Los Deltonos: Persiguiendo la grasa

Autor:

deltonos-12-04-17-a

“Este oficio es una ruta de descubrimientos”

 

Después de diez elepés y dos epés, Los Deltonos publican este año un disco homónimo en el que se alejan de las raíces country y se acercan al blues rock. Eduardo Izquierdo conversa con su líder, Hendrik Röver.

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Foto directo: DIEGO LÓPEZ.

 

Los Deltonos acaban de publicar un disco que me atrevería a considerar importante en su carrera. Por varios motivos. Para empezar, es el primer disco homónimo, con lo que eso significa, en varias décadas. Implica un evidente cambio de rumbo que no percibíamos desde “GT” (2005), y además supone el primer trabajo oficial con Javi Arias a la batería. Demasiadas cosas de las que hablar con un conversador tan apasionante como su líder, Hendrik Röver.

 

¿Cómo aguantas este desenfreno creativo? Porque no paras…
No sé. Simplemente tengo esa suerte o los deberes bien hechos y tengo las canciones ahí cuando las necesito. También es cierto que he aprendido a optimizar mis recursos y trabajar con eficiencia. Pero este año sacaré como mucho un disco más (risas).

 

Hace poco me hablabas del último disco de Jim Lauderdale y me decías que sus letras eran más flojas. Supongo que me dirás que no, pero encuentro cierto paralelismo con las de este disco de Los Deltonos. No es que las encuentre flojas, pero sí menos brillantes que otras veces. ¿Qué respondes?
Es un enfoque distinto y voy a intentar justificarme con matemáticas y tetris. Si el castellano es ya de por sí un idioma difícil para los textos por la longitud de muchas palabras y una afinación que hay que respetar, cuánto más cortada es la base musical, más difícil es superponerle un texto que respete la fluidez y la acentuación. Es muy (ejem…) fácil contar una historia sobre una balada o un medio tiempo, un poco menos sobre un rock and roll y bastante más difícil sobre un riff. Creo que esa es una de las causas de que las letras de Los Deltonos sean a veces menos “concretas” y más etéreas. Simplificando mucho, es difícil contar una historia larga sobre un redoble. Al final la línea roja de las letras la marca el hecho de que vas a tener que convivir con ellas el resto de tus días y cantarlas muchas veces. El otro día escuché el nuevo estribillo de uno de los “clásicos” del panorama. Eran tres infinitivos que acababan en “ar” y luego se iba al “bar”. A mí me echarían de casa. Él triunfará (risas).

 

De hecho, diría que los textos son más un instrumento para poder desarrollar un sonido que no el eje del disco. ¿Estás de acuerdo?
Son un instrumento rítmico más, puedo estar de acuerdo con eso. Cada acento es percusión.

 

Sigue estando presente, eso sí, tu ironía habitual en personajes como ‘Caracartón’. ¿Podríamos decir que es tu gran seña de identidad como letrista?
Es que yo soy así. Que te voy a contar…

 

deltonos-12-04-17-b

“Uno busca la inencontrable perfección en su oficio, la canción imposible de olvidar”

 

Es evidente que te has apartado de sonidos de raíces más country y has vuelto de alguna manera a tus orígenes. ¿Tiene que ver con la crisis de los cincuenta?
A mí nunca ha dejado de gustarme el Drive y es posible que echara de menos algo más de densidad. La grasa ha sido el concepto original del disco desde el principio y he ido llevando los riffs conscientemente en esa dirección cuando podría haberlos alambicado. Algo de culpa tiene Gary Clark Jr, un tipo que solo tiene cuatro canciones, pero con un crujido muy especial. Eso me hizo investigar en terrenos que no había tocado mucho como las guitarras de caja y las pastillas p90. Crisis de los cincuenta hubiera sido volver a ponerme bermudas y botas (risas).

 

¿Ha sido un movimiento premeditado, o simplemente ha surgido así?
Los riffs que tenía y que me han salido después me lo han puesto fácil. Una vez que te pones en situación… ‘Caracartón’, ‘Impostor’ y ‘Colisión’ son de la semana antes de grabar.

 

¿Cómo recibió el resto del grupo esa intención?
No hay ningún vegano en el grupo, y a quién no le mola un poco de comida grasienta y sabrosa…

 

Últimamente has producido a grupos más cercanos a estos sonidos. ¿Ha influido eso en que tuvieras ganas de volver a ese terreno?
Seguro que conscientemente o inconscientemente te planteas cosas. Este oficio es una continua ruta de descubrimientos, y para qué negarlo, de coger de aquí y de allá.

 

 

El hecho de dejar el título simplemente en “Los Deltonos”, ¿es una muestra más de ese regreso a los orígenes?
No teníamos ningún disco homónimo salvo el epé del 89 y me pareció una buena forma de marcar un punto de partida a estos pletóricos Deltonos mk.IV con el primer disco “oficial” de Javi Arias a la batería y fotos.

 

He oído durante muchos años que sois el mejor grupo de rock and roll de este país, y estoy de acuerdo, pero no llegáis a explotar nunca a nivel mediático. ¿Cómo se motiva uno para seguir haciendo discos?
La autoexigencia personal es lo que manda desde siempre. El orgullo del artesano. Uno busca la inencontrable perfección en su oficio, la canción imposible de olvidar. Como digo siempre, las mejores canciones están por escribir y los mejores conciertos aún no los hemos dado. Si eso no es un aliciente…

sabina-news-3

Artículos relacionados