La cara oculta del rock: Los Byrds, el grupo que susurraba a David Crosby

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“¿Un accidente? ¡Un accidente! ¿Tú te crees eso? Gilipolleces. Sabes que lo son. Sabes por qué (Roger McGuinn) lo hizo”

La grabación del álbum “The Notorious Byrd Brothers”, editado en 1968, fue convulsa. Cuando los Byrds terminaron el disco, su formación se había reducido de cuatro a dos miembros debido, entre otras cosas, a la expulsión de un David Crosby que cada vez quería ganar más protagonismo. Para mofarse de él, en lugar de incluir una foto de Crosby en la portada, el grupo decidió sustituirlo por un caballo.

 

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

 

Los Byrds estaban hartos de David Crosby. Las tensiones entre Roger McGuinn, guitarrista principal, Chris Hillman, bajista, y Michael Clarke, batería, con Crosby estaban a la orden del día en el año 1967. A David Crosby no le parecía suficiente su papel de guitarra acompañante y, durante las actuaciones en directo, comenzó a anunciar las canciones, a tener una actitud dominante y a robar protagonismo al líder de la banda; cosa que a McGuinn y a sus doce cuerdas no le hacía ninguna gracia.

Claro que David Crosby también estaba harto de los Byrds. El single ‘Lady friend’, escrito por Crosby, no había tenido el éxito que esperaba; sin embargo, él quería incluirlo en el siguiente álbum. Era habitual que los discos de los Byrds comenzaran con una canción que antes hubiera sido publicada como single, pero esta vez sus compañeros prefirieron dejar a un lado esta tradición y prescindir de ‘Lady friend’. La misma suerte corrió ‘Triad’, canción también compuesta por Crosby que hablaba sobre un “ménage à trois” y que no era apta para la temática de los Byrds; no obstante, a quienes sí les gustó ‘Triad’ fue a Jefferson Airplane, que la grabarían más adelante y la incluirían en su álbum “Crown of creation” (1968). El rechazo de este tema supuso una enorme bronca entre Crosby y Clarke, que terminó con el abandono del batería del grupo. Aunque la gota que colmó el vaso fue ‘Goin’ back’, una canción compuesta por la pareja formada por Gerry Goffin y Carole King. David Crosby estaba que se subía por las paredes. ¿Los Byrds no querían incluir sus composiciones pero estaban dispuestos a grabar una balada sobre la pérdida de la inocencia escrita por otros? Por ahí no iba a pasar, y se negó a grabarla.

Como McGuinn en especial estaba harto de Crosby, le ofreció que abandonara el estudio, cosa que el músico hizo gustosamente. Pero ahí no quedó la cosa. El 7 de octubre de 1967, Roger McGuinn y Chris Hillman condujeron hasta Beverly Glen, a la casa de David Crosby en Lisbon Lane, para comunicarle la noticia de que estaban cansados de trabajar con él, de que no era tan bueno como se creía y de que podían prescindir de sus servicios. Así explicó Crosby su expulsión de los Byrds: “Coincidieron varias cosas. Roger, Chris y el mánager que teníamos en aquella época querían que yo desempeñara el rol que tenía asignado y que fundamentalmente era el de cantante de armonías. Yo había empezado a componer canciones como ‘Guinnevere’, ‘Wooden ships’ o ‘Déjà vu’ y quería más espacio… Los Byrds tenían un líder y yo quería crecer más. Yo quería que mis canciones fueran incluidas en el disco. En un determinado momento Roger se cansó de mí y Christopher le acompañó y los dos condujeron hasta mi casa y me dijeron ‘no te queremos en el grupo’. La frase exacta fue ‘lo haremos mejor sin ti’, una frase mal elegida teniendo en cuenta que seis meses más tarde poníamos en marcha Crosby, Stills & Nash”.

