Llega el nuevo álbum de Vicentico, “Último acto”

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Vicentico, el líder de los argentinos Fabulosos Cadillacs, tiene nuevo álbum: “Último acto”, que Sony lanza el 21 de abril en formato CD+DVD. Diego A. Manrique nos presenta “Último acto”:

“Cuenta Vicentico que, hace un par de años, en su discográfica le plantearon grabar un Unplugged. Pero, saben, a él no le gustan las jugadas previsibles. Prefirió embarcarse en una aventura única, sin resultados garantizados. Su propuesta: ‘yo viajo y voy grabando con los músicos de aquí y allá’.

Exacto: un disco de los que ya no se hacen. Un capricho conceptual, una audacia presupuestaria. Con paradas en 7 estudios, 5 ciudades, 3 países. Último acto contiene canciones nuevas, versiones de sus éxitos, temas ajenos. Vicentico ha trabajado con Willie Nelson, el guitarrista David Torn, los jamaicanos Sly & Robbie, el grupo norteño Intocable, los salseros de Our Latin Thing y –last but not least- Jorge López Ruiz, jazzman y gran arreglador del pop argentino de los setenta.

Vicente Fernández Capello (Buenos Aires, 1964) es así: suele optar por lo improbable. En 2002, cuando pararon Los Fabulosos Cadillacs (luego volverían a funcionar, a medio gas), Vicentico decidió reinventarse como cantante solista. Un vocalista al estilo clásico: capaz de interpretar boleros y canciones para el gran público, preparado para alternar páginas escogidas del Libro de Oro del pop latino con abundantes creaciones propias.

Urge recordar que los Cadillacs alborotaron el continente americano durante los años noventa: entre las bandas que se expresaban en castellano, fueron posiblemente la más poderosa, política y musicalmente. Partiendo del ska, experimentaron por territorios inexplorados y facturaron himnos que hablaban de la realidad circundante…y de la realidad interior. Sin embargo, fueron perdiendo impulso: una banda tan amplia supone un desgaste constante, una lucha por el timón. Y su cantante quería hacer una música que reflejase sus circunstancias de hombre calmado, padre de familia.

No vamos a afirmar que Vicentico empezó de cero. Pero sí renunció a su lugar privilegiado en el campo del rock mestizo para inventarse un nuevo perfil. Sin experimentos instrumentales, centrándose en la canción-de-toda-la-vida. Y le ha funcionado: ha vendido cantidades importantes de sus cinco discos en solitario, más el grabado en directo.

Aparentemente, lo de Vicentico no esconde grandes secretos: mima su repertorio y usa una voz cálida, con ese pellizco que hace creíbles hasta los versos más convencionales. También hay, sin duda, un punto de “joda”, como dirían los argentinos. En el reportaje gráfico para ‘Último acto’, se desdobla en media docena de personajes, desde la señora enjoyada al mantero que vende sus propios discos.

Esa chispa de provocación subterránea forma parte del personaje. Ves a Vicentico en grandes teatros, en festivales de la canción, en programas de prime time: está con media barba, la camisa abierta, la mirada somnolienta…como si fuera un infiltrado con intenciones malévolas. Hasta que se pone a cantar.

Uno puede haber escuchado cien mil veces el ‘Alone again’, pero Vicentico localiza el núcleo original de melancolía vital que germinó en la imaginación de Gilbert O’Sullivan. Se atreve a añadir pulso pop a ‘Puro teatro’, el melodrama de La Lupe eternamente unido a “Mujeres al borde de un ataque de nervios’, de Almodóvar.

En ‘Último acto’ comprobamos la extraordinaria cintura de Vicentico. Se coloca al frente de la orquesta neoyorquina Our Latin Thing como si se hubiera pasado décadas escuchando discos de Fania (¡y seguro que sí!). Resulta que también se acomoda con el acordeón y el bajo quinto de los tejanos de Intocable.

El encaje con la sección rítmica de Sly & Robbie se daba por hecho: los Cadillacs venían de la música antillana y grabaron incluso en las Bahamas. Pero la verdadera sorpresa es que Vicentico se desenvuelve cómodamente con los músicos country de Nashville, incluyendo el emotivo dueto con esa institución llamada Willie Nelson, que aportó igualmente su Trigger, esa guitarra destartalada que tan fina suena en sus manos.

Lo que tenemos aquí es una masterclass en música pop. Una exhibición de pasión creativa por parte de Vicentico, en complicidad con otro camaleón, el productor Cachorro López. El disco es generoso -18 cortes- y viene enriquecido por un DVD que retrata los viajes, los encuentros, los momentos de magia y las horas de espera.

Y el detalle íntimo. En Argentina no habría necesidad de contarlo pero sí aquí: Vicentico recupera una de las plegarias más tiernas de Roberto Carlos, “No te apartes de mí”, para cantar a dúo con Valeria Bertuccelli. Famosa actriz, su mujer de toda la vida, la madre de sus dos hijos. Ulises ha vuelto a Ítaca, con grandes anécdotas para compartir y un disco del que cualquier artista ambicioso podría sentirse orgulloso”.

‘Viento’

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