“¡Naino!”, de varios artistas

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DISCOS

“Disco inagotable que iluminará a muchos y a otros les recordará un pasado infravalorado pero que supera con desparpajo la prueba del tiempo”

 

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Varios
“¡Naino! Spanish gipsy soul funk disco, 1974/1984”
ADARCE RECORDS

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

Dentro de esos intentos por recuperar joyas perdidas u olvidadas de la rumba y sus aledaños se engloba “¡Naino!”, un recopilatorio que mira hacia el género en sus encuentros con el funk, el soul y la música disco en el periodo comprendido entre 1974 y 1984. Y digámoslo sin dilación, a los compiladores (Jordi Llansamà y Oriol Farràs) les ha quedado un álbum de lo más pintón, de esos que disfrutarán tanto especialistas como espeleólogos del pop español y curiosos de las fusiones más sorprendentes de los sonidos negros con otras ramas musicales.

Además, se trata de un elepé (edición en vinilo) abierto a tendencias y que, como debe ser, escarba e incluye sorpresas, como escuchar a la coplera Marián Conde zambullida en la predisco music con ‘Tómame que tómame’, fabuloso corte de 1974 con palmas a lo loco escrito por Juan Erasmo “Mochi”. No menos inesperado es oír a Perlita de Huelva volcada también a la música disco en pleno 1980 con la fastuosa ‘Mi almohada’. Y si usted es un escéptico, escuche, y luego hablamos. Siguiendo con las solistas, no hay que olvidar a la descomunal e imprescindible Dolores Vargas “La Terremoto”, de la que aquí queda como muestra de su arte el disparado ‘Déjalo’. También está esa rara avis que fue Lola Flores, quien frecuentó todos los palos y atesora un legado sensacional pero que en esta selección chirría un tanto con ‘Cómo me las maravillaría yo’, rapeando y desbarrando en plan ácido. Un delirio completamente experimental que no encaja muy bien con el resto de la incuestionable selección.

Por el lado masculino y próximo a la rumba mesetaria (no en vano es el autor de ‘Ay, qué dolor’, de Los Chunguitos), encontramos a Juan Bautista, que con su rumba ‘Naino’ da título al disco. En la misma línea pop, Los Maravilla con ‘Ven, ven, vente’, mirando al modelo de Rumba Tres.

Los combos incluidos son Trigal, con ‘Vente conmigo’, producidos por el gran Ramón Farrán y despachando funk de altura; Paca y Manuela, con ‘Dímelo’; Las Deblas, atizándole al ‘Zorongo’ en plan gipsy free funk, con toques de música disco y arreglos opulentos; y Morena y Clara, de la escuela Las Grecas, con el genial Manuel Gas detrás dando forma a esta fantástica pieza bailable de 1978.

Cuatro son las muestras de rumba catalana, de donde brotó la semilla de la rumba pop: los clásicos Rumba Tres con ‘Buscaremos un rincón’, de 1978, en plena Era Disco, arrimándose a las pistas de baile con enorme buen gusto y elegancia con una rumba de terciopelo (y eso que ellos, en ocasiones, podían buscar el fango) y arreglos majestuosos: sin duda, una de las joyas que se recuperan. Otro clásico, aunque semioculto, es el olvidado Chele, pisando hacia el rock con ‘Libre como el viento’, de 1974: compuesta por Felipe Campuzano y con guitarra eléctrica demoledora encajada en una perfecta producción. Tobago fueron de los más jóvenes del periodo clásico de la rumba catalana, detrás de Chipén, aquí con ‘Toquilitón’ y su desarrollo de puro funk. Embriagador es decir poco. Merecidamente, el puesto de honor cerrando la escucha es, precisamente, para Chipén, con el inmenso ‘Volao’, una de esas perlas de la rumba que a lo largo de los años solo han saboreado los oyentes más avezados. ¿Quiénes eran Chipén? Pues ni más menos que la última gran formación del periodo de oro de la rumba catalana. Un dúo integrado por Johnnny Tarradellas y el gran Peret Reyes, que ahora ejerce, por derecho, como el último tótem de la rumba clásica (palmero y guitarrista de Peret durante décadas, hermano de Ramonet y un talento indiscutible), porque ahí sigue, con disco recién editado.

“¡Naino!”, no hay duda, es una de esas antologías que iluminará a muchos y a otros les recordará un pasado infravalorado que, sin embargo, está plagado de hallazgos y brillos y supera con desparpajo la prueba del tiempo. Un disco inagotable.

Anterior crítica de discos: “Rumba roots”, de Jerome Espinas.

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