“La historia de Iván Ferreiro estaba sin escribir, y hacerlo ha sido emocionante”

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No mide sus palabras buscando cómo sonarían bien, dispara lo que piensa con énfasis y te argumenta sus motivos. Se guarda lo que quiere, pero también se abre en canal”

 

Días después de lanzar “Iván Ferreiro. 30 canciones para el tiempo y la distancia”, Arancha Moreno cuenta cómo ha confeccionado este libro que edita Efe Eme.


Texto: EFE EME.
Foto: WILMA LORENZO.

 

Este es tu primer libro, ¿sentiste algo de vértigo o de responsabilidad al enfrentarte a él?
Claro. Por eso he tardado tanto en atreverme. Cuando era pequeña leía muchísimo y pensaba que escribir un libro era lo más fascinante del mundo. Después, con los años, he escrito relatos de ficción (y publicado algunos en libros conjuntos con otros compañeros), pero no sabía si estaba preparada para lanzarme a un proyecto más grande. Por un lado, por no romper un sueño, porque es bonito alcanzarlos, pero también tenerlos pendientes. Por otro, porque le tenía mucho respeto y no quería decepcionarme a mí misma si no conseguía algo de lo que estuviese orgullosa. Pero decidí lanzarme por fin.

 

¿Por qué Iván Ferreiro?
Por muchas razones. Para empezar, porque me toca la fibra desde hace muchos años. Empecé a conectar con sus canciones en Piratas, me enganché a ellos entre la publicación de “Fin de la primera parte” y “Ultrasónica” y me marcaron mucho. Viví toda esa parte final de la banda y he vivido toda su carrera en solitario, y en todos los discos ha firmado canciones que han llegado a emocionarme. Adentrarme en ellas me parecía un viaje muy interesante y me apetecía terriblemente. Por otro lado, por la persona que hay detrás de las canciones: por su sencillez (dentro de su complejidad), por su naturalidad, por su manera de hacer que la cosa más remota te parezca interesante. Es muy fácil hablar con Iván y es muy de verdad. No mide sus palabras buscando cómo sonarían bien, dispara lo que piensa con énfasis y te argumenta sus motivos. Se guarda lo que quiere, pero también se abre en canal cuando lo siente. Trabajar con alguien así era un regalo. En tercer lugar, porque además era un terreno virgen: no había ni una sola publicación sobre Iván Ferreiro, más allá de un antiguo libro de Piratas llamado “Empatía: Conversaciones con Piratas” que publicó Gaby Dávila en 2004. Su historia estaba sin escribir, y hacerlo ha sido muy emocionante.

 

¿Qué tiene para ti de especial su música?
Creo que es un gran escritor de canciones. Sabe envolverte sin posibilidad de fuga (‘El pensamiento circular’) y arrastrarte cuando se vuelve vertiginoso (‘El viaje de Chihiro’). Genera muchísima emoción en sus textos y en su manera de interpretarlos. Cuando habla lo hace a borbotones, pero cuando escribe calcula con precisión lo que va a relatar: sus versos nunca son gratuitos, te cuenta una historia y a la vez otra. Disfruta enhebrando los dobles sentidos. Sin apenas darte detalles es capaz de llevarte a otro lugar, y de generar sensaciones y emociones. Con este libro he entendido mucho mejor su manera de trabajar, cómo busca el fondo desde la forma, y viceversa. Antes me dejaba arrastrar sin entender por qué, ahora entiendo un poco más cómo consigue arrastrarme y sus canciones me gustan aún más que antes.

 

¿Recuerdas cuándo lo escuchaste por primera vez?
Probablemente con ‘My way’, la versión que hacían del clásico que interpretaba Sinatra. Recuerdo que mi madre los descubrió antes que yo, cuando colaron ‘Mi matadero clandestino’ en la banda sonora de “Batman y Robin”. Y también sé por qué empecé a comprarme sus discos: fue a raíz de escucharlos en el disco de versiones “Mucho Tequila!”, interpretaron ‘Las cosas que pasan hoy’, y me encantó. Luego descubrí su mundo y ya me quedé.

El libro tiene un planteamiento original, porque desmenuzas la creación de 30 canciones, y sin ser exactamente una biografía, sí vas relatando por medio de ellas la vida y andanzas de Ferreiro. ¿Cómo se te ocurrió esta idea?
Iván vive dentro de las canciones. Son el eje de su vida. Lleva más de 25 años escribiendo y tiene composiciones realmente bonitas. Me parecía superatractivo contar la historia concreta de esas canciones y a partir de ahí reconstruir su propia historia. Así se lo planteé al principio y a él le encantó la idea. Cuando empezamos a charlar sobre ello, y a armar el libro, me di cuenta de que era un acierto. Es tan buen conversador que podría haberme decantado por un libro de conversaciones sin más, y hubiera sido interesante y ameno, pero es un tipo tan original que podía probar con un enfoque mucho más personal. Él escribe de una forma muy propia y yo quería hacer algo muy propio también.

