Lee Fields: Persiguiendo sueños

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«En la vida hay que perseguir los sueños, cuando la gente deja de perseguir sus sueños está dando su primer paso a la tumba. De eso trata la vida»

Lee Fields actuó esta semana en España y Alfonso Cardenal habló con él, un gigante del soul y el funk, para conocerlo un poco mejor.

 

 

Texto: ALFONSO CARDENAL.
 

Hay personas que tienen que esperar mucho tiempo para que la vida les devuelva lo que se merecen, algunos nunca lo consiguen, otros, como Lee Fields, saborean el gran éxito tras cuatro décadas de trabajo y arte, de carretera y bolos, de tugurios y grandes avenidas. Lee Fields ha pasado por todas la etapas del éxito hasta llegar a Madrid el pasado viernes para presentar, según él mismo dice, su mejor disco hasta la fecha. Un álbum (“Faithfull man”, Truth & Soul Records) que retoma la esencia del soul y funde en una hora de música todas las fases de la vida, el amor y el trabajo de este obrero del soul y el funk que con los años, tal y como promete el sueño americano, se ha convertido en rey. La voz rota de Lee Fields se funde con grandes risotadas mientras repasa la esencia de su nuevo disco, la actualidad del soul o las lecciones que ha aprendido en la vida. Este hombre, que emana intensidad y cercanía, está viviendo el mejor momento de su carrera tras muchos años de trabajo, de perseguir sus sueños, porque como dice: “Dejar de perseguir tus sueños es el primer paso a la tumba”. Este veterano del soul nunca lo ha hecho.

“Faithfull man” es un disco excelente, un trabajo redondo de la primera a la última canción, pero también es un disco un tanto temático en cuanto a la cuestiones que plantea…
Es un disco que se centra en el espectro de las relaciones amorosas, historias de chico conoce chica, aunque en este caso es de hombres que conocen a mujeres [ríe]. Es un disco temático que pasa por todos esos estados de ánimo que experimentamos cuando nos enamoramos. Son canciones sobre la distancia, sobre el olvido, sobre la reconquista. Algunas personas, no muchas, consiguen encontrar a la persona ideal, el resto se pasa la vida saltando de una relación tóxica a la siguiente. Es parte de la vida. La gente se mete en relaciones incluso sabiendo que lo que hace es malo, que saldrá mal. Una parte del disco, como ‘Wish you were here’, tratan de ese tipo de relaciones. Este álbum muestra una parte de todo lo que nos sucede cuando nos enamoramos.

Se te ve muy confiado con este disco…
Amigo, es lo mejor que he hecho, el mejor trabajo de mi vida.

“My world” funcionó muy bien…
Sí, sí, no me refiero a eso. Al ser un disco tan personal cubre todos los cambios por los que pasa el ser humano en las relaciones de amor. Eso es lo que lo hace especial. En el disco está ‘Moonlight mile’ de los Rolling Stones, pero yo no sé qué significa o qué pensaban Jagger y Richards cuando la escribieron, yo le he dado mi propia interpretación, mi visión. Es un disco que es personal hasta cuando la canción que canto no es mía, eso es a lo que me refiero.

Veo que has indagado mucho en las relaciones humanas, tenías mucho que contar…
Déjame que te diga algo. Mucha gente no se da cuenta de que en este planeta, a pesar de todo el oro y los diamantes, lo más valioso que tenemos son los demás. El ser humano necesita al ser humano, yo amo a la gente y este álbum contiene todas las canciones que quería cantar a lo largo de mi vida. Me siento muy orgulloso de ello. En la vida hay que perseguir los sueños como en ‘I’m still hanging on’, cuando la gente deja de perseguir sus sueños está dando su primer paso a la tumba. De eso trata la vida. Por eso incorporé ‘I still got it’, para decir a la gente que sigo aquí y que me quedan cosas por hacer. [Se ríe con fuerza] Jeff Silverman ha hecho un trabajo genial en la producción, mucha gente ha tocado en este disco y todos han aportado su espíritu y por ello les estoy muy agradecido.

Llevas muchos años en el mundo de la música, las cosas te han ido mejor y te han ido peor, ¿cuál es la lección más valiosa que has aprendido de tu trabajo?
Creo que lo más importante que he aprendido es que cuando subes a un escenario el tiempo de la gente que ha venido a verte es lo más valioso que te pueden dar. La lección más valiosa que he aprendido es dar a tu público todo lo que tienes dentro. El tiempo es lo más valioso que tenemos y si alguien me dedica parte de ese tiempo tengo que darle toda mi energía y pasión. Todas las noches tienen que ser igual de intensas porque la gente lo nota, sabe que no estás totalmente entregado. Es un compromiso. Eso es lo que he aprendido, a que cada noche, cuando subo a un escenario, tengo que dar todo lo que tengo de modo que cuando baje no me quede nada dentro.

Parece una valiosa lección para la gente joven…
Cierto, hay gente joven muy buena. Hay esperanza para el futuro porque creo que las cosas no están tan mal como las pintan. Yo soy un soulman pero escucho muchos estilos de música, siempre se puede aprender de todo y veo que ahora hay cosas interesantes. Hay muchas bandas haciendo cosas nuevas que me gustan y me resultan curiosas.

