche de los Zombies’; ‘Espiar al enemigo’; ‘En la carretera’; ‘Sweet Rock& Roll’; y ‘Atrapado en el presente’, se han convertido, más o menos literalmente, en ‘A Louder Secret’; ‘The Prehistory’, ‘Seven Minutes Of Noise’; ‘Inevitable Plastic Explosion’; ‘What World You Like To Do?’; ‘Night Of Zombies’; ‘Spying On The Enemy’; ‘On The Road’; ‘Sweet Rock& Roll’; y ‘Trapped In The Present’, eso sí,  razonablemente engordados casi todos con nueva información y datos, aprovechando de paso, también, para introducir un buen número de correcciones detectadas durante todos estos años y que ahora se subsanan de forma milimétrica. La auténtica aportación de esta nueva entrega la constituyen las partes Segunda y Tercera, enigmáticamente tituladas no sin un cierto misterio, respectivamente, ‘Out in the wilderness, strugglin’ to get back home’ (‘Fuera en el desierto, luchando por volver a casa’) y ‘Rediscovered, reformed, disbanded again, dead’ (‘Redescubierto, reformado, disperso otra vez, muerto’). Las mismas se han compuesto a base de un montón de entrevistas realizadas por el autor a todos los protagonistas (que abarcarían una cronología iniciada en 1978 con el único encuentro logrado por Ignacio con la malograda Nico y concluida hacia 2008 con el último interviú realizado a Lou Reed muy poco antes de la conclusión del libro, amén de varios textos completamente inéditos con el propio Lou y con el sorprendente Doug Yule, como protagonistas, y las notas aparecidas en diversos discos) y de diversos artículos que pueden rastrearse todos ellos en publicaciones como «Star», «Rock Spezial», «Vibraciones», «Sal Común», «Estricnina», «El País», o, por supuesto, la propia «Ruta 66». Es decir, poco menos que un recorrido por toda la trayectoria periodística de Julià, jalonada por este tema casi obsesivo que ha sido su amor y admiración por la Velvet Undergound. Ambas nuevas partes y todos los contenidos que las conforman, también revisadas a conciencia y presentadas así juntas, que no revueltas. Brindando la oportunidad –hasta ahora inédita– de poder leer dicho material periodístico unido de golpe y de una sola vez, y que aporta ahora una perspectiva interpretativa completamente nueva, donde el aditamento de esas conversaciones más recientes, por lo jugosas que son, conceden en conjunto a los epígrafes, el carácter de valor añadido absoluto.

Hablamos por supuesto, no únicamente de la posibilidad de descifrar lo que simbolizó la Velvet como ente artístico y musical, tan vanguardista y rompedor, sino para emparentarla de paso con todo lo que envolvía a la banda en aquellos momentos de puro desenfreno. Un entorno “social” compuesto por personajes singulares como el propio Warhol o Paul Morrissey, una desdichada Edie Sedwick, o inclasificables como Gerard Malanga o Brigid Polk, entre bastantes «outsiders» varios más, necesario también para entender y sacar conclusiones pormenorizadas sobre las personalidades que compusieron la Velvet y sobre las carreras individuales protagonizadas de forma desigual por cada uno de ellos a posteriori. Es probable que si cada lector fuésemos psicoanalista, la lectura de todas y cada una de estas entrevistas más o menos en profundidad nos haría desprender materia prima suficiente como para trazar un historial de personalidad con toda suerte de pelos y señales: la seguridad y altivez de Lou Reed; la verdad sin ambages de John Cale; la honesta sinceridad de Sterling Morrison; la aparente inocencia de Maureen Tucker; la dispersión emocional de Nico; o la ambición de Doug Yule…

Ignacio Julià, al otro lado la mesa, lejos de actuar como un simple vehículo de transmisión de ideas e incurrir en el fácil pecado de la autocomplacencia poniendo a sus héroes en un pedestal dado el envidiable trato cercano y quizás íntimo del que gozó cerca de los protagonistas todos estos años, no escatima, sin embargo, cuando así lo ha creído necesario, un reseñable estilo crítico, más audaz incluso del que ya demostrara cuando se aventuró con ellos, bibliográficamente hablando, a mediados de la década de los 80. Es decir, el mismo –quizás más acusado con la edad– que le ha caracterizado todos estos años y que le ha permitido atesorar el prestigio –malo o bueno, quién sabe– que a fecha de hoy ostenta a todas luces.