 

Hay que decir que no solo son canciones de Iván Ferreiro en solitario, también has seleccionado temas de Piratas, entre ellas la más mítica, por supuesto, ‘Años 80’… ¿Cómo seleccionaste las 30 canciones?
La selección fue mutando a medida que iba escribiendo. Al principio elegí sobre todo mis favoritas, pero había algunas que creía que debían estar porque enseñaban una parte interesante de Iván que no contaba en otras. A medida que avanzaba el libro prescindí de algunas canciones que me encantan (la propia ‘Canciones para el tiempo y la distancia’, ‘Días azules’…) porque salió “Casa”, y era un disco tan importante que merecía una presencia destacada. Y así fue: cayeron cuatro.

 

Iván Ferreiro es, entre otras muchas, una de las “voces” principales del libro. Aparte de responder a tus preguntas, ¿se implicó en el desarrollo del libro o te dejó hacer y se mantuvo al margen?
El día que le propuse la idea le encantó, y le pregunté si quería seleccionar algunas canciones conmigo, pero me dijo que ya le costaba bastante montar el setlist de sus conciertos, que esto me lo dejaba a mí. Y se puso a mi disposición. El grueso del libro está basado en una larguísima charla que mantuvimos un día de marzo del año pasado. Estuvimos hablando diez horas seguidas y al día siguiente me desperté como si me hubieran dado una paliza. Tiene una energía arrolladora. Fue capaz de analizar toda su carrera en una jornada maratoniana recién llegado de México, con un jet lag impresionante. Fue interesante hacer ese recorrido tan intenso, porque nos dio una perspectiva global a la que quizá no hubiésemos llegado con tanta claridad si lo hubiéramos hecho en varias tandas. Vimos su vida como en un tráiler. El resto de encuentros han sido más livianos, pero seguimos ahondando en cosas que habían quedado pendientes, o nuevas dudas. Siempre se ha puesto a mi disposición para lo que he necesitado, pero me ha dejado hacer con absoluta libertad. No me pidió ver ni una línea, ni siquiera la portada. Confió siempre. En realidad esa es la manera más honesta de trabajar para un periodista: que no haya influencia en el relato.

 

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«No me pidió ver ni una línea, ni siquiera la portada. Confió siempre. En realidad esa es la manera más honesta de trabajar para un periodista: que no haya influencia en el relato.»


¿Sabes si lo ha leído? ¿Qué le ha parecido?
Se lo di en mano una hora antes del concierto de Coque Malla en Madrid, este martes pasado, y cuando regresó al hotel abrió el libro. Me contó que empezó a leerlo a las cuatro de la mañana y se enganchó tanto que no durmió. Creo que lo leyó del tirón, y dice que le ha gustado mucho. Estuvimos hablando de ello con Santi Alcanda en «Como lo oyes» en Radio 3. Antes de entrar en el programa me contó que le han sorprendido cosas que ha leído, opiniones de sus amigos que nunca le han dicho en persona, entre ellos Suso Saiz, Santi Balmes, Ricky Falkner… es lo bueno que tiene el libro: más allá de su propia voz, hay muchas otras contando su versión y su percepción de las canciones y de lo que les rodea. Asistes al proceso desde varios ángulos, a veces contradictorios. Y al final este libro es un ejercicio de percepción, no de hemeroteca: nadie tiene la verdad absoluta, cada uno tiene su punto de vista y un recuerdo no tiene por qué ser fiel a la realidad. Eso lo tuvimos claro desde el principio.

Como decimos, para el libro has contado con las declaraciones de muchos músicos y gente próxima a Iván, pero creo que una de las figuras esenciales es su hermano Amaro, ¿ha sido así?
Amaro también es muy amable, y para este libro quedamos varias veces y me aportó detalles fundamentales. Pasan tanto tiempo juntos que se tienen muy analizados, y les encanta darle mil vueltas a los textos y profundizar en el sentido de las canciones, así que parte del trabajo te lo dan hecho. Me hace gracia, porque aunque tienen mucho en común son superdistintos: Iván es completamente pasional en su manera de hablar, lanza palabras como un huracán. Amaro es mucho más calmado y las elige más.

¿Qué papel crees que juega Amaro Ferreiro en la carrera de Iván? ¿Son en la práctica un dúo?
Para mí juega un papel tan importante que le he dedicado un capítulo entero. Ha firmado textos increíbles, como ‘Turnedo’, ‘S.P.N.B’, ‘N.Y.C.’, ‘Cómo conocí a vuestra madre’… y parece que completa muy bien a Iván, en lo musical y en lo personal. Da la sensación de ser una persona muy coherente y con mucho talento. Brilla sin necesidad de que le ilumine el foco, porque prefiere la sombra que el protagonismo, pero es un pilar importantísimo en su carrera, a nivel creativo y personal. Y creo que es justo lo que necesitaba Iván: tener a su lado a una persona en la que pudiera confiar de corazón. Alguien que creyese en lo que hacía y le ayudase a llevarlo a cabo. Eligió al mejor.