¿Cómo valoras la escena del soul de estos días?
Bien, estoy contento. Vuelve a haber conciertos de soul y eso es bueno. La gente habla del renacimiento del soul pero yo creo que nunca se fue. Yo mismo he estado haciendo soul todos estos años. Lo que es verdad es que esta música ha vuelto a conectar con un público más masivo.

Escribiste ‘Bewildered’ cuando tenías 17 años, cómo recuerdas aquellos días, ¿hay algo que eches de menos de aquella época?
El mundo ha cambiado mucho pero hay un dicho que dice “el mundo cambia pero no cambia”. El mundo cambia por las tecnologías y los avances pero las relaciones entre hombres y mujeres sigue igual desde el principio de los tiempos. Hay muchos cambios pero la esencia del amor sigue igual. La gente sigue diciendo “te quiero”, sigue diciendo “quiero casarme contigo” o “esta persona es mi alma gemela”, esas cosas no cambian y no creo que lo hagan. El mundo ha cambiado en la apariencia, en lo superficial, si hablamos de amor las cosas no son tan diferentes a “Romeo y Julieta”. Al final somos personas tratando con personas.

Has colaborado con Sharon Jones en varias ocasiones y ahora a ella le van muy bien las cosas, ¿cómo es tu relación con Sharon?
Sharon es una gran amiga, hablamos bastante y es así desde hace mucho tiempo. Me hace muy feliz que las cosas le vayan bien, me alegra el corazón que le pasen cosas buenas.

Saliste en el vídeo de Sharon Jones ‘I learned the hard way’, se te ve muy cómodo como actor, ¿no te gustaría hacer algo más de actuación?
Muchas gracias, fue algo que salió sin más. Si me saliese algo de actuación me lo pensaría, creo que me gustaría y que lo probaría. No sé si lo haría bien, nunca he actuado, pero estaría bien probar.

¿Has visto “Treme”?, creo que podrías estar bien ahí
No la he visto, pero me han hablado bien de ella, si conoces a esa gente háblales de mí. Me gustaría probar.

Cuando eras joven te solían llamar Little J.B (por James Brown), ¿cómo te gustaría ser recordado en el futuro?
Me gustaría ser recordado como un hombre auténtico, como un hombre que persiguió sus sueños. Como te dije antes creo que el primer paso a la tumba es dejar de perseguir tus sueños, yo nunca lo he hecho. Me gustaría ser un ejemplo en eso para la gente. La verdad es que nunca había pensado sobre esto, pero así son las cosas.

Llevas haciendo música cuatro décadas y has tocado muchos palos de la música estadounidense, ¿alguna vez vuelves a escuchar tus primeros discos?
Ahora con internet es más fácil tener acceso a ese material, hay gente que ha subido esos discos a YouTube y a veces los escucho ahí y recuperó energía al ver que a pesar de los años sigo teniendo la misma fuerza y pasión. Escuchar esos discos me ha demostrado que cuando cojo un micrófono vuelvo a ser ese chico de 17 años. Creo que a pesar de mi edad conecto con la gente joven porque cuando subo a un escenario me alimento de la misma energía que ellos.

¿Te arrepientes de algo de tu carrera?
Realmente no. Cuando era más joven sí que tenía algunos reproches. Hace años me preguntaba por qué las cosas buenas no me pasaban a mí, pero con el tiempo aprendí que cada uno tiene un camino y un final y me di cuenta de que el mío sería largo. Empecé a valorar las cosas buenas que tenía, tengo una gran familia, y vi que lo que tengo fuera de la música es algo que el éxito y el trabajo nunca me podrán dar, eso es el verdadero amor. No tengo arrepentimientos. He descubierto que cada día es un regalo y vivo pensando en ello.

Estás presentando “Faithfull man” en varios festivales españoles (viene de actuar en el Azkena y en el Día de la Música), ¿cómo fue tu primera visita a España?
Vine como hace diez años por primera vez, estuve de gira con The Sugarman 3 y pasamos un tiempo genial. Me encanta la gente y la comida. Me pasé el viaje con una rara sensación de «déjà vu», como si estuviera en casa, como si hubiera vivido en España en alguna otra vida. Me gusta mucho viajar y me gusta mucho España.

Hemos estado hablando mucho de las relaciones, ¿estás casado?
Sí, tengo una mujer, hemos estado juntos 43 años, y cuatro hijos. Ha sido una experiencia maravillosa pasar la vida con ellos.

¿Alguno de tus hijos se siente atraído por la música?
A todos les gusta la música pero ninguno se dedica a ella. Déjame que te cuente una historia. Tengo tres niños y cuando el mayor tenía 16 años compré instrumentos y traté de enseñarles algo que tocar para montar los Jackson 5, bajamos al sótano y ensayábamos en casa… pero no funcionó, aunque fue un buen intento.

¿No habrá un Lee Fields II?
No, pero me queda cuerda para rato, me quedan sueños…

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