Con toda seguridad, la visión definitiva sobre The Velvet Underground. Por método; por una formalidad excelsa; y por una selección de contenidos y su perspicaz tratamiento, sin espacio a la discusión. Razones de peso para sacar adelante Julià, quizás, el proyecto de su vida. Así, sin encomendarse a nadie más para materializarlo y poniendo en juego mucho más que el mero empeño personal. Como diría el castizo, con dos cojones. El libro más personal de los acuñados por su autor hasta la fecha, aunque también, con diferencia, el más brillante de todos. Sin duda.
JAVIER DE CASTRO.



Iniesta-18-12-09«El viaje íntimo de la locura»
Roberto Iniesta

EDICIONES EL HOMBRE DEL SACO

Es un axioma irrefutable: Roberto Iniesta, líder de Extremoduro, es uno de los mejores letristas rock en castellano. Tampoco es que tenga demasiada competencia, se podría añadir, pero el caso es que el cacereño ha sucumbido a los halagos y se ha lanzado a escribir una novela. No es el primero que lo hace en nuestro país, aunque hasta el momento los resultados hayan basculado entre la irregularidad (Javier Corcobado), el exhibicionismo emocional gratuito (Nacho Vegas) y el oportunismo inconsciente (Antonio Luque).

La intentona de Iniesta se titula «El viaje íntimo de la locura», es una autoedición y ya ha agotado su primera edición (diez mil ejemplares). A diferencia de otros cantantes, que han optado por el formato corto, se trata de un texto de más de trescientas páginas, una novela en toda regla protagonizada por un gris oficinista cuya ordenada vida cotidiana sufre un vuelco inexplicable. A partir de ese momento, su forma de afrontar la realidad cambia radicalmente, y experimenta una transformación (exterior e interior) sin posible vuelta atrás.

Aunque Iniesta ha reconocido en algunas entrevistas (como Luque, curiosamente) que nunca ha sido un gran lector y que se inició de manera tardía («Antes llegaba ciego a casa y cómo iba a leer», ha declarado, en plan Bukowski), también admite haberse preparado estudiando gramática y ortografía en la UNED. Y se nota. Lo primero que llama la atención de «El viaje íntimo de la locura» es que se trata de un libro bien escrito, no un capricho pasajero de una estrella del rock marginal en el que nada tiene pies ni cabeza. La primera parte del texto, dedicada a glosar la rutinaria existencia de Don Severino, el notario protagonista, posee un interés y una fluidez narrativa fuera de duda. Los problemas comienzan después.

Hace unos meses pasó por España el novelista y editor Gordon Lish para presentar «Perú», un magnífico libro de 1986 que permanecía inédito en España. Más que por sus propios escritos, Lish ha pasado a la posteridad por ser el responsable de podar los textos iniciales del maestro Raymond Carver, y hay incluso quien asegura que el seco estilo del totémico autor adscrito al realismo sucio es más atribuible a Lish que al propio Carver. Sin entrar en el debate, lo que parece claro es que, a partir de que el elemento fantástico hace acto de presencia en «El viaje íntimo de la locura», a Roberto Iniesta le hubiera hecho falta un Gordon Lish sin miedo a meter la tijera. Se dice que ese papel lo ha desempeñado Iñaki ‘Uoho’ Antón, guitarrista de Extremoduro, pero da la sensación de que ha sido más un lector cómplice que un editor del texto en sentido estricto. No se entienden de otro modo las arbitrarias apariciones de una parlanchina lombriz, o que la novela vaya dando caprichosos bandazos sin dirección aparente, que acabe acogiendo innecesarias muestras de ingenua escatología (más infantil que ácrata), o que termine siendo una pueril diatriba contra el capitalismo voraz y, en consecuencia, una defensa de la vida natural en libertad y el amor puro.

Con todo, conviene estar atento a los próximos movimientos de Robe Iniesta como escritor. Madera no le falta.
EDUARDO GUILLOT.



