“Junk”, de M83

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DISCOS

La sorpresa inicial se ha resuelto, escucha tras escucha, en pura delectación”

 

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M83
“Junk”
NAÏVE, 2016

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Para los devotos de cierta música tecnificada a la manera primigenia, recibir el nuevo disco de M83 fue una auténtica ilusión; ponerlo en el reproductor, una sorpresa mayúscula. Sigue habiendo ese espíritu de baile y diversión, desde luego, y esos ritmos a la medida justa, pero parecen haberse tomado este proyecto como un juego y construir todo un homenaje a los 80 volcando un espíritu lúdico y socarrón. Ya el ‘Do it, try it’ que abre la retahíla de quince canciones da este tono, un ambiente efusivo y de esparcimiento que va pasando por decenas de texturas y ritmos: eurodance, la ELO o Jean Michel Jarre, la reivindicación de moda esta temporada.

Porque lo cierto es que una buena porción de los temas pasa como entre las manos de un ilusionista de un espectro a otro. Ahí tenemos ‘Bibi the dog’ que se inicia a lo Gainsbourg con un grave recitado armónico con fondos evanescentes y tras un puente infantil acaba, sin saber cómo, en las garras del Studio 54; o a ‘Moon crystal’ que es puro Philadelphia Sound y de golpe nos la encontramos como banda sonora de una película “flou” de los setenta, el mismo ambiente difuminado que en la instrumental ‘Tension’. Caso especial es el de ‘Laser gun’, que empieza con un poco de Chic y acaba con mucho de Chic.

En la segunda parte arrecian las baladas, es enorme ‘For the kids’ y emocionante, solo a piano y voz de una Mai Lan ultrapresente, ‘Atlantique sud’. También las guitarras de Steve Vai, que esplendorosamente salpican todo el disco, desde el solo mayúsculo de ‘Solitude’ hasta el protagonismo final de ‘Walkway blues’, cercana a Jeff Lyne, por otra parte. Y los rompepistas, ‘Go!’ con una descarga potente en el estribillo y ‘Time wind’, a la manera de los Pet Shop Boys y con la ayuda de Beck, recreándose en las melodías hasta llegar a ser una auténtica golosina.

La sorpresa inicial se ha resuelto, escucha tras escucha, en pura delectación. El francés Anthony Gonzalez no llegará con este “Junk” al éxito de ‘Midnight city’, desde luego, pero parece que haya buscado expresamente salirse del juego de la industria, o buscar otro lleno de locuras y clichés. Las canciones tienen parámetros estándar pero resultados inusuales, ya no es que quiera arriesgarse en un mundo personal, es que teniendo la capacidad para hacer melodías arrebatadoras, hubiera querido apartarse del éxito.

 

 

Anterior crítica de discos: «The electric warlock acid witch satanic orgy celebration dispenser», de Rob Zombie.

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