Operación Rescate: Asfalto

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Operación Rescate: AsfaltoAsfalto
Homenaje a The Beatles
PERCASA, 1976

 

 


Texto: JOSEMI VALLE.

 

 

 

Muchos creen que la primera grabación de la formación histórica de Asfalto fue su mítico LP de título homónimo, aquel cofre de 1978 que guardaba en su interior joyas tan epatantes como «Días de escuela», «Capitán Trueno» o «Rocinante». Pero no es así. En la prehistoria del grupo hay una grabación que antecede a su debut oficial. Me refiero al Homenaje a The Beatles de 1976.

A mediados de los setenta la supervivencia de un grupo novel pasaba por aceptar subir a una tarima y versionar temas célebres del pop y el rock norteamericano e inglés. A veces se lograba intercalar repertorio propio para satisfacer las veleidades creativas personales, pero si uno quería acumular fechas en el estadillo no tenía más remedio que dedicarse a los covers. Eso hizo Asfalto entre 1974 y 1976.

Después de recorrer miles de kilómetros y tocar más de doscientas noches y alguna matinal por ciudades de toda España, Asfalto recibe una propuesta inaudita para un grupo que aspiraba a registrar un disco propio de rock cantado además en el entonces denostado español. En el Rastro madrileño conocen a un distribuidor de discos al por mayor. Se llama Juan de la Huerta. Se rumia la idea de grabar una serie de casetes con repertorio de ilustres figuras como Simon & Garfunkel, The Beatles, The Rolling Stones o Bob Dylan. De mutuo acuerdo se decide editar una primera casete de The Beatles para las series baratas. Los Asfalto conocían las canciones de los de Liverpool al dedillo. Aparte de la idolatría que les profesaban, siempre que un concierto empezaba a flaquear tiraban de algún clásico de Lennon y McCartney y la actuación volvía a alcanzar temperatura de ebullición. Aceptan la propuesta. Grabarán temas de la banda más grande de la historia.

Se toman la experiencia como un ejercicio para disciplinar sus habilidades y cincelar su erudición musical, pero también como opción innegociable para rasgar la realidad y acceder a un estudio de grabación, el Jerusalén ansiado de aquellos años tecnológicamente yermos y rudimentarios. En febrero del 76 graban en los madrileños estudios Audiofilm de la calle Alonso Cano durante una semana. Es la primera vez que la formación clásica de Asfalto entra en un estudio. Subrayo lo de la formación clásica, porque la primera de todas había grabado dos singles en el 72 y a título individual algunos componentes habían registrado muchos jingles publicitarios. Graban en el estudio B equipado con un antediluviano ocho pistas y con un cantante de flamenco haciendo las veces de productor.

Logran una relectura de abrumador mimetismo, una clonación científica y sonora del repertorio más pop y urgente de The Beatles. Doce canciones de la primera etapa de los Fab Four, un alud de himnos celebérrimos que destilan frenesí y entusiasmo («A hard day’s night», «I want hold your hand», «Michelle», «Ticket to ride», «Can’t buy me love», «And I love her», «Day tripper», «I saw her standing there», «Eight days a week», «The night before», «She loves you», «I need you»). La grabación exhibe las posibilidades del grupo, su potencial para las armonías vocales, su pericia instrumental. José Luis Jiménez, Lele Laina, Julio Castejón y Enrique Cajide sacan Cum Laude en el examen. El experimento, mitad divertimento, mitad trabajo alimenticio, les aviva el deseo de registrar sus propias canciones y hacer justicia a su talento. A pesar del prestigio adquirido con aquella grabación, aún tendrán que hacer acopio de paciencia. Una curiosidad: cuando plasmen su debut en noviembre del 77 volverán al mismo estudio, pero a la sala A.

La casete de este Homenaje a The Beatles se adquiría sólo en los bares de carretera y en gasolineras (circuito habitual de este tipo de productos). Después de que Asfalto grabara su primer LP y obtuviera enorme repercusión en 1978 adquiriendo el nobiliario título de pioneros del rock urbano, la portada inicial de aquella cinta en la que se veían los rostros de los cuatro Beatles y no figuraba el membrete de Asfalto por ningún lado, se cambió por otra en la que se veía a los cuatro Asfalto y aparecía en pequeño el nombre de The Beatles. Es la que ilustra este texto y es la más conocida entre las huestes rockeras. Incluso años después salió una nueva edición con portada distinta. Esta vez figuraba la formación de Asfalto que grabó Más que una intención en el 83 con la magnética imagen de Miguel Oñate como protagonista. Todas estas casetes son piezas de coleccionismo. Yo me encontré una de ellas en el rastro de Salamanca a principios de los ochenta, aunque tuve la suerte de hacerme con la inencontrable portada original gracias al técnico de sonido Juan Carlos Palacio (el quinto Asfalto en la sombra), cuando en 2004 me entrevisté con él para la redacción de la biografía de Asfalto.

La decrepitud de las casetes y su frágil cinta magnética interior martirizada por los abrasivos cabezales de las viejas pletinas hace que esta grabación suene con esa pátina sacrosanta que concede lo antiguo. Hace unos años se rumoreó que algún sello dedicado a rescatar grabaciones perdidas en el tiempo tenía interés en editar este homenaje, remasterizar el sonido, enlatarlo digitalmente y ofrecerlo en CD. Ojalá fuera así. Les aseguro que la grabación es intachable. El preludio que testificaba que allí había un diamante. Como así fue.

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