Libros: «Cásate conmigo», de Dan Rhodes

Autor:

«Un registro pastoso de relaciones imposibles, severamente ciegas o egoístas. Hilarante y triste a un tiempo»

 

dan-rhodes-11-08-14

Dan Rhodes
«Cásate conmigo»
ALFAGUARA

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

Deberíamos comenzar a prestar atención a la obra de Dan Rhodes, ya consolidado escritor inglés que alía en sus relatos y novelas un grotesco humor negro sobre una base temática atrapada por relaciones amorosas, para alcanzar un resultado donde éstas se resuelven con tonos de frustración, ridículo y patidifusa obviedad. Concentra en su última obra estos ingredientes en casi ochenta microrrelatos que le permiten mayor intensidad, estampas escuetas, y con ello potenciar la sorpresa, el golpe maestro más que el desarrollo pausado.

Así aborda todos los pequeños pliegues que aparecen desde el principio de una conexión sentimental hasta rupturas que casi siempre evitan el drama para abandonarse en obviedades que borran casi cualquier sentimiento y lanzan proyectos vitales al cesto de lo estúpido, es ese juez que en una demanda de divorcio no tiene problema en mirar al esposo y soltarle: “¿De verdad cree que voy a obligarla a ella a seguir casada con usted?” Quizás lo que triunfan sean los que toman el desarrollo del amor como un mero trámite, esquivando así una visión siempre desengañada, pero chispeante.

Ahí está la novia que se pone de parto frente al altar, o esa otra que recibe el sacramento en lecho de muerte segundos antes de recuperarse milagrosamente. Sin embargo Rhodes consigue con su tono escueto, sucinto, que no aparezcan como personajes deformados ni increíbles, perversos sí, confundidos también, pero nunca ajenos a un estricto costumbrismo que se lleva al extremo. Hay divertidos abogados, amantes doctoras en Químicas, prometidas que criogenizan al novio para atender sin interrupciones a los preparativos de la última semana antes del matrimonio. Un registro pastoso de relaciones imposibles, severamente ciegas o egoístas. Hilarante y triste a un tiempo, como esa esposa que tras exaltarse con un amante provisional que se compromete a ir a buscarla, lleva esperando seis años en el vestíbulo de su casa.

Brillante siempre Rhodes, es mucho mejor al reducir al absurdo, o cuando un episodio insulso supura melancolía sin saber de dónde viene, ese dolor que aparece escondido en el sarcasmo. Por eso hay que prestar atención a este inglés, porque ha conseguido en su narrativa que lo importante no sea lo que se dice sino lo que se escucha.

Anterior crítica de libros: “Con pecado concebido”, de Sergi Escolano.

Artículos relacionados