Manel: Más allá de la lengua

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Los catalanes Manel se preparan para tocar este miércoles 29 de marzo en la sala madrileña Ochoymedio, dentro del ciclo Tomavistas. Antes, David Pérez charla con el bajista Martí Maymó sobre su carrera, deteniéndose en su último trabajo “Jo competeixo”, su próxima gira europea y la escena musical catalana.

 

Texto y foto: DAVID PÉREZ.

 

Ha pasado casi una década de aquel primer “Els millors professors europeus” (Discmedi, 2008), folk a fuego lento con una sonoridad y una lírica tan rica y brillante que llegó como un soplo de aire fresco y os catapultó a primera línea. ¿Cuál fue la semilla que os unió a los cuatro?
No lo sé, al final aparecieron las canciones, creo que los grupos nacen por cosas bastantes parecidas siempre, una de ellas es las ganas de tocar. En mis primeros grupos hacíamos versiones de bandas que nos gustaban. En Manel fue distinto, se creó porque Guillem hizo canciones y se las enseñó a Roger. Empezaron a trabajarlas, pero pensaron que estaría bien para poder presentarlas en directo, tener un batería y un bajista, y nos llamaron a mí y Arnau, que éramos conocidos del colegio, el amigo del hermano y el hermano de un amigo. Con la presentación de la maqueta estuvimos en un concurso, hicimos algunos conciertos, salió el disco en noviembre de 2008… y la historia creció. Comenzamos a llenar locales pequeños y después no tan pequeños. En fin, se va volviendo grande sin ser muy conscientes del cómo y el por qué, fue una cosa muy progresiva. Con la salida del segundo disco nos damos cuenta de que hay gente que lo está esperando, y entonces simplemente sientes que esto es fantástico, que la gente esté pendiente y tenga ganas de que les presentes cosas nuevas para nosotros es increíble. Bueno, creo que para cualquiera que le pase.

 

Disco a disco, habéis demostrado vuestra capacidad de juego, de huida hacia adelante sin perder vuestra esencia. Ambición e inquietud creciente que desbordó un mar narrativo y arreglos orquestales en “10 milles per veure una bona armadura” (Discmedi-Warner, 2011) y comenzó a abrirse a ritmos electrónicos en “Atletes, baixin de l’escenari” (Discmedi-Warner, 2013). ¿Cómo os planteáis esa dinámica de creación no repetitiva, de perderos para volver a encontraros, de “paso adelante en cada disco”?
Lo veo como algo natural, como el ser humano. Miras hacia atrás y tus gustos y pensamientos cambian, no sé, no me atrevería a decir que van madurando, pero un poco sí, siempre vamos cambiando y descubriendo cosas nuevas. Aunque seguimos siendo los mismos, si escuchas el primer disco y el último te das cuenta que somos Manel, pero hemos cambiando un poco. Al principio es muy intenso, no sabes por qué: por una cuestión de gustos, porque también son las primeras canciones… Llegar a acuerdos de cómo crees que quieres que sean las canciones, sin debatirlo mucho, creo que es relativamente fácil. El primer disco lo disfrutamos muchísimo, era nuestro pasatiempo. En el segundo, buscar los lugares comunes de cada uno de nosotros y que nos gusten a los cuatro cada vez se va volviendo más difícil, pero al final lo encuentras, creo que es una de las razones de los cambios. Y no hay ningún debate o autoimposición previa, sí que aparece la alarma de “esto puede recordar un poco a lo que hicimos”, pero tampoco es un estado de pánico, porque al final que haya cosas que recuerden a otras anteriores está bien. Si ahora sacáramos un disco que a la gente le inspirara algo de lo que fue el primero o los otros, sería algo positivo, porque esos trabajos conectaron muy bien con la gente.

