Manuel J. González, partiendo del Muddy Roots Festival

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“Parece que todo el mundo se ha animado a coger un banjo, pero pasa como con todo: si no lo has mamado, es complicado que puedas sonar sincero”

 

El periodista Manuel J. González parte del célebre Muddy Roots Festival de Tennessee para escribir un libro en el que se adentra en la música de raíces, el country, el bluegrass y el honky tonk.

 

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

 

El primer libro firmado por Manuel J. González, redactor habitual de la revista Popular 1, responde al título de “Muddy Roots Music”. El festival anual celebrado en Cookeville (Tennessee) no solo da nombre a este debut, sino que se convierte en el eje vertebrador de un trabajo a medio camino entre la entrevista, la biografía y la crítica de discos. Hablamos con su autor de todo eso y más.

 

¿Qué te lleva a plantearte hacer un libro que parte como eje central de Jason Galaz y su Muddy Roots Festival?
Mi pasión como fan de todos esos artistas, pero sobre todo agradecer a unos músicos únicos su manera de hacer las cosas, su sentimiento de hermandad, que no secta; su amor incondicional a ese sustento del alma que es la música, más allá de las etiquetas y de las modas. Además, no podemos olvidar mi experiencia en el Muddy Roots americano en 2011. A partir de aquel fin de semana mágico, lo tuve claro.

 

Evidentemente, aunque nos pese y sea injusto, el mercado en este país para un libro así es limitado.
No hay duda, ya es una novedad que la gente comience a apreciar un género tan vilipendiado como el country. Con ello no quiero decir que este sea un libro sobre country, pero para todos aquellos que no conozcan la escena, lo lógico es presentarlo como un libro que habla de la música de raíces, del country, del bluegrass, del honky tonk, aunque en el fondo sientas que estás hablando solo.

 

Te atreves con la autoedición y la auto distribución. ¿Crees que esa es la manera? No puedo creer que, con todos los libros musicales que se publican en la actulidad, no hayas encontrado una editorial para una obra tan interesante.
¡Excelente pregunta! Toqué un par de puertas y nada. Fue bastante decepcionante, pero tenía que publicarlo porque era el momento. Después hablé con una persona que lo ha hecho vía editorial y me alegra no haberlo hecho de esa manera. ¡Ni te imaginas lo gratificante que está siendo todo! Además, es un libro Muddy Roots, no podría haber sido de otra manera. ¡Estilo DIY, como el de los músicos! No voy a hablar mal de las editoriales, ellas hacen su trabajo, pero vivir todos los pasos ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Y la respuesta de la gente. Algo muy grande tendría que pasar con mi próximo libro para que no volviera a repetir con la autoedición. Siento que perder el control de lo que quieres para tu libro es algo así como aniquilarlo antes de que pueda encontrar su lugar. Para mí no es importante que mi libro esté en FNAC, para mí lo importante es que llegue a quien yo quiero que llegue.

 

La estructura es más que interesante para descubrir nuevos músicos: biografía, entrevista y discografía. ¿Cómo se te ocurrió?
Soy una persona muy esquemática, estructurada. Me gusta el orden, huyo del caos, de ahí que me saliera así. Aunque si te fijas no deja de ser un poco lo que hago para Popular 1. Y lo que más disfruto es rematar hablando de los discos, que son la razón de todo.

 

¿Cómo escogiste a los 19 artistas?
Fue fácil escogerlos, son los mejores de la escena, sin lugar a dudas, al menos para mí. Se quedaron fuera Wayne Hancock, Lonesome Wyatt y Joe Buck por motivos que no vienen al caso.

 

Todos o casi todos tienen en común ser artistas de raíces, pero con un pasado punk o más duro. ¿Estás de acuerdo en que todo punk esconde un futuro artista de raíces?
Nunca me habían formulado esta pregunta, interesante matiz. Estoy de acuerdo con tu apreciación, porque en el fondo hablamos de lo mismo, las raíces y el punk son la expresión musical más básica que existe, y no hablo de no virtuosismo, que muchas veces lo hay, sino de hacer las cosas de manera espontánea, sin grandes producciones, sin grandes pajas mentales, ¡que esto no es Chinese Democracy!

 

Incluyes dos bandas nacionales, Dead Bronco y Th’Booty Hunters. ¿Qué te llevó inclinarte por ellos?
Creo que, en mayor o menor medida, representan un poco el espíritu Muddy Roots, sobre todo los catalanes, que de hecho ya han participado en dos ediciones del Muddy Roots europeo. Con respecto a Dead Bronco, pues fue sencillo: Matt Horan canta muy parecido a Wayne Hancock, hubiera sido una estupidez no incluirlos. Además, he forjado una amistad muy sincera con Jokin Totorika, una de esas personas con las que conectas desde el primer segundo, y que me ayudó mucho con la presentación del libro en el País Vasco. Las dos bandas merecían estar en el libro, aunque de entrada pueda chocar, pues no son americanas.

 

¿Estás de acuerdo conmigo en que en la escena nacional hay grupos de raíces más interesantes que algunos que nos intentan vender de fuera?
Esta sí es difícil. Te voy a ser sincero: no conozco la escena de raíces estatal más allá de cuatro bandas, pero empiezo a estar preocupado por su auge. Yo, que soy “facebookiano”, leo de todo todos los días, y parece que todo el mundo se ha animado a coger un banjo, pero pasa como con todo: si no lo has mamado, es complicado que puedas sonar sincero. No digo que en este país no haya buena música, es más, cada día me sorprendo con grandes discos de rock, pero creo que a nivel raíces nos falta bastante. Creo que la gente todavía se queda con cara de gilipollas cuando les dices que te gusta Hank Williams o Webb Pierce.

 

Cualquier lector del libro puede imaginarte escuchando permanentemente ese estilo de música, pero escucharás algo más. ¿Cuáles son tus gustos musicales?
Durante los dos años que tardé en escribir el libro apenas escuchaba otra cosa que no fuera música de raíces, por motivos obvios. Pero ni de lejos es mi estilo preferido o primordial. Soy hijo de los 80 y los 90, por lo que la oscuridad y lo extremo es lo que más me tira. Intento huir de las etiquetas, pero imagino que podría decir que me gusta mucho el stoner, el sludge, el doom, el metal clásico, algo de psicodelia y etiquetas algo más nuevas, como el post metal, post rock, etc. Si tengo que citar bandas de cabecera, podría mecionar a Kyuss, Tool, MONO, Behemoth, Melvins, adoro el desert rock genuino, Yawning Man, algunas cosas de Brant Bjork, Che, Fatso Jetson, además de formaciones míticas como Neurosis o Zeke, e hijos bastardos del metal como Mastodon, Torche o Baroness. Y como no, a mis adorados Ghost. No me cierro a estilos o enfoques, me gusta la música que es capaz de hacerme temblar, de llevarme al lloro. La música de raíces me lanza al barro y me sacude. Creo que cualquier melómano lo podría entender.

 

¿Tendrá algún tipo de continuación este “Muddy Roots Music”? Ya sea con un segundo volumen o con otra aventura literaria.
Sí, no hay duda de ello, escribir es para mí como tener novia, no podría vivir sin ello. Tengo un poemario y un libro de relatos breves pendientes de editar. Ya edité un poemario en 2006. En todo caso, mi obra más ambiciosa todavía no ha visto la luz, y sí, esta relacionada con la música.

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