Gal Costa: «Defendí el tropicalismo en Brasil cuando Caetano y Gilberto se exiliaron”

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“Mi intención es romper y dar saltos en cada paso”

 

Con cincuenta años de carrera a sus espaldas, la brasileña Gal Costa sigue teniendo claras las reglas de su juego: no ceñirse a lo cómodo. Lo demuestra a través de la visión rock que ofrece en su último disco en directo, “Estratosférica (ao vivo)”. Con ella habla Eduardo Tébar, que ya abordó el tropicalismo y la generación de Os Mutantes en un jugoso reportaje de nuestro Cuadernos EFE EME número 11

 

 

Texto: EDUARDO TÉBAR.

 

Brasil vive una edad de oro de voces femeninas con pie y medio en la vanguardia pop: Céu, Mariana Aydar, Karina Buhr, Clarice Falcão, Mallu, Tulipa Ruiz… No debe extrañar, por tanto, que una de las divas del tropicalismo reivindique su glorioso legado. Gal Costa resume más de medio siglo de carrera en álbum doble “Estratosférica (ao vivo)” (Discmedi). En realidad, se trata de la secuela en directo de su feliz retorno al estudio en 2015, rodeada de músicos jóvenes y con la producción de Moreno Veloso (hijo de Caetano). Junto al material reciente, abundan las relecturas de clásicos de los sesenta y setenta. La grabación, con entrega en deuvedé, tuvo lugar los días 23 y 24 de junio en Casa Natura Musical, una sala de lujo próxima a la Universidad de São Paulo. ¿La sorpresa? La cantante bahiana opta por el formato rock, a través de una banda dirigida por el baterista Pupillo.

¿Búsqueda de la contemporaneidad?, ¿reencuentro con la psicodelia amazónica del clan tropicalista?Quería hacer un espectáculo más rockero, en sintonía con el comienzo de mi trayectoria, que fue tropicalista. Marcus Preto preparó la escenografía. Además, mi hijo Gabriel escuchaba mucho rock durante ese periodo, hace dos años. Sonaba rock en casa todo el rato. Estos conciertos me acercaron a un público joven. Eso me gusta. Y pretendo innovar en cada lanzamiento. Mi intención es romper y dar saltos en cada paso. Elegir a un elenco de compositores de la generación actual ha sido muy importante para mí”, explica Maria da Graça Costa Penna Burgos, que cumplió 72 años tras la puesta de largo”4.

En 1968, Gal Costa participó en un manifiesto revolucionario: “Tropicalia. Ou panis et circenses”. Aquel “Stg. Pepper’s” ecuatorial integraba la vieja samba de Ary Barroso, el africanismo troquelado en Salvador de Bahía y un compendio de excentricidades electrificadas con arreglos orquestales. Para la posteridad quedó su interpretación de ‘Baby’, fina ironía sobre el colonialismo cultural anglófilo escrita por Caetano y popularizada por Os Mutantes. La experiencia contracultural sirvió de trampolín a Gal Costa, que lanzó un disco homónimo de sedoso psych rock en 1969, obra de culto con la implicación de figuras como Veloso, Gilberto Gil o Jorgen Ben. El cambio social y artístico frente a los corsés institucionales aparecía radiografiado, de igual forma, en los debuts solistas de Caetano y Gil. Fueron meses convulsos: incómodos por sus proclamas libertarias, ambos pasaron de tres años de exilio forzoso en Londres.

 

 

“Me tocó defender aquí sus ideas, las de nuestro movimiento. Nuestra manera de transmitir el mensaje era cantar. Me convertí en portavoz del tropicalimo”

 

“Me quedé aquí cuando Caetano y Gilberto se exiliaron. No tenía dinero para irme con ellos. Y debía cuidar de mi madre. Me tocó defender aquí sus ideas, las de nuestro movimiento. Nuestra manera de transmitir el mensaje era cantar. Me convertí en portavoz del tropicalimo. Y todavía me siento tropicalista. Creo que ser tropicalista es buscar siempre lo nuevo, no quedarse en la zona de confort”, confiesa ahora Gal Costa, con unos cuarenta trabajos publicados. De aquella joya del 69 rescata ‘Não identificado’ y ‘Namorinho de portão’, compuestas por Veloso y el galáctico Tom Zé. Caetano usaba conceptos poderosos, hablaba de “transformación nacional”. ¿Cómo se sentía Gal Costa? “No pude asimilar todo lo que estaba pasando. Necesité tiempo para entender lo que significaban las cosas”, revela. “Sin embargo, Caetano es uno de mis compositores favoritos. Compone para mí como ningún otro. La sensibilidad que transmite en sus canciones es algo único. Mi identificación con él es difícil de relevar”.

El repertorio de “Estratosférica (ao vivo)” acoge alguna rareza rareza, como ‘Cartão postal’, un blues original de la Rita Lee que se fogueaba al margen de Os Mutantes con, atención, Paulo Coelho. “En los ensayos, la gente pedía algo que tuviera ese tono de blues rock. Marcus Preto se acordó de esta canción. Me encanta Rita Lee desde el tropicalismo. Desde entonces somos amigas. Este tema fue fruto de su relación con Paulo Coelho. Yo nunca lo había cantado. Creo que la versión quedó muy bonita”, comenta Gal Costa. Conviene recordar lo del pasado rockero del tatuador oficial de frases profundas en internet: antes de hacerse millonario con “El alquimista”, compuso decenas de canciones con Raul Seixas o Elis Regina.

 

 

Gal Costa incluye también una inédita, ‘Por un fio’, de Marcelo Camelo, marido de la joven Mallu Magalhães, autora a su vez de ‘Quando você olha pra ela’. Mezcolanza generacional palpable en ‘Dez anjos’, cosecha de Milton Nascimento y el rapero Criolo. Por su lado, el cierre con ‘Meu nome é Gal’ remite más al maravilloso postropicalismo de “Gal Tropical” en 1979 que a la versión lisérgica de una década antes. “He metido las canciones que me apetecen, sin pensar en la edad de los compositores. Este álbum no es un resumen de mi vida, sino un resumen de cómo me gusta llevar mi carrera. Siempre con ganas de probar cosas, de abrir nuevos caminos. Me interesa la música de hoy. Y sí, claro que seguiré grabando discos”. Su nombre es Gal y sabe lo que quiere.

 

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