 

El siguiente peldaño ha sido una nueva cima, “Jo competeixo” (Discmedi-Warner, 2016), un trabajo más redondo y maduro que su predecesor, pero deudor de aquella suerte de camino abierto. Habéis vuelto a redefinir vuestro sonido, sin perder la calidez y sutileza de lo cotidiano que tan bien manejáis, añadiendo una paleta más amplia de texturas electrónicas, ritmos latinos bailables, pop vaporosos y atmósferas impregnadas de una melancolía resplandeciente… ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar por primera vez con Jake Aron, un productor externo?
Un día hablando, comiendo algo entre entrevista y entrevista, alguien dijo: “Ostras, en el próximo disco estaría bien probar la experiencia de trabajar con un productor”, y los demás dijimos que también lo habíamos pensado. ¿Y por qué Jake? Supongo que hay músicos que dominan y conocen el panorama de productores a nivel nacional e internacional… nosotros no teníamos idea. George Martin, Philip Spector y los grandes de la historia de la música pop, pero poco más. Hicimos una lista en Spotify con canciones que nos gustaban, y al mirar los créditos nos dimos cuenta que muchas coincidían, que el mismo tío había producido muchas de las canciones que nos gustaban de diferentes discos. Investigamos un poco y fuimos a parar a un grupo de jóvenes de Estados Unidos, gente como Jake Aron, quizás un poco más conocido Chris Taylor, bajista de Grizzly Bear, o Chris Coady, gente que ha producido a grupos como Beach House o Blonde Redhead… Nos gusta mucho cómo suenan sus trabajos, y en esa lista Jake era el menos conocido, pero tenía cosas muy buenas que nos encantaban. Hablamos con él y estaba muy motivado, nos transmitió buen feedback y por eso nos decidimos. Contactamos con él por Skype, para conocerlo antes y hablar de las canciones, pero íbamos un poco cagados. Coges un avión, te vas un mes a otro país, con lo que supone además económicamente esto… Pero desde el primer día, cuando volvíamos al apartamento que habíamos alquilado, estábamos alucinando de lo bueno que era. Tengo la sensación de que nos tocó la lotería con Jake, porque nos entendimos perfectamente. La sensación de que el grupo crecía y él era uno más. La experiencia fue tan buena que no me importaría volver a repetir con él y trabajar el siguiente de la misma forma. Estamos muy contentos con el resultado. Además, Jake es bajista como yo, así que al mismo tiempo yo estaba haciendo un master de bajo con él, de cómo mejorar el sonido, cómo tocar, de pedales, muchas cosas… Amo a este hombre, me ha cambiado la vida.

 

Háblanos un poco del proceso compositivo de la banda y de “Jo competeixo” en concreto. ¿Las letras las hace Guillem siempre y luego adaptáis la música, o al revés?
Al principio estaba un poco más repartido, pero al final van apareciendo roles, bueno, cada uno hace lo que sabe, lo que mejor se le da. El proceso creativo de este disco no ha sido distinto a los otros, vas aprendiendo otras técnicas, pero tenemos un proceso bastante abierto, estamos los cuatro sentados frente a un ordenador grabando cosas, en el local tocando a ver lo que sale, Guillem nos manda una idea que tiene grabada, a veces por pistas y cada uno hace propuestas… Hay miles de cosas, lo que hacemos es aprovechar todas las herramientas que tenemos y todo es bienvenido. Yo no sé si los otros grupos lo hacen así, pero Guillem a veces nos manda solo una estrofa o un estribillo y con esa idea intentamos buscarle una estética a la canción, a veces pasa por muchas formas hasta llegar a su estado final. A la vez que vamos haciendo los arreglos, la canción va creciendo, van apareciendo nuevas estrofas, otros estribillos… Quizás es una de las razones por las que tendemos a hacer canciones con tanta letra. El proceso creativo de cada canción es larguísimo, puede pasar un año hasta que las tenemos, de hecho acabamos algunas canciones cuando vamos a grabar. Pero cuando tienes tres o cuatro canciones las otras salen más rápido. Supongo que te vas poniendo en forma poco a poco, es como ir al gimnasio.

