La cara oculta del rock: Las mentiras de los Jackson 5

Autor:

 

«Comprendí a una corta edad que si alguien decía algo que no era cierto sobre mí, era una mentira. Pero si alguien decía algo que no era cierto sobre mi imagen, entonces estaba bien. Porque entonces no era una mentira, sino relacionas públicas»

 

Diana Ross tuvo muy buen ojo al descubrir al que sería uno de los grupos más prometedores de la música negra. Los cinco hermanos habían nacido con talento, pero el pequeño Michael era el que brillaba de forma especial con tan solo ocho años. Así contó el sello Motown el origen del grupo, pero la historia real fue un poco diferente a la versión “oficial”.

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

Los hermanos Jackson se llevaron un disgusto cuando se enteraron que su padre, Joseph, había cancelado una actuación para un programa de televisión de Nueva York. Antes de que el pequeño Michael se echara a llorar, el patriarca del clan les comunicó la razón: tenían una audición para la Motown. A pesar de sus cortas edades, los Jackson 5 se habían curtido alternando actuaciones en concursos y en locales de striptease con los palos propiciados por el cabeza de familia. Una audición con el sello de Stevie Wonder, Marvin Gaye y las Supremes era lo que el grupo necesitaba para alzar el vuelo, así que el 23 de junio de 1968, la furgoneta de la familia Jackson llegó hasta Detroit y se detuvo frente a una casa de muros blancos y puertas azules en cuyo letrero se leía Hitsville, USA (Ciudad de los éxitos, EE.UU.).

Aunque Joseph esperaba que fueran recibidos por Berry Gordy, el mandamás de la compañía, fue Ralph Seltzer, director del departamento de creatividad, el encargado de darles la bienvenida y de comunicarles que Gordy se encontraba en Los Ángeles y no podía estar presente durante la actuación. El padre de los Jackson no estaba dispuesto a que sus hijos actuaran para un lugarteniente, pero finalmente accedió cuando Seltzer le insistió en que filmarían la audición y se la enviarían por correo a Berry Gordy para que diera el visto bueno. Mientras los chavales se preparaban para la grabación, los técnicos de sonido se reían haciendo chistes con el nombre de la banda. Por lo bajo, los llamaban los “Jackson jive”, algo así como “el ridículo de los Jackson”, pero los presentes tuvieron que tragarse sus propias palabras al comprobar que los cinco muchachos hacían de todo menos el ridículo. Cuando la audición terminó, Seltzer se despidió con un clásico “me pondré en contacto” y los hermanos salieron por la puerta desilusionados.

Tres días después, Joseph y los chavales volvieron a estar frente a Ralph Seltzer. El señor Gordy había quedado entusiasmado después de ver la grabación y quería contratarles. Aunque los contratos eran un poco “exigentes”, el patriarca firmó; así recordó Joseph aquel momento decisivo: “Ni yo ni mis hijos leímos los contratos porque nos fueron presentados en condiciones de tómalo o déjalo. Como mis hijos acababan de empezar en el mundo del espectáculo, acepté los acuerdos bastándome en la afirmación de Ralph Seltzer, quien dijo que eran buenos contratos”. Por su parte, Seltzer tuvo un punto de vista diferente del mismo acontecimiento: “No recuerdo haberle dicho jamás a Joseph Jackson o a los Jackson 5 que el acuerdo ofrecido por Motown fuera bueno”. Aquel contrato acabaría dándoles problemas a los músicos más adelante, pero en ese momento, acababan de formar parte de uno de los sellos más importantes de la música negra.

El 27 de septiembre de 1968, los Jackson 5 actuaron en un concierto benéfico en el Estadio Gilroy de su Gary natal, en el estado de Indiana, para apoyar la candidatura de Richard Hatcher como alcalde. Según la Motown, fue en esta actuación cuando Diana Ross descubrió a los chavales. La cantante quedó prendada por el sonido y el ritmo de los jóvenes e instó a Berry Gordy para que no dudara en contratarlos. Esta historia no tiene ningún sentido ya que Diana Ross se encontraba en Los Ángeles ensayando con las Supremes, pero fue la que se distribuyó en las notas de prensa para los medios de la comunicación. Más allá de las canciones pegadizas y las coreografías perfectas, el relato de la diva de la Motown descubriendo a cinco prometedores jóvenes era lo que necesitaban los Jackson 5 para potenciar la carrera.

El momento en el que Diana Ross conoció a los hermanos Jackson tuvo lugar un poco después. Fue cerca de la Navidad, cuando Berry Gordy invitó a los artistas de la Motown a su mansión de Detroit a una fiesta en la que actuaron los muchachos. Michael Jackson quedó impresionado: “Jamás olvidaré esa noche. Había sirvientas y mayordomos, y toda la gente era realmente simpática. Había estrellas de Motown por doquier. Smokey Robinson estaba allí. Ese día lo vi por primera vez. Los del grupo The Temptations estaban allí, y nosotros cantaríamos algunas de sus canciones, así que estábamos realmente nerviosos. Y cuando miré a la audiencia, vi que Diana Ross estaba allí. Ahí fue cuando sentí que era demasiado para mí”. A la señorita Ross le resultaron simpáticos los chavales y se ofreció a ayudarlos en todo lo que pudiera.