McGuinn y Hillman utilizaron músicos de estudio para terminal el álbum. Para más inri, Gene Clark, el Byrd que había abandonado el grupo en 1966, regresó para sustituir a Crosby. Tres semanas aguantó Clark antes de volver a dejar el grupo por segunda vez. Incluso Michael Clarke regresó para terminar el disco, pero después fue despedido por los Byrds que quedaban. En este ambiente tan poco cómodo y propicio para el trabajo se fraguó “The Notorious Byrd Brothers” (1968). Con tantas idas y venidas, el resultado podía haber sido desastroso, sin embargo, los Byrds publicaron uno de sus mejores discos junto con “Younger than yesterday” (1967). Para recordar el buen rollo que tenía el grupo por esa época, en la edición en CD del álbum se añadió una pista especial: la discusión entre Crosby y Clarke.

 

 

 

Aunque la discusión más divertida fue el cruce de declaraciones entre Crosby y McGuinn una vez que el elepé salió al mercado. En la portada de “The Notorious Byrd Brothers” aparecía la fotografía de un establo con cuatro ventanas. En la primera ventana estaba asomado Chris Hillman; en la segunda, Roger McGuinn; en la tercera, Michael Clarke; ¿y quién aparecía asomado en la cuarta ventana? ¿David Crosby? ¡No! Un caballo. Crosby, que ya había tenido suficiente, volvió a poner el grito en el cielo. Aunque fue expulsado del grupo, el músico había trabajado en gran parte del álbum y al ver la cabeza del caballo asomado se tomó como una ofensa esa portada.

¿Sustituyeron los Byrds a David Crosby por un caballo para mofarse de él? Aunque McGuinn aseguró que detrás de la cubierta no había ningún simbolismo y que fue casualidad, Crosby no tuvo ninguna duda al pronunciarse sobre esta controvertida portada: “¿Un accidente? ¡Un accidente! ¿Tú te crees eso? Gilipolleces. Sabes que lo son. Sabes por qué (Roger McGuinn) lo hizo”. La problemática fotografía fue tomada por Guy Webster, que ya había fotografiado al grupo para la portada del segundo álbum “Turn! Turn! Turn!” (1965), en el lugar donde Chris Hillman solía montar a caballo. Los tres músicos fueron fotografiados encima de unos caballos y después, al ir al establo, decidieron asomarse por las ventanas para hacer una última foto. En ese momento, el caballo de Michael Clarke sintió curiosidad y se asomó por la cuarta ventana, que estaba vacía. Clarke sujetó las riendas, Webster apretó el disparador y Crosby se pasaría dolido de por vida. El propio fotógrafo intentó quitar hierro al asunto; así contó Guy Webster a Fernando López Chaurri para la biografía del grupo, “The Byrds. Más jóvenes que ayer” (Ediciones Lenoir), cómo fue la sesión fotográfica: “Aquella fue una sesión agradable, pero a la vez triste, ya que David ya no estaba con ellos. No se colocó al caballo en la ventana con ánimo de burlarse de David Crosby. Simplemente, se le puso en su lugar como algo divertido”. Sin embargo, el comentario más hiriente vino de la mano de McGuinn: “Si hubiéramos pretendido burlarnos, le habríamos dado la vuelta al caballo”.

Para no cerrar las viejas heridas abiertas, cuando la formación original de los Byrds se reunió en 1972 para grabar su último álbum, “Byrds” (1973), volvió a surgir el tema del equino con unas declaraciones de Roger McGuinn: “Crosby afirmó de broma, aunque yo creo que lo pensaba de verdad, que quería poner a todo el mundo en la portada excepto a mí y que quería poner a un caballo en mi lugar”. A lo que Crosby respondió después de enterarse: “Nunca dije eso. Jamás. Ése es su estilo, no el mío. Esa broma en particular no me hizo gracia y yo no le habría dicho eso. No lo hice y no tengo nada que ver con eso. Creo que McGuinn estaba paranoico por lo que había hecho y espero que estuviera avergonzado de sí mismo”.

Al final, David Crosby logró tomar las riendas de The Byrds encargándose de la producción del último trabajo de la banda antes de que cada pájaro se fuera a su nido.

Nos veremos en La Cara Oculta del Rock…

Anterior entrega de La cara oculta del rock: La corriente satánica de AC/DC.

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