Kiss: Besos en la tele

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 “‘Kiss rocks Vegas’ es una celebración, porque muestra que siguen siendo ellos, enseña cómo Paul Stanley ha aprendido a bajar tonos cantando sin que los temas pierdan garra y sin dejar de ser la gran estrella que siempre ha sido y siempre será”


Celebramos la edición del último deuvedé de Kiss, “Kiss rocks Vegas”, repasando las mejores grabaciones en vídeo de toda su carrera, desde los años 70. Una selección de Juanjo Ordás.

 

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Kiss
“Kiss rocks Vegas”
UNIVERSAL, 2016

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

Hace once años que Kiss lanzaron un deuvedé en vivo para registrarles en la actualidad. Ahora llega “Kiss rocks Vegas” y muchas cosas han pasado. Kiss siguen con su última formación que emula el maquillaje de la original y continúan sonando fantásticamente, habiendo estado francamente activos para tratarse de una banda clásica. Han editado dos discos en estudio realmente buenos (“Sonic boom” y “Monster”) y han revisitado su pasado con los tres volúmenes de la colección de deuvedés nostálgicos “Kissology”. Aunque la edad no causa exagerada mella, sin duda tener miembros más jóvenes junto a ellos es una garantía para Paul Stanley y Gene Simmons, los jefes del cotarro y responsables de que Kiss sigan dando alegrías. Por eso “Kiss rocks Vegas” es una celebración, porque muestra que siguen siendo ellos, enseña cómo Paul Stanley ha aprendido a bajar tonos cantando para que los temas sigan siendo tan resultonas como siempre, sin que pierdan garra y sin dejar de ser la gran estrella que siempre ha sido y siempre será. La ‘Detroit rock city’ con la que arrancan es buen ejemplo, sin acrobacias vocales innecesarias y una interpretación muy buena por parte de los cuatro miembros, con Stanley absolutamente magnético. Es cierto que sus últimas obras de estudio están a un nivel alto, pero en ese sentido son condescendientes y en sus giras caen los clásicos esperados uno detrás de otro. Pero aún así son listos y saben renovar repertorio.

De las canciones recientes, en “Kiss rocks Vegas” sólo suena ‘Hell or hallelujah’ pero por supuesto que cuando pongas el deuvedé vas a poder disfrutar de ‘Deuce, ‘Rock and roll all nite’ y ‘Love gun’, pero Kiss sólo tienen que dar una patada para que salgan un puñado de canciones que el fan medio va a disfrutar a tope y que tampoco van a desentonar en una orgía multitudinaria. Es un detalle que rescaten ‘Creatures of the night’, ‘War machine’ y ‘I love it loud’, la primera novedad total, las otras más habituales, las tres pertenecientes al álbum “Creatures of the night” (de su época sin maquillaje). Desde sus míticos setenta llega la infalible y brutal ‘Parasite’ y de finales de los noventa toman ‘Pyscho circus’, un clásico en toda regla pese a pertenecer al decepcionante disco al que da nombre. El sonido en lugar de ser comprimido, suena más bien expansivo y envolvente y el juego de cámaras recoge bien lo que fue el espectáculo, es decir, el gigantesco show de Kiss metido a comprensión en un recinto más pequeño de lo que acostumbran. Pero las residencias en Las Vegas son así y afortunados son los que pueden ver a una banda tan gigante en un entorno reducido.

 

 

No cabe duda de que Kiss siguen siendo relevantes como marca, pero también banda. Tommy Thayer y Eric Singer se meten un buen curro para que las canciones suenen estupendas, mientras que los sobradamente sexagenarios Paul Stanley y Gene Simmons siguen desbordando carisma y maneras. No tiene sentido compararlos con otras épocas, esta es la que es y sigue habiendo Kiss, que ya es mucho. ¿Quién va a rodar un espectáculo así sino? De propina, se incluye un set acústico adicional que rememora aquel fantástico “Mtv Unplugged’ que grabaron en 1995.

