Polock: En el disparadero

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«Está claro que nuestra música no es para un sector minoritario, sino bastante universal, para disfrutar y ser tocada en sitios grandes»


El joven grupo valenciano debuta con “Getting down from the trees”, un álbum grabado en Berlín y producido por Berend Intelmann que se editará próximamente en Estados Unidos, Canadá y Japón.


Texto: EDUARDO GUILLOT.


Desde que compartieron cartel con Franz Ferdinand en la edición 2009 del MTV Winter Festival, los valencianos Polock no han hecho más que subir como la espuma. Acaban de debutar con un álbum titulado “Getting down from the trees”, han grabado junto a Standstill una versión de The Flaming Lips incluida en el recopilatorio editado con motivo del Día de la Música y preparan el asalto al mercado norteamericano. No está nada mal para un grupo que, como recuerda su cantante y guitarrista, Papu, nació como escisión de otro. “Yo era quien hacía el noventa por ciento de las canciones de Twelve Dolls, y hubo un momento en que me di cuenta de que el resultado final no se ajustaba a lo que tenía en la cabeza. Por tanto, lo que hice fue dejar Twelve Dolls para poner en marcha mi proyecto personal, sin siquiera utilizar los temas que había tocado con ellos. Quería hacer algo nuevo. Si son canciones mías, nadie las va a cantar mejor. Por eso comencé con Polock”.

¿El tiempo te ha dado la razón?
No, en absoluto. Simplemente, yo he ido por un camino diferente. Las cosas han funcionado de otra manera. No sé qué están haciendo ellos ni cómo les va, aunque creo que están grabando nuevo disco. Lo único que pudo decir es que estoy muy contento por cómo están funcionando las cosas con Polock y no me arrepiento de haber dejado Twelve Dolls, con quienes me llevo muy bien.

Ha pasado bastante tiempo desde que se empezó a hablar de vosotros hasta que ha salido el disco. ¿Preferíais tomaros las cosas con calma?
Después de tocar en el MTV Winter ante tanta gente, aunque en realidad estuvieran allí para ver a Franz Ferdinand, lo lógico hubiera sido aprovechar el tirón, meternos a grabar y sacar algo pronto, pero queríamos hacer las cosas bien. Nos pasamos seis meses encerrados en el estudio, componiendo, dándole forma al disco, y en contacto con varios sellos. No estábamos seguros de quién lo editaría. Ya habíamos hablado con el productor, que nos apremiaba para grabar, pero le dijimos que queríamos preparar un buen disco. Es muy importante, porque es el primero, la carta de presentación. No queríamos precipitarnos. Lo de convertirnos en un «hype» es algo ajeno a nosotros, no le hacemos caso. Lo nuestro es trabajar y hacer buenas canciones.

Finalmente, fue Mushroom Pillow quien se llevó el gato al agua. ¿Qué os hizo decantaros por ellos?
Hubo varias discográficas nacionales interesadas, y algunas editoriales, pero después de varias reuniones, en las que algunos acabaron un poco hartos de nosotros, nos decantamos por Mushroom Pillow, porque conocíamos el buen trabajo que habían hecho con otros grupos que nos gustaban. Era un sello independiente, como nosotros, con quienes podíamos hablar personalmente en todo momento. A partir de que nos decidimos, el resto del tiempo que transcurrió se invirtió en acabar de concretar los términos contractuales, porque no siempre el primer contrato que se negocia es el que finalmente se firma.

Hans Kruger produjo vuestra primera maqueta, pero no se ha encargado del disco. ¿Por qué?
Estuvimos cerca de un año elaborando las canciones y buscando por internet gente con la que trabajar. Descubrimos a un grupo de Hamburgo que se llama Fotos y nos gustó mucho cómo sonaban. Contactamos con ellos, les preguntamos por su productor y así dimos con Berend Intelmannn. Le mandamos las maquetas que íbamos grabando y explicándole cómo queríamos hacer el trabajo. Él nos decía cómo veía las canciones. Cuando fichamos por Mushroom Pillow, les dijimos que Berend era la persona indicada para producir el disco.

¿Era necesario irse a grabar a Berlín?
Queríamos cambiar de aires. No nos apetecía tocar, ensayar, grabar y volver a casa a dormir. Aprovechando que nuestro teclista tiene un piso en Berlín, nos fuimos y pasamos una temporada todos juntos, dedicada a hacer el disco.