 

 

Volverían a encontrarse con ella más adelante en la casa de la cantante en California y volverían a sentirse impresionados, tal y como recordó Jermaine Jackson, el mediano de los cinco: “Siempre lucía como una diosa. Cuando entró en la sala de estar ese día, todos quedamos boquiabiertos. Aunque los niños ya la habían conocido, seguían sintiéndose sobrecogidos”. En esta reunión, también estuvo presente Berry Gordy, quien hizo una promesa a los músicos: “Haré de vosotros la banda más grande del mundo. Lograréis ocupar el primer puesto del ranking con tres temas, uno detrás del otro. Apareceréis en los libros de historia. Así que, preparaos, porque no falta mucho”. Diana Ross les enseñó un telegrama que había enviado para que aquella promesa se hiciera realidad: “Por favor, acompáñeme para darle la bienvenida a ese brillante grupo musical, los Jackson 5, el lunes 11 de agosto de 18:30 a 21:30h en el Daisy, North Rodeo Drive, Beverly Hills. Los Jackson 5, con la presencia del sensacional niño de ocho años Michael Jackson, cantarán en directo en la fiesta”.

Aquel sensacional niño quedó desconcertado ya que su edad era de diez años y no de ocho. Cuando Michael pidió que corrigieran el error fue la primera vez que vio el verdadero rostro del mundo del espectáculo. El señor Gordy les informó que, a partir de ese momento, cada vez que los periodistas les preguntaran por sus edades, éstos debían de restar dos años. Así, Michael era mucho más mono teniendo ocho años que teniendo diez. También, Berry Gordy les insistió en que recordaran que había sido Diana Ross la responsable de que los Jackson 5 llegaran a Motown. La última mentira contada por el sello estaba relacionada con Johnny Jackson (el apellido es casualidad) y Ronny Rancifer; estos dos músicos acompañaban a los Jackson 5 desde los orígenes tocando la batería y el órgano respectivamente y aunque no tenían ningún parentesco con los hermanos Jackson, según Michael, la discográfica no tardó en encontrarles uno: “Motown diría luego que eran nuestros primos, aunque eso no era más que una artimaña del departamento de marketing que quería que pareciésemos una gran familia”.

Berry Gordy y Diana Ross explicaron a los chicos que toda esa sarta de mentirijillas potenciaba la imagen del grupo. Como recordó Michael, el equipo de la discográfica los preparó a fondo de cara al mundo mediático: “Los periodistas nos hacían todo tipo de preguntas y la gente de la Motown solía acompañarnos para ayudarnos o para filtrarlas en caso de que fuera necesario. De todas formas, a nosotros ni se nos habría ocurrido hacer algo que pudiera ponerles en ridículo. (…) En una ocasión, un periodista hizo una pregunta sobre el ‘black power’ y el encargado de la Motown le dijo que nosotros no pensábamos en esas cosas porque éramos un ‘producto comercial’. Aquello sonó raro, pero el tipo quedó encantado cuando en el momento de salir, lanzamos un guiño y alzamos el puño”.

Así, bien vestidos, bien peinados y bien condicionados, los Jackson 5 escribieron su propio capítulo en la historia de la música. Ni que decir tiene que el título de su álbum debut en 1969 no daba lugar a dudas sobre el supuesto origen de la banda, “Diana Ross presents The Jackson 5”. Aunque todo el mundo creyó aquella historia de la madrina Ross, no hay que quitarle el mérito al auténtico descubridor de los Jackson 5, el músico de Motown Bobby Taylor, quien convenció a Ralph Seltzer para que les permitiera la audición. Además, Taylor se encargaría de la producción de este primer álbum del grupo. Bobby Taylor no podía describir mejor su situación en relación con los hermanos Jackson: “Ciertamente me habría gustado algún reconocimiento por haber descubierto a los Jackson 5. Pero el reconocimiento no paga las cuentas”.

Ésta fue la primera aventura de Michael Jackson a la hora de cruzar la delgada línea que separa la realidad de la ficción y en seguida aprendió la lección: “Comprendí a una corta edad que si alguien decía algo que no era cierto sobre mí, era una mentira. Pero si alguien decía algo que no era cierto sobre mi imagen, entonces estaba bien. Porque entonces no era una mentira, sino relacionas públicas”. La maquinaria de Michael Jackson acababa de comenzar y todo lo demás es historia. O leyenda.

Anterior entrega de La cara oculta del rock: Los Clash y la canción que no fue en vano.

Artículos relacionados