Lennon-18-12-09«Por su propio cuento / Un españolito en obras»
John Lennon

GLOBAL RHYTHM

O lo que es lo mismo la reedición en formato mix de «In His Own Write» y «A Spaniard On Works», los dos libritos humorísticos que publicara el Beatle John Lennon en 1964 y 1965, respectivamente. En plena época de la Beatlemania, la prensa, la opinión pública y, por tanto, la mayoría de la sociedad británica habían colocado en un altar tan alto al dinámico conjunto de Liverpool, gracias a su aportación musical, a su rompedora actitud y a lo que enseguida representaron de novedad estética, que le reían a éstos cualquiera de sus gracias. En este caso, nunca mejor dicho lo de gracia, puesto que entre grabación y grabación, concierto y concierto, o entre programa radiofónico y presentación televisiva, el más combativo de los cuatro melenudos sacó tiempo de donde no lo tenía para despachar dos pequeñas joyas de auténtica literatura del humor absurdo.

En cuanto a significado específico y estilo discursivo, ambos títulos suponían un sugerente juego sin límites con las palabras que buscaba la complicidad del lector más sagaz e inteligente. ¿Surrealismo literario pasado por un túrmix a base de Lewis Carroll, Groucho Marx o el Pato Donald, como reza la promoción? Quizás esa sea una buena definición para esta auténtica ensalada del desvarío. Productos geniales, sin duda, fruto de un ingenio verbal y visual únicos, puesto que como complemento indispensable de los textos, éstos iban acompañados de brillantes caricaturas, también propias, que desenmascaraban –para los no introducidos en su biografía personal– un interesante y muy revelador pasado entroncado a su paso por una escuela de arte en la que jamás se graduaría por culpa del rock and roll. En el momento de su edición original, ambas obras obtuvieron un más que apreciable impacto tanto de crítica como de público que se vio reflejado en sucesivas reediciones de cada una de ambas entregas (se despacharon unas 200.000 unidades del primero, y sobre 100.000 del segundo). Lennon fue invitado a varias tertulias literarias de alcurnia, obteniendo, incluso, algún que otro galardón estacional.

El caso es que desde entonces y hasta su triste desaparición quince años más tarde, el bueno de John ya nunca más publicó prosa o versos humorísticos como aquellos, aunque sí que regresaría con cierta frecuencia al lenguaje gráfico mediante varias exposiciones y la edición de los respectivos catálogos a base de unos dibujos que ya se habían convertido en característicos. Pese a que en nuestro mercado editorial nacional ya contaba con anterioridad con varias traducciones de ambos libritos, la gran novedad (y acierto) de esta última edición, ha sido no sólo editar ambas obras juntas, sino unir por primera vez en una única entrega los textos originales en inglés junto a sus respectivas traslaciones al español. No en vano todos aquellos que dominen a conciencia la lengua de Su Graciosa Majestad, podrán comprobar que las brillantes traducciones de Andy Ehrenhaus han logrado trasladar a nuestro idioma de forma inmejorable todo el significado y las muchas texturas ocultas en este mar inmenso de jerga y trasgresión lennonianos. Un capítulo aparte, pues, entre la aportación artística del primer Beatle desaparecido que, cuarenta años después de ver la luz, no ha perdido ni un ápice de su ingenio y atractivo humorístico originales.
JAVIER DE CASTRO.



Mascró-18-12-09«Lámparas de Fuego. De las Escrituras y la sabiduría del mundo»
Selección de Joan Mascaró

PAIDÓS

Todos aquellos que estén acostumbrados a los rollos que suelo soltar en el “Rockola-Libros” se preguntarán a qué viene comentar un título como el que ahora les estoy proponiendo y que, en apariencia, poco o nada tiene que ver con el fondo y forma musicales del resto de entregas bibliográficas que aquí acostumbramos a comentar. Pues es verdad; estas «Lámparas de Fuego» es una especie de compilación, muy brillante por cierto, de textos perfectamente traducidos tanto de la tradición occidental como de la oriental que reflejan la sabiduría del mundo a lo largo de toda la historia de la humanidad. Entre las perlas de lectura incluidas, se puede disfrutar con poemas de Shakespeare, Shelley o Wordsworth; de escritos diversos dejados por la pluma de iluminados como el italiano San Francisco de Asís o de místicos como los españoles San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús; de fragmentos del pensamiento de clásicos como Platón y Aristóteles; de filósofos como Dante, Spinoza o Hegel; o de pasajes de diferentes escritos religiosos –digamos de carácter divino– como los Evangelios cristianos; las enseñanzas de los Upanishads; el Tao Te Ching; el Bhagavad Gita; o aquello que dejaron como guía de comportamiento grandes maestros orientales como Confucio o los propagadores del Budhismo. ¿Siguen sin entender nada, verdad? Pues sigan leyendo y verán la luz…