El proceso se prolongó durante varios meses. ¿Por qué?
Nos pasó de todo. Justo antes de salir camino de Berlín, Marc, el batería, se hizo un esguince en el brazo y tuvimos que aplazar el viaje dos semanas, porque era el que primero grababa. Una vez allí, Berend nos decía que lo que queríamos hacer era imposible en dos meses. El sonido que buscábamos requería, al menos, cuatro meses de trabajo. El sello no estaba acostumbrado a grabaciones tan largas, pero nosotros no veíamos otra opción. Al final, pasamos más de dos meses en Berlín y grabamos las voces en Valencia, en Estudios Caramelo (Montcada). Por eso se retrasó la grabación. Y se hubiera retrasado más si no nos hubieran apremiado con los plazos, con razón, para que el disco estuviera en la fecha adecuada para empezar la promoción. Acabamos haciendo las cosas un poco más rápido de lo que nos hubiera gustado, pero quizá eso también le da un toque de inmediatez al disco, porque la mezcla sólo duro dos semanas, cuando nos hubiera gustado invertir, al menos, un mes, ya que había muchas pistas grabadas.

El álbum incluye los cinco temas de la maqueta de 2008. ¿No había mejores? ¿O no queríais perderlos?
Cuando estábamos en el estudio, teníamos dos listas para dos posibles discos. En total, veinticuatro canciones. Podríamos haber escogido cualquiera de las dos, pero el EP era una autoedición, no estaba en iTunes ni en Spotify, y habíamos vendido sólo unas mil copias. Eran canciones suficientemente buenas como para descartarlas, y no pensamos tanto en la gente que podía tener la maqueta como en los nuevos oyentes. Eso sí, lo que hicimos fue darle otro toque a esas canciones, adecuándolas al sonido que estábamos sacando en la grabación.

Efectivamente, hay cambios claros en algunos temas. ‘Faster love’ quizá es el que más llama la atención.

Incluso está cantada de manera diferente. Era la canción que había provocado que nos compararan con The Strokes y su forma de componer, aunque temas como ‘Tangerines & unicorns’ o ‘Nice to meet you’ no tuvieran nada que ver con ellos. Decidimos que había que cambiarlo. Grabamos la batería con mucha compresión, y a partir de ahí empezamos a meter los arreglos, que salieron de manera natural. Al principio, nos daba un poco de miedo escuchar la nueva versión, porque es muy diferente.

¿Admites que habéis hecho un esfuerzo por evitar las comparaciones con The Strokes?
Sí. Cuando empiezas, suele ser fácil detectar cuáles son tus grupos favoritos o los que te influyen a la hora de componer, pero durante la confección del disco ni siquiera escuchamos a otras bandas, estábamos todo el día metidos en el estudio, y al llegar a casa éramos incapaces de escuchar otra cosa. Hemos buscado hacer algo más personal.

Sin embargo, ahora se os compara con Phoenix.
Phoenix es un grupo que escuchamos y admiramos desde hace años, no son nuevos para nosotros. De hecho, les conocemos, coincidimos en Berlín y nos invitaron a uno de sus conciertos. Cogemos cosas de muchas bandas y las utilizamos a nuestra manera, dándole nuestra visión personal. Phoenix le dan un toque electrónico a las baterías, y es lo que ha hecho nuestro productor, trabajar con loops y samples de batería. No se sabe muy bien si es programación o batería real.

¿Puedes avanzar algo de la edición americana del disco?
Va a salir en Estados Unidos, México y Canadá con Nacional Records, y otro sello lo va a editar en Japón. La agencia de management nos ha dicho que tienen planes de que vayamos a tocar. Pero es mejor esperar a ver cómo van evolucionando las cosas y no hacerse ilusiones.

Hace poco, en una entrevista, dijiste que Los Piratas eran uno de tus grupos favoritos. ¿No sería lógico, si te gustan tanto, cantar en castellano, como ellos?
Los Piratas entraron en mi vida cuando empecé a salir con mi actual novia, que también es quien se encarga de los diseños del grupo. Fue algo bastante especial. Me gustaba muchísimo sus letras y su manera de componer, pero con las canciones que me salían yo no concebía cantar en castellano. Siempre he escuchado música en inglés. Los Piaratas es de los pocos grupos a los que he prestado atención en castellano. Polock será siempre en inglés. Si cantáramos en español no estaríamos en Estados Unidos. Es el idioma universal y con el que nos sentimos más a gusto cantando.

Mucho antes que Vetusta Morla o Love of Lesbian, fueron Los Piratas quienes consiguieron situarse en la tierra de nadie entre el indie y el «mainstream». ¿Es también vuestra aspiración?

No lo sé. Eso lo decide la gente, ¿no?

¿Tú crees que lo decide la gente?
Nosotros trabajamos y concebimos la música de una manera bastante independiente y personal. Nadie de fuera nos dice lo que tenemos que hacer, o cómo debemos salir en la foto. Si eso te sitúa en tierra de nadie…

Te lo pregunto de otra manera: ¿Crees que vuestra música, tal como ha quedado plasmada en este disco, puede serviros para acceder a un público masivo?
Las canciones son muy accesibles, y a todo el mundo le ha gustado. Está claro que no es música para un sector minoritario, sino bastante universal, para disfrutar y ser tocada en sitios grandes. Puede ser. No hay premeditación de ningún tipo, es lo que nos sale.


Desde aquí puedes acceder al Myspace de Polock.

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