“God’s favorite customer”, de Father John Misty

Autor:

DISCOS

“Un clásico de nuestro tiempo, emperador capaz de hacer pasar por nuevo un traje confeccionado a base de retales de otras épocas”

 

 

 

Father John Misty
“God’s favorite customer”
BELLA UNION/PIAS

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

 

Algún día recordaremos a Father John Misty como uno de los mejores cronistas de la época que vivimos. Uno de los más certeros diseccionadores de las contradicciones del éxito y de los reflejos contrapuestos que produce ese culto a la vanidad que tiene en las redes sociales su santuario particular. Mientras tanto, él sigue alumbrando esas reflexiones inmersas en canciones extraordinarias, instalado en una racha creativa que apenas nos permite respiro, despachando discos con tan solo un año de por medio. Su nueva entrega no participa del calado conceptual del enorme “Pure comedy” (2017), y tampoco de la ácida ironía que destilaba. No al menos en la misma medida. Tampoco de su horror vacui, su apabullante —y desarmante— desmesura. Trasluce más bien la soledad en la cima, esa sensación de encerrarse en un hotel de Nueva York durante un par de meses para componer con los peajes de la fama bien presentes, pero tratando al mismo tiempo de distanciarse del ruido. Buscando cierta luz interior.

Josh Tillman se nos desnuda emocionalmente, sin asomo de retranca (‘The palace’ o ‘The songwriter’ se llevan la palma en ese sentido) en una colección de canciones que por algo él mismo produce (Jonathan Wilson figura solo como colaborador) y concreta junta a su banda de directo. El capítulo de pinceladas externas, las aportaciones de Natalie Merring (Weyes Blood) o Haxan Cloak, no contradice el fiero individualismo de un trabajo que vuelve a acreditarle como uno de los grandes compositores, intérpretes y hasta animales de escenario —su reciente concierto en el Primavera Sound, uno más de una potentísima retahíla— de la actualidad, últimamente incapaz de bajar del notable alto o del sobresaliente. Un clásico de nuestro tiempo, emperador capaz de hacer pasar por nuevo un traje confeccionado a base de retales de otras épocas. Algo solo al alcance de temperamentos poco comunes, proclives a los golpes de genio.

 

Anterior crítica de discos: “La sinfonía del Paradÿsso”, de Sôber.

 

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