Gustavo Cordera ha desatado una fuerte polémica en Argentina por unas declaraciones sobre violaciones de mujeres, en una una charla para estudiantes de periodismo de la escuela TEA Arte de Buenos Aires.
Cordera dijo que “Hay mujeres que necesitan, porque son histéricas, ser violadas, porque psicológicamente lo necesitan y porque tienen culpa y no quieren tener sexo libremente. Quieren jugar a eso. A mí no me gusta jugar a eso, pero hay gente a los que sí. Somos muy complejos los seres humanos”.
Y añadió que consideraba “una aberración” que la ley no permita tener sexo con menores que quieran mantener relaciones con adultos: “Si yo tengo algo bueno para darte puedo desvirgarte como nadie en el mundo. A mí hablame de cómo te sentís y te entiendo, pero si me hablás de los derechos no te escucho porque no creo en las leyes de los hombres, sí en las de la naturaleza”.
Tras el escándalo provocado por sus palabras, Cordera matizó: “Tuve la ocurrencia de teatralizar distintos personajes. Ponerme en el lugar, de si está el abusado, para decirlo de alguna manera, ponerme en la cabeza de un tipo que fue un abusador”.
“Es que yo soy un artista. Vivo haciendo ejercicios teatrales con distintos personajes. Toda mi obra representa a toda la experiencia humana. Fue una sorpresa para mí ver la reacción de los chicos porque no entendieron lo que yo estaba haciendo… pero para nada lo entendieron. Y yo me di cuenta, en ese momento, que me había mandado una gran cagada. Y vi lo que despertó. Estoy en un momento de mucha tristeza y lo único que me queda es pedir perdón. Estoy siendo amenazado de muerte, yo y mis hijas, por mucha gente que amenaza con violar a mis hijas. Vean las redes, las llamadas telefónicas y demás. O sea, hay una fuerza muy poderosa que se despertó, que yo desperté de una manera absolutamente inconsciente. Jamás abusé de nadie, jamás estuve en un evento de violación”.
Al ser preguntado sobre la reacción de sus hijas, respondió: “Me preguntaron qué había pasado, qué estaba sucediendo. Y yo les conté un poco. Una de ellas me dijo: «Pero papá, sos un pelotudo. Si la gente no te va a entender, ¿por qué hablás con ese lenguaje? ¿Por qué hacés esas cosas? Ya sos grande’. Y sí… soy un pelotudo”.
“Si fueran declaraciones, no hay ningún contexto… Si realmente es una declaración, es condenable en cualquier tipo de contexto, aunque sea estando voy yo solos sin que no nos escuche nadie. El tema es que no hubo una declaración, fue una teatralización”, se justificó de nuevo.
