La cara oculta del rock: Los mensajes satánicos de las canciones de la Electric Light Orchestra

Autor:

«Jeff Lynne se mofó de aquellos que se empeñaban en que el verdadero sentido de las canciones se encontraba escuchándolas al revés»

Hubo un tiempo en el que para encontrar el verdadero sentido de las canciones había que escucharlas al revés. Muchos grupos fueron denunciados por introducir mensajes satánicos en sus temas. La Electric Light Orchestra no se libraría de esta caza de los fundamentalistas cristianos y Jeff Lynne respondería a las acusaciones utilizando su particular ironía inglesa.

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

Jeff Lynne tenía claro que el cuarto trabajo de la Electric Light Orchestra sería un álbum conceptual. Y su creación sería diferente. Dentro de su cabeza tenía una historia que contar antes de crear la música que la acompañaría y para el músico este proceso era novedoso, ya que no estaba acostumbrado a escribir una letra hasta haber compuesto la melodía. Además, esta vez Lynne no quería superponer instrumentos de cuerda en diferentes pistas, como ya había hecho en los tres primeros discos de la ELO. Para la grabación de este disco, quería emplear una orquesta sinfónica al completo, lo que le dejó impresionado: “Esta fue la primera vez que había utilizado una gran orquesta en un disco. Hasta entonces, había dos violonchelos y un violín tocados varias veces. Me emocioné cuando sonaron los treinta instrumentos en la gran introducción”. El director de orquesta elegido para el proyecto fue Louis Clark, y la experiencia fue tan satisfactoria que a partir de ese momento, Clark se convirtió en un miembro más de la ELO. Pero este ambicioso proyecto tenía otra razón de ser. Jeff tenía un reto personal. Su padre, Phil Lynne, era un apasionado de la música clásica, pero no lo era tanto de la música que realizaba su hijo y acusaba a la banda de “no tener melodía”. Con su siguiente trabajo, Jeff Lynne no solo tenía ganarse el respeto de su padre, sino que también quería hacerle callar.

elo-27-06-13-b

En este contexto, en 1974 vio la luz “Eldorado. A symphony by the Electric Light Orchestra”. Un álbum cuyo hilo conductor son las ensoñaciones de varios personajes, ya sean héroes de la Edad Media, buscadores de oro, estrellas de rock o el mismísimo Robin Hood. La búsqueda de la mítica ciudad de Eldorado servía para abrir y cerrar el disco. Para Lynne, «Eldorado» era la clave para encontrar el sentido del álbum: “En esta canción, el soñador despierta en la realidad, pero decide que le gusta más su mundo de ensueño y trata de volver a Eldorado”. Aunque no todos lo entendieron así.

Los fundamentalistas cristianos, siempre dispuestos a escuchar al revés cualquier disco que publicara una peligrosa banda de rock, fueron los únicos que se percataron del auténtico significado. «Eldorado» no era más que otra sucia y traicionera canción que incluía un mensaje satánico encubierto. Los primeros versos del tema escuchados al revés (“Here it comes, another lonely day, playing the game / I’ll sail away on a voyage of no return to see”) escondían un terrible mensaje: “He is the nasty one. Christ you’re infernal. It is said we’re dead men. Everyone who has the mark will live” (“Él es el único despreciable. Cristo, eres infernal. Se dice que estamos muertos. Todo el que tenga la marca vivirá”).

elo-27-06-13-c

Ante semejante mensaje, Jeff Lynne salió en la defensa del grupo: “No dice nada de eso. Cualquier persona que pueda escribir una canción y hacer que diga otra cosa al revés tiene que ser un genio, y yo no lo soy. Puedo afirmar categóricamente que somos totalmente inocentes de esas acusaciones. Todos somos tipos temerosos de Dios”. Aunque «Eldorado» no incluía ningún mensaje grabado al revés, el siguiente trabajo de la Electric Light Orchestra, “Face the music” (1975), comenzaba con uno grabado deliberadamente. El tema de apertura, ‘Fire on hight’, era una pieza instrumental con fragmentos de ‘El Mesías’ de Handel que, reproducida al revés, escondía un frase que se escuchaba con perfecta nitidez pronunciada por el batería de la ELO, Bev Bevan: “The music is reversible but the time not. Turn back. Turn back. Turn back. Turn back” (“La música es reversible, pero el tiempo no. Dale la vuelta. Dale la vuelta. Dale la vuelta. Dale la vuelta”).

Pero la respuesta final de Jeff Lynne ante las estúpidas acusaciones de satanismo tuvo forma de álbum. “Secret messages”, un trabajo destinado a ser doble pero que terminó ocupando un único disco, fue publicado en 1983 y en la parte posterior de la cubierta, un mensaje advertía al oyente del contenido del disco: “Warning. Contains secret backwards messages” (“Atención. Incluye mensajes secretos al revés”). El primer mensaje secreto estaba escondido en la canción homónima que abría el álbum y servía de saludo al oyente: ‘Welcome to the show’ (“Bienvenido al espectáculo”). El tema también incluía una repetición de pitidos que servirían para crear otra polémica. ¿Es código morse? Y en caso afirmativo, ¿qué significa?  Una de las respuestas más habituales es la que dice que los supuestos puntos y rayas indican el nombre de la banda. El mismo código se vuelve a escuchar al principio de la siguiente canción, ‘Loser gone wild’. En ‘Stranger’, el grupo esconde un secreto que más que un secreto es una obviedad: “You’re playing me backwards” (“Me estás reproduciendo al revés”). Por último, en la canción que cierra el álbum, ‘Rock ‘n’ roll is king’, la banda se muestra agradecida con el oyente diciendo “Thank you for listening” (“Gracias por escuchar”). Estos son los más fáciles de identificar, pero durante todo el álbum se encuentran ocultos muchos mensajes más.

Esta vez, sí. Si alguien quería buscar frases ocultas, ya las podían encontrar. Con “Secret messages”, Jeff Lynne no solo otorgó un divertido pasatiempo a sus oyentes; al mismo tiempo, fue su peculiar modo para mofarse de aquellos que se empeñaban en que el verdadero sentido de las canciones se encontraba escuchándolas al revés.

Artículos relacionados