“Reluciente, rechinante y aterciopelado”, de Aterciopelados

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DISCOS

“Ella, poseedora de una voz poderosa –tal vez la más poderosa del rock en español– ; él, seguro con el bajo en las manos, ambos comandando la ejecución de canciones que siguen sonando memorables”

 

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Aterciopelados
“Reluciente, rechinante y aterciopelado”
SONY

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

La banda de Andrea Echeverri y Héctor Buitrago ha editado un nuevo trabajo en directo, aunque se trata de un directo peculiar: se entiende mejor viendo el deuvedé, dejando al cedé como siguiente fase de inmersión. “Reluciente, rechinante y aterciopelado” presenta a Aterciopelados en un escenario preparado para la ocasión como si de una fiesta privada se tratase (premio para la pareja con máscaras de tigre entre el público, por cierto), con artilugios, colgantes y colorido que dan forma plástica al mundo musical del grupo. Es una pequeña experiencia en la que se cuela algún efecto gráfico que anima, pero en la que el peso lo llevan las canciones y la fuerza de Echeverri y Buitrago. Ella, poseedora de una voz poderosa –tal vez la más poderosa del rock en español– , él seguro con el bajo en las manos, ambos comandando la ejecución de canciones que siguen sonando memorables. En realidad, salvo por la inclusión de un tema solista de Echeverri, el repertorio es un recorrido por lo mejor (o más conocido) de su producción musical, no muy diferente del de los recopilatorios que se han editado hasta ahora, pero el trabajo se realiza en base a las canciones, para hacerlas sonar actuales y a la vez fieles. Lo consiguen. Por ejemplo, ‘El estuche’ gana una contundencia bestial. Y viene bien, porque tras ocho años sin disco nuevo de estudio es importante recordar quienes son Aterciopelados, un grupo seminal para entender el desarrollo de la música alternativa latinoamericana. Ellos fueron de los que pusieron los cimientos para la modernización que ha propiciado la llegada de bandas más jóvenes listas para fusionar las raíces de su tierra con los sonidos modernos.

Por supuesto que “Reluciente, rechinante y aterciopelado” contiene ‘Bolero falaz’ y ‘Florecita rockera’, y qué gusto da volverlas a escuchar en vivo, pero el momento que más impresiona es cuando León Larregui (Zoé) se sube al escenario para colaborar en ‘Maligno’. Queda perfecto. Simple y llanamente perfecto. Sólo por esa canción ya merece la pena todo el disco, pero no hay desperdidico: potente inicio con ‘Baracunata’ –siempre pura actitud en voz de Echeverri– y ‘El ábum’ tampoco se queda atrás, una favorita.

 

 

Anterior crítica de discos: “Real”, de Lydia Loveless.

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