 

El texto contiene muchas voces: Enrique Bunbury, Mikel Erentxun, Coque Malla, Quique González, Diego Vasallo, Leiva, Dani Martín, Xoel López, Amaral, Zahara… ¿Cómo esbozaste la lista?
Los nombres iban saliendo poco a poco. Tenía claro que quería llamar a sus colaboradores más cercanos de sus dos etapas, y poco a poco fui ampliando el abanico hacia otros músicos que también tenían un vínculo importante con él. La verdad es que la lista podría haber sido mucho más amplia. Me quedé con ganas de hablar con unos cuantos más (Emilio Saiz, que no llegó a tiempo, Martí Perarnau, Marta Toro…), pero llegó un momento en el que tuve que parar.

 

¿Qué ha sido lo más difícil del libro?
Me costó mucho encontrar el tono, porque había tantas voces que no encontraba la mía. De hecho, lo escribí entero y cuando lo terminé, decidí reescribirlo otra vez de principio a fin, porque no me había quedado satisfecha con la primera. Al final quise que el narrador fuera como una cámara que iba trasladándose a escenarios concretos, mostrando momentos, y llevando al lector de un personaje a otro. Le daba mucha agilidad y lo hacía mucho más emocionante.

 

Con Iván parece que pasa como con algunos otros músicos españoles, que a pesar de llevar veintitantos años de carrera parece que está por descubrir por las grandes audiencias, ¿por qué crees que sucede eso? 
Hay un capítulo en el libro en el que hablamos de algo que puede enlazarse con esto, en el que Leiva, Suso o el propio Amaro reflexionan sobre por qué las canciones de Iván buscan más los recovecos que la vía directa. Tal vez sea una herencia directa de su etapa en Piratas, eso de huir de lo sencillo, no ponérselo fácil al oyente. También puede ser un escudo, aunque en “Casa” hay canciones más “limpias”, más naturales, se podría decir, que en otros discos. En cualquier caso, Iván está acostumbrado a trabajar sin esperar el triunfo inmediato, a esperar para recoger lo que siembra. Lo ha vivido un montón de veces, desde la propia ‘Promesas que no valen nada’ con la que arranca el libro, que tardó casi diez años en convertirse en un hit. Pero no ceja en su forma de hacer las cosas, pase lo que pase. Él se deja llevar por lo que quiere hacer en todo momento. Es muy fiel a sí mismo. En realidad, creo que está llegando a audiencias cada vez más grandes, y tiene un público muy leal. El 22 de junio toca en La Riviera y es el tercer concierto que hace en Madrid en seis meses. Teniendo en cuenta que el primero fue en el Palacio de Deportes delante de 6.000 personas, creo que está creciendo a muy buen ritmo. En cualquier caso, yo creo mucho en los artistas que se hacen poco a poco, porque demuestran que prefieren el camino largo al atajo, el esfuerzo a lo inmediato.

¿Qué papel crees que juega Iván en el rock español?
Me parece un tipo único por muchos factores: escribe muy bien, tiene una voz muy personal con la que transmite mucho, maneja muy bien el escenario y tiene mucho estilo. Creo que es de esos artistas que crean un sonido propio, un sello que los identifica, de los que crean escuela. Escuchas una canción de Iván y sabes que es suya porque no se parece a nadie. Creo que ha encontrado su lugar, aunque su lugar se irá moviendo todo el rato, como él. Hay una cosa que me gusta mucho, y es que pudiendo abanderar el movimiento indie se niega a encasillarse en ningún lado. Hoy canta con Love of Lesbian o León Benavente y mañana escribe un tema para Raphael o Sergio Dalma. No tiene prejuicios ni poses, y eso le enriquece y lo hace más libre.


En el libro queda claro que musicalmente tiene los oídos bien abiertos y no es nada fundamentalista del rock, ¿es así?
Es lo que me ha transmitido. Le encanta la música italiana, le gusta la música francesa, disfruta mucho con Burt Bacharach, es un apasionado de Julio Iglesias… Y en el fondo esa apertura de miras tiene sentido, porque es una persona que odia el estaticismo, y no disfruta quedándose demasiado rato en el mismo sitio. Él siempre está buscando, investigando, andando, aunque no sepa hacia dónde.

 

¿Es un libro solo para fans o crees que puede interesar a quien se acerque por primera vez a la obra de Ferreiro?
Creo que a un fan de Ferreiro le puede gustar mucho porque revela muchas claves de sus canciones, de su mirada y de su historia, pero también es una buena guía para el que quiere adentrarse en su mundo por vez primera. Se va a encontrar a un artista apasionante. Para mí lo es.

 

¿Habrá presentación oficial?
Sí, ya tenemos fecha para la presentación en Madrid: el miércoles 21 de junio en la Fnac de Callao, a las 19 h. Iván y Amaro vienen, y modera Óscar García Blesa. Es el Día de la Música, una fecha muy bonita. Este sábado 11 también estaré firmándolo en la Feria del Libro, de 19 a 21 horas en la caseta 173, «Sin Tarima». He leído que Diego Vasallo estará a la misma hora en la 290, y compartir «cartel» con Diego es un privilegio que solo viviré una vez.

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