Operación rescate: “The jewel thief”, de Nikki Sudden

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“Bajo la producción de Buck y el mismo Sudden, lo cierto es que el disco podría pasar por ser el hermano bastardo del “Out of time” de R.E.M”

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Nikki Sudden
The Jewel Thief
UFO, 1991

 

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO

 

 

El 26 de marzo de 2006 Nikki Sudden dejaba este mundo. Había actuado el día antes junto a Evan Dando en la Knitting Factory de Nueva York, pero un repentino ataque al corazón acababa con su vida con tan solo 49 años de edad. Eso sí, Sudden había aprovechado el tiempo. Contando su discografía oficial, ya sea en solitario o junto a Swell Maps y The Jacobites, se llega con facilidad a la treintena de referencias, por no hablar de los múltiples bootlegs, discos inéditos y directos grabados que siguen haciendo las delicias de los coleccionistas.

Adrian Nicholas Godfrey, su verdadero nombre, era uno de esos músicos a los que les va que ni pintada la etiqueta de “artista maldito”. Su carrera nunca acabó de arrancar a nivel comercial, a pesar de contar con numerosos apoyos de gente tan solvente como Roland S. Howard, antiguo acompañante de Nick Cave. En 1990 fueron R.E.M. quienes decidieron apostar por él. Sudden se había hecho amigo personal de Peter Buck y eso hizo que este convenciera al resto de la banda para llevárselo a Georgia y grabar en los estudios de John Keane su siguiente disco, titulado en un primer momento “Liquor, Guns & Ammo” para acabar siendo publicado como “The Jewel Thief”. Buck, Mike Mills y Bill Berry (Michael Stipe no aparece en ningún momento) no ejercen de banda de sesión, sino que se integran en un grupo en el que también participa gente como Tim Neilson y Jeff Sullivan, de los también georgianos Drivin’ ‘N’ Cryin’, o David Blackmon, espléndido violinista colaborador habitual de Widespread Panic.

Bajo la producción de Buck y el mismo Sudden, lo cierto es que el disco podría pasar por ser el hermano bastardo del “Out of time” que los de Athens publicarían casi al mismo tiempo. Canciones eminentemente acústicas, muy marcadas por las guitarras de madera de Buck y los Hammonds de Mills. ¿Se puede dudar que la inicial ‘I belong to you’ es una hermana gemela de ‘Half I world away’? La vena stoniana, una de las marcas de la casa de Sudden, apenas se refleja en canciones como ‘Hotel blues’, excelente, aunque eso no hace que el disco se resienta en absoluto. Por algo algunos consideran este el mejor disco de Nikki.

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