Y en este disco, ¿hubo alguna que os costó más trabajo?
La que le da nombre, ‘Jo competeixo’. Fue casi un reto para nosotros. Hacer una canción que se aguantara solo en dos acordes y buscarle mil cosas… Por eso la canción pasa por un rap, hay momentos de balada… se nos fue a ocho minutos. Nos daba miedo que la gente no la entendiera, pero la verdad es que la canción ha funcionado muy bien en directo, es una pasada como la gente canta desde el primer verso al último, no sé, estamos contentísimos.

 

 

Antes que vosotros, solo Serrat (1974 y 1996) y Lluís Llach (1976 y 1977) habían logrado llegar al número 1 en la primera semana de lanzar un disco cantado en catalán. Y tanto Serrat como Llach han reflejado un fuerte y explícito compromiso social y político en sus canciones, cosa que no ocurre en vuestro caso. ¿Cuál crees que es el magnetismo de Manel para que llegue a tantas personas y rompa la barrera idiomática?
Buuff, no tengo ni idea. Bueno, hay una cosa que define mucho a Llach y Serrat: los dos crecieron y aparecieron en España durante una dictadura, supongo que la reivindicación sería bastante “natural”. Pero hoy en día, hay muchísimos grupos que están muy despolitizados, porque al final nos reunimos para cantar, para hacer música… No quiere decir que no sigamos la actualidad y no tengamos una opinión política de todo, claro que la tenemos, pero creo que a la gente le gusta escuchar un poco de todo y no siempre necesita saber, entender o sentirse identificado políticamente con las ideas del grupo, la música es un pasatiempo como lo es un tipo de cine…. Tampoco se le pide siempre a las películas que te hagan reflexionar sobre grandes cosas, muchas veces vamos al cine a pasárnoslo bien, y esto pasa también con la música. También se da por hecho que una persona que tiene una imagen pública porque hace una cosa determinada, como escribir canciones, tiene que dar su opinión de lo que piensa en otros ámbitos, como si mi opinión fuera más valida o importante que la del resto de la población. Y yo creo que no. Yo, que estoy aquí, podría aprovechar que me estás entrevistando y opinar sobre lo que pienso políticamente, pero la verdad es que no me da la gana… Por otro lado, ahora mismo estoy representando a un grupo de cuatro personas, que pensamos y opinamos distinto de muchísimas cosas.

 

Claro, hacer arte comprometido explícitamente o no es una elección más, ni buena ni mala. Yo me refería a qué crees que ha cambiado a la hora de consumir música. Antes, para que un artista catalán fuese lo más vendido a nivel nacional, parece que tuviera que tener un peso político claro en su obra, y ahora no.
Ni idea… Bueno, es posible que influya lo de haber consumido música anglosajona o canción francesa sin comprender todo o nada de lo que decía las letras. Supongo que pasará un poco lo mismo. Aunque todos somos culpables de esto. Incluso entendiendo la letra, a veces no le prestamos verdadera atención a qué coño nos dice la canción, o nos sabemos la letra y no nos hemos parado a pensar lo que realmente dice. Creo que siempre hemos sido un poco así.

 

Puede que ahí resida en realidad lo más importante, en “transmitir” y llegar honestamente al público, aunque no entienda del todo el mensaje. El año pasado os vi en el Granada Sound y vuestra actuación fue una de las más coreadas y disfrutadas del festival.
Sí, estuvo muy bien esa actuación, la verdad es que la disfrutamos mucho.

 

En mayo empezáis gira europea, y estoy seguro de que el público irlandés disfrutará tanto de vuestros conciertos como el suizo, o el alemán.
Espero que sí. A ver que tal va, estamos contentos de tener esta oportunidad. Hemos hecho algunas actuaciones fuera con otros discos, y ahora han surgido diez u once fechas, toca subir a la furgoneta y hacer kilómetros. Es bonito, ahora que tenemos fuerzas, hacer esto y arriesgarnos… Hemos estado en Inglaterra varias veces, hicimos cuatro fechas en Alemania con el anterior disco y como la cosa funcionó bien, alguien ha tenido el interés de hacerlo esta vez un poco más grande.