 

Deuvedés previos: “Rock the nation” (2005)

Tratando de dejar atrás el bombazo que supuso la reunión de la formación original, los capos Simmons y Stanley salen adelante con la incorporación de Tommy Thayer a la guitarra y Eric Singer a la batería. No son los Kiss clásicos, pero las canciones suenan mejor, con más contundencia y mayor compenetración. Thayer y Singer salen a ganarse al público y aunque los originales sean insuperables, es innegable que el guitarra y el batería saben tocar muy bien las canciones de Kiss. Que mantengan el maquillaje de los setenta tiene mucho de jugada comercial, pero el show es de categoría y las cosas como son, sin maquillaje Kiss no son tan Kiss. Entre los mejores momentos de este deuvedé se encuentran la recuperación de ‘Makin’ love’ y ‘I want you’.

 

“Kiss symphony” (2003)

Con la formación original ya resquebrajada, Kiss acometen un proyecto extremadamente ambicioso: Grabar con una orquesta. Mantienen en la batería a Peter Criss, miembro fundador, pero incorporan a Tommy Thayer, siendo “Kiss symphony” su gran estreno de cara a muchos fans. Porta el maquillaje de Ace Frehley, pero no se le puede culpar por aprovechar la oportunidad. El show se divide entre tres segmentos, rockero, acústico desenchufado con sección de cuerda y show con orquesta entera, siendo en el de en medio en el que Thayer brilla especialmente. Sus punteos en ‘Goin’ blind’ y ‘Forever’ son gloriosos. Respecto a la parte orquestal, a Kiss les toca la lotería. Su espíritu de dibujo animado se fusiona con unos fantasiosos arreglos firmados por el compositor David Campbell creando una dimensión nueva para su música. Muy espectacular, aunque la edición resulta demasiado agresiva a ratos.

 

Detroit, 28 de junio de 1996 (2007, contenido en la caja Kissology Vol. III)

La gira de reunión de la formación original de Kiss fue uno de los puntos culminantes de la historia del rock en los noventa. Estaban a tiempo de hacerlo y lo hicieron de la mejor de las maneras. En este show de Detroit hay imperfecciones pero también una pureza y una alegría inigualables. La conexión entre Simmons, Stanley, Frehley y Criss es natural e inigualable. Todos los clásicos suenan uno detrás de otro, truco tras truco. El final llega con ‘Rock and roll all nite’, por supuesto, pero antes ‘King of the night time world’, ‘Calling Dr.Love’, ‘Shock me’ y ‘Firehouse’ ya han puesto la casa patas arriba.

 

“MTV Unplugged” (1995)

Es irónico que dos de los mejores shows de la serie Unplugged vinieran de la mano de dos grupos tan diametralmente distintos: Nirvana y Kiss. Paul Stanley y Gene Simmons preparan un set list especial que incluye canciones muy poco saturadas como ‘Comin’ home’ y ‘Sure know something’, pero además invitan al batería Peter Criss y al guitarrista Ace Frehley a sumarse a las canciones finales, preparando el camino para la reunión de la formación original. El sonido del disco es cálido, como si Kiss estuvieran tocando en el salón de tu casa y la selección del repertorio no puede ser mejor, pensado para ser tocado sentado y escuchado con gozo.

 

Tokyo, 2 de abril de 1977 (2006 – Contenido en la caja “Kissology Vol. I”)

No cabe duda de que los setenta fueron suyos. Y se movían sin parar aunque sin perder el aliento. En este momento Kiss se encuentran en una fase curiosa, se han estirado todo lo que han podido en el cinematográfico álbum “Destroyer” (1976) bajo la producción de Bob Ezrin y se han vuelto a contraer con el excelentemente crudo “Rock and roll over” (1976), esta vez dirigidos por Eddie Kramer. Todo en el mismo año. Es en la gira de este último en la que ambas facetas se unen para dar a luz un show extremadamente variado, entretenido y potente. Kiss en su salsa. Poco después, comienza la caída, pérdida de miembros y supervivencia en los ochenta.

 

Detroit ,26 de Enero de 1976 (2006 – Contenido en la caja “Kissology Vol. I”)

Kiss alcanzando su gloria en los setenta. Acababan de editar el multimillonario álbum en vivo “Alive I” y su setlist se había reforzado hasta el punto de que no debería resultar sencillo que canciones tocar y cuáles no. Este show en Detroit es simple y llanamente perfecto. El comienzo con ‘Deuce’ y ‘Strutter’ es inmejorable, Kiss saben hacer melodía y enfundarla en rock duro, son para todos y de todos. Este es el momento justo antes de que empiecen a ahondar en sus posibilidades musicales como banda, estos son los Kiss crudos en su punto exacto de cocción.

 

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