Quien se encargó de dar forma en su día –más o menos hacia finales de la década de los años 50– a esta colección de textos que ahora ha sido lujosamente reeditada y anotada por especialistas de prestigio como Ricard Vela y Óscar Pujol, fue un sabio mallorquín, escritor, profesor de lenguas y, a la par, traductor de textos clásicos y de lenguas indoasiáticas llamado Joan Mascaró quien, hasta su muerte en 1987, se dedicó a impartir su magisterio, entre otros centros de enseñanza superior, en la Universidad de Barcelona (hasta que se exilió tras la Guerra Civil) o en la prestigiosa Cambridge University británica. Publicó varios libros de estudio sobre estas temáticas filosófico-religiosas antes apuntadas aunque lo que más fama le dio fueron sus, dicen, muy meritorias y populares traducciones de diversas lenguas orientales al inglés de textos como el «Bhagavad Gita» y algunos de los más importantes «Upanishads». También tradujo un texto budista fundamental, el «Dhammapada», escrito originalmente en lengua palí y que fue publicado en 1973. La correspondencia epistolar constituye un apartado importante dentro de su obra literaria y fue recogida y publicada en varios volúmenes pero que muy interesantes puesto que entre las personas con las se carteó abundantemente cabe destacar a gente de enorme valor intelectual como Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Salvador de Madariaga, Luis Cernuda, Juan March, Francesc de Borja Moll, Antoni Maria Alcover, Joan F. March Qués, Raimon Panikkar o un jovenzuelo modernillo que tocaba en un conjunto músico-vocal eléctrico… un tal George Harrison.

Sí, efectivamente, el malogrado Harrison que fue «lead guitar» titular de los Beatles y al que el ya entonces veterano profesor de lenguas encandiló con su traducción, precisamente, de los «Upanishads». La influencia que dicho libro produjo en George debió ser grande puesto que el cantante, guitarrista y compositor de Liverpool bebió a destajo de este libro de Mascaró antes de componer sus inolvidables gemas de sonoridades y textos orientalizantes ‘Within You Without You’ o ‘The Inner Light’. Sobre todo esta última pieza (grabada en Bombay con Harrison al sitar, acompañado únicamente por músicos indios, y editada como cara B del single  de éxito ‘Lady Madonna’) puesto que incluye frases literales de aquél libro filosófico indú. Estas canciones y el viaje que los Beatles protagonizaron durante la primavera de 1968 a la localidad india de Risikesh para profundizar en las técnicas de la meditación trascendental junto al Yogui Maharishi –más tarde revelado como farsante y siniestro acumulador de dólares de gente deseosa de purificar su alma pecadora y materialista–, sirvieron para poner de moda a la cultura, religión y costumbres de la India u otros países de ese lado del globo y para despertar a otros artistas y a gran parte de la juventud interés parejo.

Aunque han pasado varias décadas desde los años 60 y bastante tiempo desde que en 1973 Mascaró editara en español por vez primera estas «Lámparas de Fuego», no está nada mal, ni de más, recuperarlas y releerlas con atención. Me temo, por desgracia, y debido a las circunstancias de crisis a todos los niveles que vivimos en la actualidad, que no han perdido vigencia o actualidad alguna, las nobles motivaciones que en su día impulsaron al sabio profesor mallorquín a tratar de ayudar a la gente en cuanto a su comportamiento y actitud frente a la vida mediante las enseñanzas que puede proporcionarnos la lectura de esta pequeña aunque sugerente mínima parte de la sabiduría del mundo.
JAVIER DE CASTRO.


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