 

Hicisteis un genial ‘La gent normal’ del ‘Common People’ de Pulp, pasando por Juan Luis Guerra, Shakira o el cover en castellano junto a Nacho Vegas de los Waves Pictures. ¿Parte de la esencia de Manel es esa capacidad de mutar, de no tomarse las cosas “tan en serio” y serpentear sin complejos por cualquier estilo?
No lo sé, en todo caso creo que los cuatro somos personas capaces de disfrutar y pasárnoslo bien con cualquier estilo. Esos cuatro artistas que has mencionado, Pulp, Juan Luis Guerra, Shakira y Wave Pictures, son diferentes propuestas y me gustan todas. Yo disfruto con el reguetón y con muchísimos otros estilos. Creo que una de las cosas que nos gustó de Jake, el productor, es que al tío le alucinaba cualquier cosa, mientras estuviera bien hecha y sonara bien, claro. Desde lo más indie americano a lo más comercial. Te pones un disco de Beyoncé, y suena increíble, los arreglos son una pasada. En España, algo con tanta potencia comercial nos lo cargaríamos, los músicos indies o no sé que… Es una tontería, al final, desde cualquier estilo se pueden hacer cosas buenas. Tenemos mucho respeto y muchas ganas de escuchar, creo que de eso va la cosa cuando te dedicas a esto.

 

¿Alguna versión inconfesable que se haya queda en el camino o que guardéis en la manga para un futuro?
Ahora no caigo, buena pregunta… Lo de las versiones siempre han salido un poco por encargo de distintas cosas. Al final, que se vayan al sitio más alejado de tu grupo, que la versión sea un reto es una cosa muy bonita y muy interesante para una banda. Cualquier proposición que sea un poco friki nos gustaría a los cuatro.

 

Sé que hacéis listas de reproducción en Spotify cuando queréis buscar el tono de alguna canción que estáis trabajando. ¿Compartís gustos musicales, o hay disparidad y os retroalimentáis?
Cuando empezamos era la época de los Ipod y nos pasábamos discos y eso, pero escuchábamos mucha menos música que ahora. Spotify es el culpable de que escuchemos mucho más. Antes eran discos y ahora escuchamos más canciones. Antes te gustaba mucho un disco y te pasabas semanas y semanas exprimiéndolo. Lo de hacer listas de disco a disco va un poco por aquí, nos sirve para rebuscar gustos comunes y estilos.

 

Me gustaría conocer tu opinión sobre la escena musical catalana, y qué nombres nos recomiendas.
Yo la veo bien. Tampoco sé si alguna vez ha estado mal, pero la veo muy bien. Te voy a decir algunos nombres. Mira, hay un tío que se llama Ferran Palau, uno de lo líderes de Animic, que tiene dos discos que me parecen increíbles, muy minimalistas, con pocos instrumentos pero con canciones buenísimas. Luego, una bestia que tenemos aquí es El Petit de Cal Eril, Joan Pons. Tiene bastantes discos y el último es una pasada, ya lo era el anterior, pero el último es increíble. De hecho, recomiendo a todo el mundo que vaya a verlo en directo, porque es una cosa rarísima y buenísima. Y después, hay una pareja, que tienen un par de epés y creo que van a sacar un disco ahora en abril, que en directo son también increíbles: Maria Arnal y Marcel Bagés. Cantan en catalán y español, Marcel guitarra y María voz. Tiene una voz increíble, creo que vais a escuchar hablar mucho de ellos. Si los ves en directo, sales del concierto y no te puedes sacar a María de la cabeza, de lo buena que es cantando.

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